A pesar de su alta edad, todo parece indicar que Voyager 1 sigue funcionando correctamente. Sin embargo, los ingenieros de la NASA que trabajan en esta nave espacial se vieron desconcertados por el sistema de articulación y control de la sonda, que está generando datos que parecen ser completamente aleatorios.
El equipo de la Voyager 1 de la NASA está tratando de averiguar por qué la nave espacial parece estar confundida acerca de su ubicación en el espacio, pero la distancia de la misión a la Tierra hace que resolver el problema sea un desafío.
En concreto, los científicos descubrieron que la nave recibe y ejecuta con éxito las órdenes de la Tierra, pero las lecturas del sistema de control y articulación de la actitud (AACS) de la sonda, que mantiene la nave y su antena en la orientación adecuada, no reflejan lo que realmente ocurre a bordo de la Voyager 1.
"Tenemos un problema con la nave espacial Voyager 1", dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, en una reunión de la Junta de Estudios Espaciales de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina el pasado jueves 9 de junio, donde ofreció más detalles sobre la situación y lo que podría significar para la misión.
La nave espacial ha realizado innumerables descubrimientos, pero también ha sufrido una serie de anomalías y misterios. El último de estos son datos de telemetría basura que se envían a la Tierra.

"Un misterio como éste es algo habitual en esta fase de la misión Voyager", dijo en un comunicado Suzanne Dodd, directora del proyecto Voyager 1 y su gemela, Voyager 2, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en California. "Las dos naves espaciales tienen casi 45 años, lo que está muy por encima de lo que los planificadores de la misión habían previsto", añadió Dodd. "También estamos en el espacio interestelar, un entorno de alta radiación en el que ninguna nave espacial ha volado antes".
El equipo de la Voyager sigue examinando los extraños datos, aunque se trata de un proceso lento, ya que una señal procedente de la Tierra tarda actualmente 20 horas y 33 minutos en llegar a la Voyager 1; recibir la respuesta de la nave espacial conlleva el mismo retraso. "Imagina que tienes una conversación con alguien en la que solo puedes decir una palabra todos los días", dijo Zurbuchen. "Y solo recibes una respuesta cada dos días. Ese es el tipo de discusión que tenemos".
Zurbuchen confía en que el equipo de la Voyager resolverá el misterio, pero señaló que la nave espacial no puede continuar para siempre. Además del problema de comunicaciones actual, la Voyager 1 también está funcionando a temperaturas mucho más bajas de lo que fue diseñada debido a la descomposición de la fuente de energía nuclear de la nave espacial.
De momento, los ingenieros no están seguros de si el problema proviene directamente de ese sistema o de otra parte de la nave.
De acuerdo con varios medios científicos, existe la posibilidad de que la NASA no encuentre el origen del problema y tenga que introducir cambios en el software o utilizar uno de los sistemas de reserva de la nave, algo que ya se hizo en 2017.
"No les estoy diciendo que es el final de esa misión", enfatizó Zurbuchen, y señaló que el equipo detrás de la misión ha abordado muchos problemas técnicos durante la larga vida de la Voyager. "No se equivoquen, hubo problemas, incluso desde que estoy en la NASA, que realmente eran preocupantes sobre la Voyager; el equipo lo resolvió", dijo. “Pero también, si un día ya no se soluciona, es un éxito inmediato y deberíamos sacar el champán”. concluye Zurbuchen.
Sin embargo, la NASA es más optimista. "Hay algunos grandes desafíos para el equipo de ingeniería", dijo Dodd. "Pero creo que, si hay una forma de resolver este problema con el AACS, nuestro equipo la encontrará", agregó.
El comunicado de la NASA no especifica cuándo comenzó el problema ni cuánto tiempo ha durado, sin embargo, la agencia sí notificó que la sonda gemela Voyager 2, también lanzada en 1977, se comporta con normalidad.
Un final con glamour
Todo parece indicar que con los ajuste y cambios realizados es posible que la sonda opere hasta 2025. No sabemos si los científicos inventarán algo nuevo o no, para poder seguir comunicándose con la sonda.
En cualquier caso, los logros de la sonda Voyager 1 en su periplo por el sistema solar son realmente memorables. Y no nos referimos solo a los famosos discos de oro que está paseado por el medio interestelar.
Su objetivo original fue estudiar Júpiter y Saturno, y en esta tarea, proporcionó datos detallados sobre la atmósfera, los anillos y las lunas de estos planetas. Durante estos encuentros, la sonda hizo descubrimientos significativos, incluyendo nuevas lunas en ambos planetas, ampliando así nuestro conocimiento sobre los sistemas de satélites naturales en el sistema solar.
Además de sus hallazgos planetarios, Voyager 1 capturó imágenes históricas, como la famosa "Retrato de familia del sistema solar" y detalles detallados de las lunas de Júpiter y Saturno. La sonda también contribuyó al estudio de los anillos planetarios, proporcionando datos valiosos sobre su estructura y composición.
Uno de los momentos más destacados de la misión ocurrió el 25 de agosto de 2012, cuando Voyager 1 se convirtió en la primera sonda espacial en entrar en el espacio interestelar, cruzando la heliopausa y abandonando la influencia directa del viento solar. A pesar de su gran distancia, la sonda sigue transmitiendo datos a la Tierra, tardando alrededor de 21 horas en llegar. Este hecho ha permitido a los científicos obtener información continua sobre las condiciones en el espacio interestelar.
Referencia:
Space.com. 2022. With Voyager 1 data mystery, NASA relies on slow, long-distance conversation (Press Release)