En las colinas de Tívoli, a pocos kilómetros de la capital italiana, se alza una de las más fastuosas expresiones del arte renacentista italiano: la Villa de Este. Este complejo arquitectónico y paisajístico, célebre por sus jardines aterrazados y sis fuentes monumentales, no solo constituye una obra maestra del diseño manierista, sino también un testimonio del poder y la ambición de su promotor, el cardenal Ippolito II d'Este, hijo de Alfonso I d'Este y Lucrecia Borgia.
Ippolito II d’Este: un mecenas entre el esplendor y el fracaso
La historia de la Villa del Este está unida de manera indisoluble a la figura de Ippolito II d’Este (1509–1572), gobernador de Tívoli desde 1550 y descendiente directo de la influyente familia Borgia. Su carrera eclesiástica y diplomática lo llevó a ocupar altos cargos en la corte papal y en el Reino de Francia, pero su ambición máxima —el papado— le fue siempre esquiva. Después del fracasi de su candidatura en el cónclave de 1550, encontró en Tívoli un refugio simbólico para consolidar su legado.
Ippolito emprendió un ambicioso proyecto para transformar un antiguo convento benedictino adyacente a la iglesia de Santa Maria Maggiore en una espléndida residencia principesca. El diseño de la villa se confió, en un principio, al erudito y arquitecto Pirro Ligorio, quien colaboró con artistas y jardineros de renombre, como Curzio Maccarone y Alberto Galvani. La intervención de Ligorio no se limitó a la arquitectura. También dio forma a un paisaje artificial que funde naturaleza, ingeniería hidráulica y alegoría mitológica.

Un programa iconográfico al servicio del prestigio
La villa se concibió como una verdadera obra total que integrara el arte, la naturaleza y el poder. Cada rincón del complejo está impregnado de referencias mitológicas, símbolos astrológicos y metáforas políticas, pensadas para exaltar la figura del cardenal. En el núcleo del complejo se encuentra el palacio, que posee una planta longitudinal y estancias decoradas por artistas como Livio Agresti, Federico Zuccari y Girolamo Muziano.
Entre las salas más destacadas, se encuentran la Sala de Noé, la Sala de Moisés y, en especial, la Sala de Hércules y las Hespérides, donde se representa al héroe mítico conquistando el jardín de las manzanas de oro. Este motivo sirvió para construir un evidente paralelismo con la “conquista” del paraíso renacentista por parte de Ippolito.
El jardín de las maravillas hidráulicas
Lo que distingue a la Villa del Este de otras residencias aristocráticas de su época es su jardín, estructurado en terrazas que descienden en dirección al río Aniene. La monumentalidad del proyecto paisajístico reside en el uso magistral del agua como elemento escénico y estructural. Gracias a un complejo sistema de canales y presas, el agua alimenta más de cincuenta fuentes, ninfeos, estanques y juegos hidráulicos.
Entre las fuentes más célebres, se encuentran la Fuente del Órgano, la Fuente de Neptuno y la Fuente de la Rometta. La Fuente del Órgano es una proeza de ingeniería hidráulica del siglo XVI: un mecanismo impulsado por el agua hace sonar un órgano que, todavía hoy, puede escucharse. La Fuente de Neptuno, diseñada en el siglo XVII, añade una nota de grandiosidad barroca, mientras que la Rometta presenta una representación alegórica de la ciudad de Roma, con su lupa capitolina, un obelisco y algunos edificios emblemáticos en miniatura.

La Gruta de Diana: una joya redescubierta
Uno de los espacios más singulares del complejo se ha reabierto al público en época reciente. Se trata de la Gruta de Diana, que permaneció cerrada durante años por motivos de conservación, y que, desde el 6 de mayo de 2025, ya puede visitarse de nuevo.
Esta gruta artificial se sitúa al final del Viale delle Cento Fontane. Constituye un ambiente decorado con mosaicos, estucos y conchas que está dedicado a la diosa Diana, protectora de los bosques y la caza.
La restauración reciente ha permitido recuperar importantes elementos decorativos, así como restituir parte de la atmósfera simbólica del lugar. Como en otras partes de la villa, también aquí el programa iconográfico remite a la fusión entre el universo mitológico clásico y la exaltación del poder humanista.

Transformaciones, decadencia y redescubrimiento
Tras la muerte de Ippolito II en 1572, la villa pasó a manos de la familia Este de Módena, que continuó las obras y mantuvo su esplendor durante los siglos XVII y XVIII. Sin embargo, el siglo XIX trajo consigo el abandono y la ruina. Los saqueos, la negligencia y la ocupación napoleónica contribuyeron a su progresivo deterioro.
Fue solo tras la unificación de Italia que el estado intervino para adquirir la villa en 1920 y promover su restauración. Desde entonces, se han sucedido múltiples campañas de conservación con la finalidad de preservar tanto los frescos interiores como las estructuras hidráulicas.

Patrimonio de la Humanidad y lugar de inspiración
El reconocimiento de la Villa de Este como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001 consolidó su posición como una de las obras más significativas del Renacimiento europeo. Su influencia se extendió mucho más allá de Italia, hasta el punto de servir de modelo para jardines en Francia, Alemania e incluso en Rusia. La combinación de arquitectura, escultura y naturaleza en un solo espacio sirvió de inspiración para los diseñadores de jardines durante siglos.
Numerosos artistas, escritores y músicos quedaron deslumbrados por el encanto de la villa. Franz Liszt, por ejemplo, compuso aquí su famosa pieza Les Jeux d’eaux à la Villa d’Este, tras una visita en 1879. El complejo también ha sido escenario de películas, documentales y estudios académicos que han subrayado su unicidad.

Un legado vivo
Hoy, la Villa de Este siguerecibiendo miles de visitantes cada año. A pesar del paso del tiempo, la combinación de arte, ingeniería y mito que caracteriza cada fuente, cada fresco y cada jardín sigue fascinando como en el siglo XVI. La villa es un manifiesto visual del Renacimiento tardío, un jardín de símbolos y un prodigio de ingeniería hidráulica. Fue construida por un hombre que, pese a no alcanzar el trono papal (o quizás como consecuencia de esto), hizo erigir un monumento a su propia gloria, inscrito en la eternidad del arte y la arquitectura.
Referencias
- 2025. "Dal 6 maggio 2025 riapre al pubblico la Grotta di Diana". Villa Tivoli. URL: https://villae.cultura.gov.it/2025/04/16/dal-6-maggio-2025-riapre-al-pubblico-la-grotta-di-diana/
- 2016. "Villa d’Este (Tivoli)". UNESCO. URL: https://www.unesco.it/it/unesco-vicino-a-te/siti-patrimonio-mondiale/villa-deste-tivoli/
- Occhipinti, Carmelo. 2009. Giardino delle Esperidi. Le tradizioni del mito e la storia di Villa d’Este a Tivoli. Carocci Editore.