El último reducto para la supervivencia del colobo rojo: el bosque de Jozani

Blanco, negro y rojo son los tres colores que definen a estos hermosos y sociables primates.
El último reducto para la supervivencia del colobo rojo: el bosque de Jozani

La carretera que une los dos extremos de la isla principal del archipiélago de Zanzíbar -Nungwi con Kizimbaki- atraviesa un bosque frondoso en el que aparecen curiosas señales de tráfico que nos invitan a circular lentamente (pole pole) para no atropellar a los monos. Nos encontramos, sin duda alguna, en uno de los tesoros naturales de la isla: el bosque de Jozani.

Se trata de un hábitat tropical de unos cincuenta kilómetros cuadrados que se extiende desde el interior de la isla hasta la costa y en donde, un bosque frondoso comparte espacio natural con los manglares.

Antes de comenzar la visita del bosque de Jozani conviene dedicar unos breves minutos a revisar las recomendaciones que nos ofrecen los guías del parque en un panel informativo. Algunas no dejarán de sorprendernos como, por ejemplo, la que prohíbe el uso del niqab (velo) a las mujeres musulmanas durante todo el recorrido.

El último reducto para la supervivencia del colobo rojo. Foto: Istock

Los reyes de Jozani

En el bosque de Jozani habita el colobo rojo, una especie de primates en extinción que tiene una corona de pelo blanco, marcas rosas en la nariz y una larga cola roja no prensil, que emplea exclusivamente para mantener el equilibrio.

Otra de las características anatómicas de este primate –que puede llegar a vivir veinte años- es la ausencia de un pulgar oponible. Es muy sociable y habita en grupos de medio centenar de miembros, con un macho dominante.

Se alimentan fundamentalmente de flores, hojas frescas, semillas, frutas verdes y carbón vegetal, rechazando las frutas maduras, ya que su estómago es incapaz de digerir los hidratos de carbono.

Se estima que en estos momentos en el bosque de Jozani hay una población de más de mil ejemplares de colobo rojo. Un primate que cuenta con un dimorfismo sexual muy poco marcado, ya que las hembras y los machos son de tamaños muy similares.

Estos colobos comparten ecosistema con otros animales como son los monos de cabeza azul, cincuenta especies de mariposas, geckos o la musaraña elefante de Peters.

Los geckos son una especie de lagarto que, hasta la fecha, es la única que ha demostrado la capacidad de emitir sonidos, de hecho, su nombre hace alusión al sonido que estos animales emiten. Otra de sus singularidades de estos animales es que pueden ver en la oscuridad hasta 350 veces mejor que el ser humano.

La musaraña elefante de Peters es un pequeño mamífero de color rojinegro que destaca por un hocico y unas patas traseras alargadas; y al igual que sucede con los canguros utiliza dos tipos de marcha: rápida (dando saltos hacia adelante) y lenta (a cuatro patas).

Un ecosistema resistente a la salinidad

Los helechos, las caobas rojas, los sicomoros, y las palmeras de aceite y de rafia del bosque de Jozani dan paso a otro ecosistema: los manglares. Se trata de un valioso entorno de la biosfera formado por una maraña de raíces y ramas retorcidas que se entrelazan semisumergidas.

Su principal característica es la tolerancia al agua salada: son capaces de sobrevivir en una salinidad cien veces superior a la de la mayoría de plantas de agua dulce. Para ello han desarrollado una enorme variedad de métodos de supervivencia, desde filtros internos hasta sistemas de excreción, pasando por raíces aéreas. Los manglares aceleran el crecimiento de los árboles al tiempo que desaceleran la descomposición del material orgánico. Este tipo de bosque es una forma de defensa natural frente a las mareas, el aumento del nivel del mar y la erosión.

El bosque de Jozani. Foto: Istock

Bañarse con tortugas

Además de primates la isla cuenta con una impresionante diversidad de vida marina, entre la que se incluyen varias especies de tortugas. Uno de los mejores lugares para contemplarlas se encuentra al norte de la isla, no a muchos kilómetros del bosque de Jozani, en el pueblo de Nungwi. Allí hay un centro dedicado a la conservación de las tortugas marinas de Zanzíbar.

En las playas de la isla tanzana solo desovan dos especies de tortugas: la carey y la verde. La tortuga verde (Chelonia mydas) es la especie de tortuga marina más común en Zanzíbar y su nombre hace alusión a la coloración de su enorme caparazón. Por su parte, la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) tiene un corazón en forma de corazón y un pico curvado similar al de un halcón.

El caparazón de la tortuga carey y la carne de la tortuga verde fueron, tiempo atrás, muy apreciados por la población local lo que empujó a ambas especies hasta casi su completa desaparición. Gracias al centro de Nungwi, en donde se permite al visitante compartir la experiencia de alimentarlas e, incluso, bañarse con ellas, se ha sensibilizado a la población local y se han obtenido los recursos económicos suficientes para dar otra oportunidad a estos quelónidos.

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