Este fue el original método que usó en el siglo XVII una distinguida aristócrata francesa para mejorar su sonrisa

Anne d'Alègre fue una noble francesa que optó por usar prótesis dentales en la Europa del siglo XVII. Su caso combina medicina, estética e historia social.
Tratamientos dentales de la Europa moderna
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto. Cráneo de Anne. Fuente: Rozenn Colleter, Inrap - Prótesis dentales del siglo XVII

En la Europa de época moderna, el cuidado dental no era una práctica generalizada, incluso entre las élites. Sin embargo, la excepcionalidad de Anne d’Alègre, aristócrata francesa fallecida en 1619, ha permitido descubrir uno de los casos mejor documentados del uso de prótesis dentales empleadas con fines tanto terapéuticos como estéticos. Gracias a las modernas técnicas digitales y a un contexto arqueológico bien conservado, un equipo multidisciplinar ha logrado reconstruir el tratamiento bucodental que recibió esta noble dama hace más de 400 años. Su caso no solo revela los conocimientos médicos de su tiempo, sino también las presiones sociales a las que estaban sometidas las mujeres de su clase.

El hallazgo de un cuerpo extraordinario

En 1987, durante unas excavaciones preventivas realizadas en la capilla del castillo de Laval, en Mayenne (Francia), los arqueólogos encontraron un ataúd de plomo: contenía el cuerpo embalsamado de una mujer noble, identificada como Anne d’Alègre (1565–1619). El cadáver, conservado en un excelente estado gracias a la aplicación de una serie de sustancias conservantes sobre el cuerpo, ofrecía una oportunidad sin precedentes para estudiar el estado de salud de la noble y, en particular, de su dentición.

El esqueleto mostraba signos de envejecimiento, lesiones traumáticas anteriores a la muerte y una pronunciada escoliosis. Su boca, sin embargo, celaba lo más sorprendente: la presencia de dos prótesis dentales de contención, incluida una sustitución de un incisivo central mediante un diente artificial de marfil que se había fijado con hilos de oro.

Mujer noble del siglo XVII
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Una sonrisa reconstruida con oro y marfil

El análisis con tecnologías digitales, como la tomografía computarizada (CBCT) y el escaneo intraoral 3D, permitió examinar de forma minuciosa tanto las piezas dentales como las prótesis. Se concluyó que Anne d’Alègre sufría una periodontitis avanzada de grado C, con una pérdida generalizada del hueso alveolar en ambas arcadas. Esta enfermedad, que se vincula a una inflamación crónica de las encías, provoca la movilidad dental, la pérdida de los dientes y dolor al masticar.

Para mitigar estos efectos, la aristócrata recibió un tratamiento de contención dental. Este consistió en el uso de una especie de férula hecha con hilos de oro de 0,4 mm de diámetro que unía los dientes, estabilizándolos y distribuyendo la presión masticatoria. Además, el diente incisivo central superior izquierdo se había reemplazado con una prótesis de marfil tallado, fijada mediante hilos que atravesaban la propia pieza. Como han podido constatar los investigadores, esta intervención no solo respondía a una necesidad funcional, sino también a una fuerte motivación estética y social.

Cráneo de Anne d'Alègre
Cráneo de Anne. Fuente: Rozenn Colleter/ Inrap

La función social del rostro femenino

En el contexto aristocrático del siglo XVII, la apariencia física era un símbolo del estatus, virtud y honor de la persona. Según la medicina humoral heredada del pensamiento hipocrático, un rostro desfigurado podía interpretarse como signo de desequilibrio moral o incluso de corrupción del alma. La pérdida de los dientes, en especial aquellos más visibles, como los incisivos, podía afectar gravemente la percepción pública de una mujer noble.

Ambroise Paré, cirujano real contemporáneo de Anne d’Alègre, advertía que la deformidad facial podía “depravar el habla”, haciendo que las personas parecieran menos virtuosas o incluso deshonestas. En este contexto, mantener una sonrisa armoniosa era una cuestión de identidad, de representación y de poder simbólico. Se convertía en una necesidad para sobrevivir socialmente en un mundo patriarcal y jerárquico.

Escaneado de la mandíbula
Escaneado de la mandíbula. Fuente: Rozenn Colleter /Inrap

Un tratamiento reservado a una élite

La mayoría de la población no podía acceder al uso de hilos de oro y dientes de marfil. Tanto la complejidad técnica de la prótesis como el coste del material empleado indican que Anne d’Alègre pertenecía a un círculo social privilegiado. Anne tenía la posibilidad de acceder a los mejores conocimientos médicos de su tiempo.

En el siglo XVII, incluso en Europa, la sustitución de dientes con piezas artificiales resultaba extremadamente rara. El registro arqueológico muestra muy pocos ejemplos anteriores o contemporáneos con este grado de sofisticación.

El desgaste visible en los puntos de contacto entre los hilos y los dientes sugiere que las prótesis se utilizaron en vida durante un periodo prolongado. Es probable que se realizaran ajustes y el reemplazo de los hilos. Estos hallazgos refuerzan la hipótesis de que se trató de un tratamiento aplicado en vida de la noble y no de una intervención post mortem.

Mujer noble del siglo XVII
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Estrés, viudez y salud mental

Los análisis también sugieren que Anne d’Alègre podría haber sufrido bruxismo, es decir, el hábito de rechinar los dientes, una condición vinculada al estrés crónico y a la ansiedad. Este diagnóstico, apoyado por el desgaste excesivo de sus piezas dentales, podría relacionarse con su biografía. Viuda en dos ocasiones, Anne también perdió a su hijo en una batalla en Hungría. Vivió sus últimos años sola, en un entorno donde la viudez femenina ofrecía libertad, pero también implicaba aislamiento y un aumento de la vigilancia social.

El deterioro periodontal y el bruxismo podrían haberse agravado mutuamente. En este sentido, la instalación de prótesis dentales no solo habría servido para restaurar su sonrisa, sino también como mecanismo de resistencia frente al deterioro físico.

Anne d'Alègre
Retrato de Anne d'Alègre, condesa de Laval. Fuente: Wikimedia

Un legado que ilumina el pasado

Gracias al empleo de las herramientas digitales actuales, como el escaneo intraoral, este estudio ha permitido determinar con gran precisión la salud bucal de una figura histórica concreta. El caso de Anne d’Alègre es un ejemplo paradigmático de cómo el cuerpo puede convertirse en un archivo vivo de las tensiones entre la medicina, la estética y las estructuras sociales.

Además, el estudio también contribuye a la historia de la odontología. Demuestra que las prácticas de sustitución dental y las intervenciones estéticas ya se usaban en Europa siglos antes de la generalización de la odontología moderna. Su historia cuestiona la idea de que el cuidado bucal era un lujo ocioso en el pasado: en realidad, respondía a necesidades complejas que combinaban salud, estatus y género. La prótesis de marfil, fijada con hilos de oro, de Anne d’Alègre encarna la confluencia de tecnología, estética y supervivencia.

Referencias

  • Colleter, Rozenn, et al. 2023. "Dental care of Anne d'Alègre (1565–1619, Laval, France). Between therapeutic reason and aesthetic evidence, the place of the social and the medical in the care in modern period". Journal of Archaeological Science: Reports, 48: 103794. DOI: https://doi.org/10.1016/j.jasrep.2022.103794

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