Más de dos mil años después de su construcción, y casi siete siglos después de su desaparición definitiva, el majestuoso Faro de Alejandría vuelve a emerger, piedra a piedra, desde el lecho marino del puerto oriental egipcio. Se escribe un nuevo capítulo en la historia de una de las siete maravillas del mundo antiguo gracias a un ambicioso proyecto arqueológico que aplica tecnología de vanguardia para recuperar uno de los grandes imtos arquitectónicos del pasado.
Un proyecto iniciado en los años noventa
Una maravilla bajo el agua
El interés científico por los restos sumergidos del Faro de Alejandría se remonta al año 1994, cuando el arqueólogo Jean-Yves Empereur y su equipo del Centre d’Études Alexandrines (CEAlex) realizaron las primeras prospecciones submarinas en el puerto oriental de la ciudad egipcia. Durante esas campañas pioneras, realizadas bajo los auspicios del CNRS (Centre National de la Recherche Scientifique) y del gobierno egipcio, los investigadores identificaron cientos de bloques en el fondo marino, muchos de ellos de proporciones colosales.
Las primeras hipótesis apuntaban a que estos elementos podían haber pertenecido al legendario faro construido en la isla de Faros durante los reinados de Ptolomeo I y Ptolomeo II (siglo III a. C.). Según las fuentes antiguas, la torre se elevaba más de 100 metros sobre el mar y estaba compuesta por tres cuerpos superpuestos. Sobre una base cuadrada, se elevaba un cuerpo octogonal rematado por una cima cilíndrica donde ardía un fuego permanente, capaz de guiar a los navegantes del Mediterráneo.
De hecho, durante los primeros trabajos se localizó una gran concentración de restos en el fondo marino. Estas piezas, muchas de ellas de gran tamaño, fueron registradas, cartografiadas y analizadas a lo largo de más de dos décadas, en campañas sucesivas que han convertido Alejandría en un referente mundial de la arqueología subacuática.

Las destrucción por causas naturales
La estructura fue gravemente dañada por varios terremotos entre los siglos X y XIV, siendo el más devastador el ocurrido en 1303. A partir de entonces, sus restos fueron progresivamente desmantelados y reutilizados, en particular para la construcción de la fortaleza del sultán Qaitbay en 1477, ubicada precisamente sobre el emplazamiento original del faro.
Los bloques reaparecen: un hallazgo monumental
Este año, el proyecto PHAROS ha entrado en una nueva etapa. Y es que, como comentábamos recientemente, veintidós bloques han sido recuperados mediante un complejo operativo de elevación desde el lecho marino. La operación, llevada a cabo por un consorcio internacional que incluye al CNRS, el CEAlex y Dassault Systèmes, ha permitido estudiar por primera vez en superficie elementos arquitectónicos clave del antiguo faro: dinteles, umbrales, basamentos e incluso una estructura de aspecto ceremonial, cuya datación precisa está en curso
Cada uno de estos bloques, de entre 70 y 80 toneladas, se izó con grúas especiales desde una barcaza, tras un meticuloso proceso de fijación subacuática. Entre los elementos recuperados, destacan dinteles, jambas, umbrales, losas de base y, lo más sorprendente, una puerta con columnas de estilo egipcio atribuida a un período hasta ahora poco documentado.
Este hallazgo representa el conjunto arquitectónico más impresionante recuperado del Faro de Alejandría. Se trata de algunas de las piezas que formaban parte de las puertas monumentales del edificio. Su estudio, por tanto, permitirá avanzar significativamente en la reconstrucción de su estructura y la comprensión de las técnicas constructivas utilizadas.

Un rompecabezas digital para reconstruir una maravilla
Pero a diferencia de campañas anteriores centradas en el hallazgo, esta fase destaca por su enfoque técnico y documental. Cada pieza extraída ha sido escaneada in situ con tecnologías de fotogrametría 3D y modelos geométricos avanzados, que permitirán reconstruir digitalmente su posición original y comprender mejor los sistemas constructivos empleados en la Antigüedad helenística.
Este trabajo está siendo desarrollado por un equipo de ingenieros voluntarios de la Fondation Dassault Systèmes, que se enfrenta al reto de recomponer virtualmente el faro como si se tratara de un colosal rompecabezas arqueológico.
El proyecto de reconstrucción digital del Faro de Alejandría integra los datos históricos derivados de las descripciones antiguas, monedas, fuentes escritas y comparativas con las estructuras contemporáneas. El objetivo final es ciertamente ambicioso: permitir a los investigadores y al público general experimentar de primera mano cómo era estar a los pies de esta monumental construcción.
El Faro de Alejandría se convirtió tanto en una proeza técnica como en un hito cultural y urbano. Visible desde decenas de kilómetros mar adentro, inspiró la construcción de faros posteriores en todo el Mediterráneo y ejerció una influencia decisiva en la arquitectura marítima durante más de mil años. Su longevidad, estimada en más de 1.600 años, y su altura sin precedentes lo convirtieron en la obra cumbre de la ingeniería helenística.

Un equipo multidisciplinar y un proyecto de memoria histórica
El proyecto PHAROS reúne a arqueólogos, arquitectos, historiadores, numismáticos y especialistas en modelado 3D que trabajan de forma coordinada para recuperar el legado del faro. La colaboración con las autoridades egipcias ha sido clave, así como la experiencia acumulada durante décadas por el CEAlex en la arqueología submarina de Alejandría.
Este esfuerzo multidisciplinar ha permitido identificar y catalogar más de cien fragmentos arquitectónicos del faro en el fondo del puerto. Con la incorporación de los nuevos bloques, el modelo 3D de la estructura se encuentra ahora en una fase avanzada de desarrollo.

Del fondo marino a la memoria colectiva
La recuperación de las piedras del Faro de Alejandría se convierte en un acto de recuperación de la memoria cultural de la humanidad. En una época marcada por la pérdida de patrimonio y los conflictos que afectan a zonas históricas clave, este proyecto simboliza el valor del conocimiento, la cooperación internacional y la tecnología puesta al servicio de la historia.
Pocas estructuras del mundo antiguo han alcanzado la fama del Faro de Alejandría, tanto por su funcionalidad como por su simbología. Era un faro literal y figurado: una luz en medio del mar y un emblema de la ambición humana por desafiar los límites del conocimiento y de la técnica.
Más allá de su dimensión histórica, el proyecto simboliza una nueva forma de entender la arqueología: como una ciencia multidisciplinar, que combina precisión técnica, investigación histórica y tecnologías de vanguardia para preservar lo que el tiempo y los desastres naturales casi habían hecho desaparecer.
Referencias
- 2025. "Les portes du phare d’Alexandrie sortent de l’eau !". CNRS. UDL: https://www.cnrs.fr/fr/presse/les-portes-du-phare-dalexandrie-sortent-de-leau
- 2025. "Egypt, blocks of the Lighthouse of Alexandria, one of the Seven Wonders, resurface after 2,300 years". Finestre Sull'Arte. URL: https://www.finestresullarte.info/en/archaeology/egypt-blocks-of-the-lighthouse-of-alexandria-one-of-the-seven-wonders-resurface-after-2-300-years
- Abdelaziz, Mohamed y Mohamed Elsayed. 2019. "Underwater photogrammetry digital surface model (DSM) of the submerged site of the ancient lighthouse near qaitbay fort in Alexandria, Egypt".The international archives of the photogrammetry, remote sensing and spatial information sciences, 42: 1-8. DOI: https://doi.org/10.5194/isprs-archives-XLII-2-W10-1-2019