Pueblos de España con nombres de animales

De León a Pájara: un viaje insólito por los pueblos españoles bautizados con nombres de animales.
Pueblos de España con nombres de animales

Seguramente a todos nos suene alguna localidad con nombre de animal. León sería un buen ejemplo, pero ¿cuántos hay repartidos por toda la geografía española? Pues son muchos, así que vamos a dar un paseo por el territorio nacional para ver dónde se encuentran y por qué se llaman así. Como la lista es muy extensa no estarán todos los que existen, pero será una muestra bastante significativa.

Cuervos

Los tres primeros pueblos que conoceremos están bastante separados geográficamente, pero sus nombres hacen referencia a la misma ave que aparece incluso en los escudos de alguno de ellos. Se trata del cuervo (Corvus corax), un ave cargada de simbolismo. El Cuervo de Sevilla se distingue por su historia ligada a un cuervo de los propietarios de la famosa Casa de Postas y, según otras versiones, a un bandolero apodado "El Cuervo" por su vestimenta negra. Su nombre fue ampliado en 1993 para diferenciarlo de El Cuervo en Teruel.

Los cuervos demuestran una gran inteligencia — R.Altenkamp/wikimedia

Este último cambió su denominación de Fuentes Claras a El Cuervo tras una tragedia en la que la hija de una marquesa murió ahogada, provocando el lamento de la noble, que evocó a un "negro cuervo" en su dolor. Por otro lado, Mota del Cuervo en Cuenca, conocida como "El balcón de La Mancha" por sus vistas, tiene una leyenda en su nombre que involucra a un cuervo que alimentaba a una joven cristiana encerrada en una torre, por su amor prohibido con un musulmán llamado Alí. A pesar de los intentos de rescate, ambos amantes murieron trágicamente, dejando al cuervo como símbolo en el nombre y el escudo de la localidad.

Otras aves

Pasamos ahora a otros pueblos con nombres de aves. Comenzamos con Avión (Ourense), cuyo nombre deriva del avión común, un ave migratoria, y no del vehículo moderno. La localidad tiene un origen que se remonta a la Edad de Hierro, con referencias históricas que la vinculan al río Avia y la zona circundante. Codorniz (Segovia), con solo 360 habitantes, probablemente surgió durante la Reconquista y su nombre sugiere la presencia histórica de codornices. El Perdigón (Zamora) podría derivar del término latino "petrĭcone" (pedregal), y su topónimo podría aludir tanto a una piedra singular como al pollo de perdiz.

El pueblo de Codorniz, en Segovia. Foto: Istock

Perdiguera (Zaragoza) y Laperdiguera (Huesca) son localidades pequeñas cuyos nombres sugieren una abundancia de perdices, aunque sus orígenes exactos son inciertos. Pajarón y Pajaroncillo (Cuenca), situados a poca distancia, presentan en sus escudos aves paseriformes, aunque no hay datos claros sobre el origen de sus nombres. Pájara (Las Palmas) en Fuerteventura podría haberse nombrado por la gran variedad de aves que habitaban la zona, siendo el canario una especie destacada y símbolo natural de las Islas Canarias.

Finalmente, Gavilanes (Ávila) debe su nombre a la abundancia de gavilanes en la zona, mientras que Cortelazor (Huelva) y Calatañazor (Soria) comparten el nombre de la rapaz azor, aunque sus orígenes etimológicos y leyendas varían. Cortelazor podría derivar de una corte de cetrería o de la Corte del rey Azor, mientras que Calatañazor proviene del árabe "Qal´at an-Nusur" (Castillo de las Águilas), indicando su origen árabe aunque la población se remonta a tiempos anteriores.

Chorro de Despeñalagua en el Monumento Natural de La Fuentona, Soria — Peiope/Diario Vasco

Osos

El Oso es un pequeño pueblo de Ávila de solo 187 habitantes que debe su nombre a una escultura de granito conocida con el mismo nombre del pueblo, situada a la entrada de su iglesia. Aunque su origen es incierto, en el año 1250 es mencionado en un documento del cardenal Gil Torres. Esta escultura pertenece al grupo de "verracos", que comúnmente representan a cerdos, pero los habitantes locales la asociaron con un oso, bautizándola así.

Por otro lado, Osuna, en Sevilla, tiene una historia más compleja. Aunque su escudo muestra dos osos encadenados, el origen del nombre podría no estar relacionado con los osos. Según una leyenda difundida por Alfonso X "El Sabio", el nombre derivaría de la abundancia de osos en la zona, asociando el término latino "ursus" (oso). Sin embargo, estudios recientes sugieren que el nombre es prerromano, posiblemente derivado de "Ursao" o "Urtza", que significa "Tierra de lagunas". La confusión con los osos podría haber surgido cuando los romanos, para señalar la procedencia de monedas de Osuna, tallaban la figura de un oso en ellas, facilitando su reconocimiento.

Oso pardo cantábrico — (CC) Mario Modesto Mata / Wikimedia

Cabras

Continuamos con varias localidades cuyos nombres hacen referencia a las cabras. Aunque el nombre de Cabra (Córdoba) no se deriva del animal, sino del término celta "Ik-ábra" que significa "Fuente de la salud", la localidad mantiene dos cabras doradas en su escudo. Por otro lado, Cabra del Santo Cristo (Jaén) cambió su nombre tras un incidente milagroso con un cuadro del Santo Cristo en 1637, y Castel de Cabra (Teruel) tiene una historia ligada a la Orden de Santiago, habiendo recibido su nombre actual en 1495.

En Asturias, tanto Cabrales como Cabranes derivan su nombre de su relación con el ganado caprino. Cabrales es famoso por su queso y su escudo muestra dos cabras acechadas por un oso. Blasconuño de Matacabras y Moraleja de Matacabras, ambas en Ávila, tienen nombres que aluden al terreno accidentado donde las cabras solían despeñarse. Suellacabras (Soria) tiene una etimología compleja, ligada a leyendas y misterios asociados con las cabras y el diablo. Cabra del Camp (Tarragona) recibió su nombre del desaparecido Castillo de Cabra, mientras que Cabra de Mora (Teruel) es conocida por sus alojamientos rurales y su historia maquis.

Bóvidos

Centrémonos ahora en las localidades relacionadas con los bóvidos domésticos como vacas, toros y becerros (Bos primigenius taurus). Destacan entre estos pueblos, El Toro (Castellón), cuyo nombre tiene varias teorías de origen vinculadas a montes o torres, y Toro (Zamora), cuya denominación puede tener varios orígenes: de un verraco encontrado en la zona, del cónsul romano Estatilio Tauro, o del término "otero".

Villatoro (Ávila) también se relaciona con verracos de piedra y su nombre podría significar "Villa de los toros" o "Villa de los godos". Segura del Toro (Cáceres) debe su nombre a un verraco vetón. Montoro (Córdoba) es un ejemplo de tautología en toponimia, significando "monte" dos veces. Caravaca de la Cruz (Murcia), a pesar de la asociación animal, parece tener un origen semántico ligado a la piedra. En Segovia, Valdevacas de Montejo y Valdevacas y Guijar reflejan la abundancia histórica de ganado vacuno en la región, al igual que Illán de Vacas (Toledo) que es una referencia directa a las vacas.

Toro de lidia - Midjourney/Sarah Romero

Cabeza la Vaca (Badajoz) tiene orígenes inciertos, posiblemente vinculado a un nombre visigodo o de un maestre de la Orden de Santiago. Tornavacas (Cáceres) y Escuernavacas (Salamanca) presentan curiosos orígenes históricos y lingüísticos, vinculados a la Reconquista y la geografía escarpada, respectivamente. Cabeza del Buey (Badajoz) y Carcabuey (Córdoba) derivan de la palabra árabe "buwayd", significando "puertecillo". Mombuey (Zamora) y Campillo de Altobuey (Cuenca) presentan topónimos relacionados con la geografía montañosa, mientras que Peal de Becerro (Jaén) y Cuevas del Becerro (Málaga) tienen historias populares asociadas a la ganadería y hallazgos legendarios de becerros de oro.

Otros mamíferos

Exploremos ahora varias localidades españolas cuyos nombres están relacionados con otros mamíferos. Comenzamos con Javalí Nuevo y Javalí Viejo, en Murcia, cuyo nombre, derivado del árabe al-Yabaliyyin, significa "los Montaraces", sin relación con el animal. En Madrid, Navalcarnero toma su nombre de "Nava", tierra llana y "Carnero", el macho de la oveja, estableciéndose desde 1499. Obejo en Córdoba deriva del latín "ovícula", referenciando ovejas pequeñas, mientras que Fuente Obejuna, también en Córdoba, se asocia a "Fuente Mellaria", indicando una fuente de miel, reflejado en su escudo con una abeja.

Cuando el jabalí no tiene depredador natural, se generan problemas de convivencia — Arkadiusz Warguła / iStock

En Málaga, Sierra de Yeguas, fundada en el siglo XVI, recibe su nombre por la crianza de ganado equino, aunque no hay referencia a yeguas en su escudo. Narros de Matalayegua y Villar de la Yegua en Salamanca también tienen nombres asociados a animales, con posibles orígenes en cultos lusitanos y esculturas zoomorfas de la Edad del Hierro. Cabeza del Caballo, otro municipio salmantino, lleva la cabeza de un caballo en su nombre y escudo, pero su denominación exacta sigue siendo un misterio. Finalmente, Mula en Murcia, cuyo escudo incluye una mula y un águila, deriva su nombre del latín "Mola", refiriéndose a una meseta rocosa, aunque la leyenda asocia su origen con el animal tras la reconquista cristiana.

La riqueza toponímica de España es un testimonio de su historia y su biodiversidad, reflejando la estrecha relación entre las comunidades y la fauna local. Desde los pueblos con nombres de cuervos y osos hasta aquellos inspirados por cabras, vacas, aves, mulos, jabalíes y caballos, cada nombre encierra una historia única y un vínculo particular con el entorno natural. Estas denominaciones no sólo evocan la presencia de estos animales en el pasado, sino que también preservan la memoria cultural y las tradiciones locales. Así, estas localidades forman un mapa viviente de la interacción humana con la naturaleza, donde cada nombre cuenta una historia de convivencia, adaptación y reverencia hacia los animales que habitan estas tierras.

Recomendamos en