Cuenta la leyenda que Esquilo, uno de los padres de la tragedia griega, temeroso de morir, consultó a un oráculo cómo acaecería su final. El adivino le aseguró que moriría al caerle encima una casa, motivo por el cual, decidió alejarse de la ciudad de Gela, donde residía, e irse a vivir su vejez al campo. Cuán mala sería su suerte, que un gran ave rapaz confundió su cabeza calva con una roca y dejó caer de golpe sobre ella el caparazón de una tortuga, y cumpliendo así la visión del oráculo, terminó con su vida.
Leyendas adivinatorias al margen, si hay un gran rapaz que pudiera ser responsable de la muerte de Esquilo, ese es el quebrantahuesos.

El quebrantahuesos
El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) es una majestuosa ave rapaz que se encuentra en las montañas de la Península Ibérica y en otras regiones montañosas de Europa, Asia y África. Una criatura impresionante que se caracteriza tanto por su apariencia única como por su comportamiento fascinante.
El quebrantahuesos es un ave grande, con un plumaje que combina tonos de ocre, blanco y negro. Uno de sus rasgos más distintivos es un collar de plumas blancas que rodea su cuello, lo que le confiere una apariencia elegante y llamativa. Destaca además por una envergadura que puede alcanzar los 2,8 metros, lo convierte en una de las aves más grandes de Europa.
Sin embargo, lo que verdaderamente distingue al quebrantahuesos es su dieta única, a base de huesos de animales muertos. Su nombre, «quebrantahuesos», proviene de su habilidad para romper huesos y acceder al tuétano en su interior. Para lo cual se sirve de un pico robusto y garras poderosas que le permiten manipular los huesos con destreza. Pero cuando el material es demasiado duro, presenta una estrategia única: se eleva en el aire hasta alcanzar gran altura, y ubicándose sobre un área rocosa, deja caer el hueso, que se parte en el impacto. De ahí deriva el mito de la muerte de Esquilo.
Esta adaptación le permite aprovechar una fuente de alimento disponible incluso en las condiciones más extremas de las montañas.

Un ave en peligro de extinción
En cuanto a su conservación como especie, y como sucede con otras rapaces, el quebrantahuesos enfrenta serias amenazas. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), está catalogado como "Casi Amenazado".
La población global de quebrantahuesos está en disminución en las últimas décadas. La especie experimentó un drástico declive poblacional en el pasado, principalmente por la persecución directa del ser humano y la degradación de su hábitat. Esta disminución fue tan significativa que el quebrantahuesos desapareció de muchas de las regiones donde solía habitar. Actualmente, la población de quebrantahuesos en el mundo se estima en torno a los 4200 individuos maduros.
En España, la situación es aún más preocupante, ya que esta especie se encuentra en la categoría de "Peligro de Extinción" según el Real Decreto 139/2011, que regula la protección de especies silvestres. Pero afortunadamente, la tendencia aquí es creciente. Mientras en 1994 la población de quebrantahuesos en España se estimaba en unas 39 parejas, gracias a los programas de conservación y planes de reintroducción, en las últimas décadas se ha ido recuperando lenta pero progresivamente. Según un informe para la Comisión Europea redactado por David Izquierdo, de la Fundación para la Conservación de los Buitres, en 2015 la población rondaba las 115 parejas, y probablemente hoy sea aún mayor.

Una conservación limitada por su reproducción
El quebrantahuesos se enfrenta a múltiples desafíos, además de la persecución histórica y la degradación de su hábitat. Específicamente, en España, a pesar del aumento de ejemplares y de los grandes esfuerzos por su conservación, la población de quebrantahuesos sigue siendo pequeña y fragmentada. Las acciones de conservación se han centrado en reintroducir ejemplares en áreas adecuadas, proteger sus áreas de cría y promover la educación ambiental para concienciar a la población sobre la importancia de su conservación.
No obstante, la recuperación de las poblaciones silvestres se ve limitada por un factor difícil de evadir: el tiempo que tarda en reproducirse. Esta ave alcanza la madurez sexual al cumplir los 10 años de edad, lo que ralentiza significativamente su capacidad reproductiva. Aún así, su esperanza de vida puede llegar a los 40 años, lo que les permite, una vez alcanzan la edad adulta, una larga vida reproductiva.
Referencias:
- BOE. 2011. Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas.
- IUCN. 2021. Gypaetus barbatus: BirdLife International: The IUCN Red List of Threatened Species 2021: e.T22695174A154813652 [Data set]. DOI: 10.2305/IUCN.UK.2021-3.RLTS.T22695174A154813652.en
- Izquierdo, D. s. f. European Union single species recovery plan for the Western Palearctic population of Bearded Vulture (Gypaetus barbatus barbatus).
- Sánchez, B. et al. 2004. Tras un siglo de ausencia, el quebrantahuesos se recupera en los Picos de Europa.