Imagina la Luna repleta de casas, hoteles y otras infraestructuras para los humanos hechas de... hongos. Pues lo que parece una idea cuanto menos curiosa (quizá sacada de una novela de ciencia ficción), es un plan muy real y la NASA acaba de aprobar una inversión de 2 millones de dólares para materializar lo que parece un plan descabellado -inicialmente-: “cultivar casas” a base de ladrillos hechos de micelio fabricados con hongos. Todo parte de lo que se conoce como Mycotecture o micotectura, -arquitectura basada en hongos-, un concepto más bien futurista del proyecto Mycotecture Off-Planet de la NASA como parte de su programa Innovative Advanced Concepts (NIAC).
“Estamos comprometidos con el avance de las tecnologías para transportar a nuestros astronautas, albergar a nuestros exploradores y facilitar investigaciones valiosas”, apunta Walt Engelund, administrador asociado de Programas en la Dirección de Misiones de Tecnología Espacial de la NASA. “Invertimos en estas tecnologías a lo largo de su ciclo de vida, reconociendo su potencial para ayudarnos a lograr nuestros objetivos, beneficiando a la industria, a nuestra agencia y a la humanidad”.
¿Plan viable?
Cultivar tu propia casa usando hongos sin tener que transportar materiales a otro cuerpo celeste parece una idea fabulosa pero, ¿es viable? Teniendo en cuenta lo caro que es mover materiales de la Tierra al espacio, no es de extrañar que la NASA haya otorgado recientemente este contrato un grupo de investigación del Centro de Investigación Ames de la NASA con objeto de investigar precisamente la viabilidad de estas casas hechas con hongos y material lunar.
Según el fundador de Redhouse, la firma de arquitectura con sede en Cleveland (EE. UU.) que se ha asociado con la NASA para este proyecto, el concepto que están estudiando la mayoría de los investigadores se llama ISRU (utilización de recursos in situ), “lo que significa que se construye con lo que se tiene allí, y lo que se tiene allí será agua, tal vez, y regolito (polvo lunar)”.

¿Y cómo serían esas casas?
La esencia es cultivar casas en vez de construirlas. Gracias al agua y al regolito lunar se podrían crear ladrillos de forma barata, rápida y alternativa a los materiales de construcción convencionales. Y no solo eso; estos módulos habitables también protegerían contra la radiación cósmica y servirían de escudo aislante contra las temperaturas extremas de los entornos fuera de la Tierra.
Inicialmente, los astronautas traerían estructuras livianas impregnadas de hongos latentes en sus naves espaciales. Luego, un toque de agua y el mejunje está listo para despertar los hongos y que empiecen a crecer. Primero está previsto que se construya una base que, tras desplegarse, se inflaría y se llenaría con una mezcla de esporas de hongos, algas y agua. Esta mezcla se solidificaría rápidamente y formaría una capa resistente que sería ya un espacio habitable; es decir, los hongos crecerían formando un hábitat robusto alrededor de la estructura.
Es curioso cómo los hongos pueden cumplir la función de "material multiuso para la construcción en el espacio".

Probarlo en Starlab
La NASA planea probar el concepto en 2028 durante el lanzamiento de la estación espacial comercial Starlab. Starlab está concebida como una estación espacial comercial totalmente operativa y con tripulación continua que atenderá tanto las demandas científicas como las comerciales. Proporcionará una plataforma para la investigación científica, lo que permitirá realizar experimentos en microgravedad en diversos campos, como la biología, la ciencia de los materiales y el desarrollo tecnológico y también abrirá nuevas fronteras para el turismo espacial, ofreciendo experiencias únicas para astronautas privados y turistas ansiosos (y con posibles) por explorar el espacio.
“El equipo de tecnología espacial de la NASA y el programa NIAC desvelan ideas visionarias, ideas que hacen posible lo imposible. Esta nueva investigación es un trampolín para nuestra campaña Artemis mientras nos preparamos para volver a la Luna para vivir, aprender, inventar, crear, y luego aventurarnos a Marte y más allá”, dijo el administrador de la NASA Bill Nelson en una conferencia de prensa.
Además, esto no es todo. Los micelios también podrían utilizarse para filtrar agua e incluso para extraer minerales de las aguas residuales, vitales para sustentar la vida de los astronautas. Y, mientras la NASA se prepara para la misión Artemis, con el objetivo de volver a llevar humanos a la Luna y también más allá, a Marte, proyectos como estos podrían tener un papel decisivo. Primero, hay que pasar a las pruebas en la órbita baja de la Tierra antes de ver su aplicación en misiones a la Luna o a Marte, pero ideas innovadoras como esta pueden cambiar el futuro de las misiones espaciales.

Referencias:
- NASA Advances Research to Grow Habitats in Space from Fungi https://www.nasa.gov/news-release/nasa-advances-research-to-grow-habitats-in-space-from-fungi/ https://www.nasa.gov/space-technology-mission-directorate
- Al Jazeera TV
- John, S., Abou-Issa, F., & Hasenstein, K. (2021). Space Flight Cultivation for Radish (Raphanus sativus) in the Advanced Plant Habitat. Gravitational and Space Research, 9, 121 - 132. https://doi.org/10.2478/gsr-2021-0010.
- Lipińska, M., Maurer, C., Cadogan, D., Head, J., Dade-Robertson, M., Paulino-Lima, I., Liu, C., Morrow, R., Senesky, D., Theodoridou, M., Rheinstädter, M., Zhang, M., & Rothschild, L. (2022). Biological growth as an alternative approach to on and off-Earth construction. , 8. https://doi.org/10.3389/fbuil.2022.965145.