Quizá aún no lo sepas, pero no hace falta que viajes a Noruega para poder disfrutar de las increíbles vistas de un fiordo. En España hay un lugar, que aun no teniendo el mismo origen que los fiordos noruegos, presenta un parecido espectacular con ellos.

Lo fiordos se forman a raíz del deshielo de los glaciares, cuando el agua del mar pasa a inundar los valles en forma de U que ocupaba el hielo. Los de Noruega son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Son muy conocidos el de Geirangerfjord y el Nærøyfjord.
Los apodados como “fiordos leoneses” se encuentran, tal y como su nombre ya indica, en la provincia de León, concretamente en el embalse de Riaño, a unos 90 kilómetros de la capital en una zona con mucho encanto que hará las delicias de los enamorados de los paisajes naturales y los deportes de riesgo, pues las montañas que rodean el pantano son perfectas para hacer escalada y descensos y sus aguas ideales para practicar actividades acuáticas como kayak o piragua. También es un sitio ideal para hacer senderismo y está muy cerca de Picos de Europa.
Aunque en los fiordos leoneses se pueden llevar a cabo múltiples actividades, es muy típico dar un paseo en barco y disfrutar de las vistas del paisaje y hasta mirar al cielo y descubrir algunas de las aves rapaces que habitan la zona como halcones y águilas. El trayecto dura una hora aproximadamente y el barco acepta perros.
Los fiordos leoneses no surgieron fruto del deshielo de antiguos glaciares, nada que ver. Su origen es más mundano y es consecuencia de la construcción del embalse de Riaño y su inauguración en 1978. Fue el 7 de julio de ese año cuando se desbordó de manera intencional agua y esta pasó a inundar el valle. En el procedimiento, varios pueblos de la zona desaparecieron bajo las aguas del pantano. Fueron nueve: Riaño, Burón, Pedrosa del Rey, La Puerta, Salio, Huelde, Anciles, Vegacerneja y Escaro.
Merece la pena visitar el que ahora se llama nuevo Riaño, el pueblo rodeado por el pantano y las montañas. Siguiendo el Sendero del Recuerdo, se pueden ver las iglesias que se rescataron del agua y los dos hórreos que no se hundieron, de los 80 que existían en la zona. En la zona también se localiza el que fue bautizado como “banco más bonito de León” y, por supuesto la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que data del siglo XIII y que fue llevada piedra a piedra del desaparecido pueblo de La Puerta a nuevo Riaño. Dentro de ella se pueden admirar pinturas románicas, góticas y barrocas. A la iglesia parroquial le sucedió lo mismo pues fue llevada piedra a piedra desde Pedrosa del Rey, desaparecido bajo las aguas, a Riaño. De la iglesia parroquial llama la atención su torre del siglo XVI y la reproducción de la portada románica en su entrada principal.
En Riaño también se localiza "el columpio más grande del España", en el mirador de Las Hazas. Desde ahí, las vistas son espectaculares.