Cuidado de gatos heridos: pasos clave para ayudar a tu mascota

Tendrás que actuar lo más rápido posible para que tu mascota se recupere de las heridas.
Los gatos sospechan al oler algo que no reconocen. Foto: Pexels/Eduardo López

Cuando un gato es atacado por otro animal, como un perro, es crucial actuar con rapidez y eficacia para asegurar su recuperación. Las heridas pueden ser tanto externas como internas, y el estrés del evento puede afectar al gato de diversas maneras.

Actuar rápidamente ante un ataque

Identificar la gravedad de las heridas

Si un animal ataca a tu gato, es bastante probable que lo hiera. Por ello, es imprescindible que actúes lo más rápido que puedas para que el felino se recupere de las heridas. En caso de que tu gato sufra heridas graves, tendrás que proporcionarle primeros auxilios y llevarle al veterinario tan pronto como sea posible.

Separar al gato del animal agresor con seguridad

Si ves que el gato está siendo atacado por un animal (como un perro), tendrás que separarles lo antes posible. Ten en cuenta tu propia seguridad mientras lo haces, ya que el animal también podría herirte.

Intenta separarles

Si tienes una correa a mano, acércate al animal en silencio y envuelve la correa alrededor de su parte trasera. Después, tira hacia atrás con fuerza, aléjate del gato y ata la correa a la estructura más cercana.

Si no puedes controlar la situación, lo mejor que puedes hacer es buscar a una persona que pueda ayudarte.

Gato tendido. Pixabay

Primeros auxilios para gatos heridos

Acércate al gato con precaución

Es probable que tu gato te ataque debido al dolor que podría estar sintiendo. Además, probablemente estará muy asustado. Si te acercas con cuidado, será menos probable que te muerda o rasguñe.

Intenta mantener la calma a medida que te acerques a tu mascota y háblale en voz bajo. De esta forma, no te verá como una amenaza.

Controla el sangrado de manera efectiva

Si tu gato tiene heridas sangrantes, es fundamental que detengas el sangrado antes de acudir al veterinario. Tendrás que presionar la herida con tus dedos o la palma de tus manos.

A continuación, tendrás que envolver un pedazo de tela o una gasa alrededor de la zona. Envuelve el vendaje firmemente pero sin llegar a cortar la circulación.

Si el sangrado no se detiene, coloca un vendaje adicional en la parte superior de la herida y continúa aplicando presión.

Considerar heridas internas no visibles

Ten en cuenta que probablemente tu gato habrá sufrido heridas internas que no se ven a simple vista. Por ello, llamar al veterinario le dará una buena idea de las heridas, lo que le permitirá que estén preparados cuando llegues.

Gatos. Pixabay

Contactar al veterinario

Proveer detalles sobre el ataque y las heridas

Una vez que puedas acercarte al gato y tengas una idea general de sus heridas, llama al veterinario. Cuando lo hagas, proporciónale tanta información como puedas (las heridas visibles y una descripción del ataque).

Preparar al gato para el transporte al veterinario

Para llevar al gato al veterinario, asegúrate de que esté lo más cómodo y seguro posible. Usa una manta o una toalla para envolverlo suavemente, lo que también puede ayudar a mantenerlo calmado. Si el gato está demasiado agitado, considera usar una caja de transporte para evitar que se lastime más. Mantén la temperatura adecuada durante el traslado, ya que el estrés y las heridas pueden hacer que el gato pierda calor.

Gatito - Pixabay.

Cuidados posteriores en casa

Mantener al gato calmado y cómodo

Después de recibir atención veterinaria, es importante que el gato descanse en un ambiente tranquilo. Proporciónale un espacio cómodo y seguro donde pueda recuperarse sin ser molestado por otros animales o ruidos fuertes. Asegúrate de que tenga acceso a agua y comida fresca, pero no lo fuerces a comer si no tiene apetito. La recuperación puede llevar tiempo, y es esencial que el gato se sienta seguro y relajado durante este proceso.

Signos de infección en las heridas

Observa las heridas del gato diariamente para detectar signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón, pus o mal olor. Si notas alguno de estos síntomas, contacta al veterinario de inmediato. Las infecciones pueden complicar el proceso de curación y poner en riesgo la salud de tu gato. Sigue las recomendaciones del veterinario sobre cómo limpiar y cuidar las heridas, y asegúrate de que el gato complete cualquier tratamiento con antibióticos que se le haya prescrito.

Referencias

  • Alesanco, Celia. 2023. Gatos: manual de instrucciones. Dashbook.

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