Un reciente estudio de arqueobotánica consigue “reconstruir” los jardines de la antigüedad en el Mediterráneo

Un impactante estudio arqueobotánico consigue reconstruir el diseño de los jardines de la antigüedad. Descubre qué especies vegetales eran las preferidas por las poblaciones mediterráneas.
Un nuevo estudio arqueobotánico proporciona las claves para reconstruir los jardines de la antigüedad
Recreación fantasiosa de un jardín. Fuente: Midjourney/Erica Couto - Recreació ficticia de un jardín del mundo antiguo

El jardín del Edén, el locus amoenus de la poesía clásica o los jardines colgantes de Babilonia mantienen un aura entre la realidad y la ficción. Reconstruirlos tal y como eran (o tal y como se los imaginaban en el pasado) se antoja una tarea compleja. Por fortuna, la ciencia parece haber encontrado un puente para unir ambas realidades, la imaginada y la arqueológica. Así, la arqueobotánica ha demostrado ser una disciplina fundamental para la comprensión del pasado a través del estudio de los restos vegetales preservados en los yacimientos arqueológicos. Un estudio reciente publicado en Journal of Archaeological Science da un paso más en nuestra comprensión de los suntuosos jardines de la antigüedad mediterránea.

El reciente estudio titulado “Multi-proxy approaches in Archaeobotany: Botanical reconstruction of ancient gardens from a Mediterranean perspective” ha permitido reconstruir con notable precisión la composición e incluso el diseño de  losjardines antiguos en la cuenca del Mediterráneo. Gracias a una metodología multidisciplinaria, que combina análisis arqueobotánicos, palinológicos y geoquímicos, los investigadores han logrado identificar especies vegetales cultivadas en estos espacios, así como las técnicas de jardinería utilizadas en la antigüedad.

Recreación ficticia de un jardín
Recreación fantasiosa de un jardín de la antigüedad. Fuente: Midjourney/Erica Couto

La arqueobotánica y el estudio de los jardines antiguos

Fuentes y metodología integrada

El estudio de los jardines antiguos plantea una serie de desafíos específicos inherentes al objeto de estudio. La naturaleza efímera de las plantas y su difícil conservación en el registro arqueológico dificulta cualquier investigación desde sus mismos inicios. Para superar estas limitaciones, el equipo de investigadores ha empleado un enfoque multi-proxy, que combina diversas fuentes de evidencia. Este enfoque integrado ha permitido reconstruir no solo la composición vegetal de los jardines, sino también las técnicas de manejo y las preferencias estéticas de las civilizaciones mediterráneas.

De los fitolitos a la geoquímica

Para reconstruir los jardines antiguos, se estudiaron, en primer lugar, los fitolitos y granos de polen. Estos proporcionan información sobre la presencia de especies vegetales en un territorio. Se procedió al análisis de carbones y semillas fosilizadas, que ayudan a determinar tanto las especies cultivadas como las espontáneas.

Además, también se estudiaron los restos de madera y la dendrocronología, que permiten analizar el uso de especies arbóreas en la jardinería. Por último, también se estudió la geoquímica del suelo. Este procedimiento resulta útil para identificar las prácticas de fertilización y riego utilizadas en la antigüedad.

Recreación fantasiosa de un jardín
Los análisis han demostrado la presencia de rosales, higueras y tomillo entre las especies más comunes. Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

La identificación de las especies vegetales presentes en los jardines antiguos

Uno de los aportes más significativos de este estudio deriva de la identificación de especies vegetales recurrentes en los jardines antiguos. Entre ellas destacan los olivos (Olea europaea) y los laureles (Laurus nobilis), ambos asociados a la simbología tanto religiosa como política de la antigüedad.

En lo que respecta a las flores, abundaban las rosas (Rosa spp.) y los lirios (Lilium spp.). Estas especies se valoraban por su aroma y belleza ornamental. Además, también abundaban los frutales. Las higueras (Ficus carica) y los granados (Punica granatum) se cultivaban por sus frutos, aunque también desplegaban toda una serie de asociaciones simbólicas vinculadas a la fertilidad.

Tampoco faltaban las especias y las hierbas aromáticas como el tomillo (Thymus spp.) y la menta (Mentha spp.). Además de depedir buen olor, muchas de ellas se empleaban en la preparación de medicinas y en la gastronomía.

El diseño y la organización de los jardines

Los datos obtenidos sugieren que los jardines antiguos seguían patrones de diseño bien definidos, influenciados por factores climáticos y culturales. Se han identificado estructuras aterrazadas y sistemas de riego avanzados, que permitían cultivar especies diversas en condiciones óptimas. Además, la distribución de las plantas indica la presencia de senderos, estanques y espacios sombreados que incrementaban la experiencia sensorial de los visitantes.

Recreación fantasiosa de un jardín
Los jardines de la antigüedad también contaban con fuentes y espacios para relajarse. Recreación ficticia. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Implicaciones del estudio para la arqueología y la restauración paisajística

El impacto de este estudio trasciende el ámbito académico, ya que ofrece herramientas valiosas para la restauración de jardines históricos y la gestión del patrimonio paisajístico. Los resultados pueden aplicarse en la recreación de espacios verdes en sitios arqueológicos. Esto permitiría a los visitantes experimentar entornos similares a los originales. Además, el estudio subraya la importancia de conservar especies autóctonas y las prácticas tradicionales de jardinería en la región mediterránea.

La importancia de los jardines en la antigüedad

Los jardines desempeñaban un papel fundamental en las sociedades del Mediterráneo antiguo. Más allá de su función estética, servían como espacios de esparcimiento, centros de experimentación botánica y manifestaciones del poder político y religioso. El estudio arqueobotánico confirma que muchas de las especies cultivadas en estos jardines se seleccionaban no solo por su belleza, sino también por sus propiedades medicinales y valores simbólicas.

Recreación fantasiosa de un jardín
Recreación fantasiosa de un jardín mediterráneo. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Un estudio que hace reverdecer el pasado

El estudio "Multi-proxy approaches in Archaeobotany", por tanto, representa un avance significativo en la comprensión de los jardines antiguos del Mediterráneo. Por un lado, ha revelado la importancia de los espacios verdes en la cultura, la economía y el paisaje de las sociedades antiguas. Por otro, y gracias a una metodología multidisciplinaria, ha sido posible reconstruir con gran detalle la composición y diseño de estos espacios verdes.

Además, los hallazgos ofrecen nuevas perspectivas para la restauración de jardines históricos y la preservación del patrimonio botánico. Este tipo de investigaciones refuerzan el papel de la arqueobotánica como una disciplina clave para la interpretación del pasado, pero también para la gestión del patrimonio en el presente.

Referencias

  • Langgut, Dafna. 2025. "Multi-proxy approaches in Archaeobotany: Botanical reconstruction of ancient gardens from a Mediterranean perspective". Journal of Archaeological Science, 178. DOI: https://doi.org/10.1016/j.jas.2025.106209

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