Descubierta en enero de 1912, Indre-et-Loire, en la comuna de Langeais, Francia, la cueva La Roche-Cotard se encuentra en la ladera orientada al sur en la orilla derecha del Loira. Ahora, un equipo de expertos dirigido por Jean-Claude Marquet de la Universidad de Tours, Francia, ha descubierto las marcas neandertales más antiguas registradas en la pared de esta cueva. Son objetos no figurativos, simbólicos y se cree que las marcas son acanaladuras de los dedos, líneas dejadas por los dedos humanos en una superficie blanda que se endurece con el tiempo.

Nueva evidencia arqueológica
Según el comunicado oficial, cuyo estudio ha sido publicado en la revista PloS One, una plétora de evidencia arqueológica reunida en muchas regiones del mundo ha revelado información sobre la "complejidad cultural" de estas antiguas especies humanas extintas. Sin embargo, no se sabe mucho sobre las inscripciones simbólicas o artísticas que dejaron en las paredes de las cuevas.
Redescubierta la entrada a la cueva en el siglo XX, sus cámaras comenzaron a sacar a relucir los secretos que llevaban escondidos entre 51.000 y 57.000 años. Los hallazgos sugieren que Homo sapiens no pudo haber entrado en la cueva y realizado los grabados después de que nuestros antepasados finalmente llegaran a Europa occidental, hace unos 45.000 años, por lo que se trata, indudablemente, de neandertales.
Este es el primer ejemplo inequívoco de grabados rupestres neandertales jamás descubiertos. El hallazgo, respaldado por la variedad de herramientas de piedra claramente neandertales de la cueva, identifica a los neandertales como los creadores del arte rupestre y se suma a la creciente evidencia de que nuestros parientes más cercanos eran más complejos de lo que se pensaba y demuestra que compartían nuestra creatividad y también nuestro deseo de autoexpresión.

"Quince años después de la reanudación de las excavaciones en el yacimiento de La Roche-Cotard, los grabados datan de hace más de 57.000 años y, gracias a la estratigrafía, probablemente de unos 75.000 años, lo que la convierte en la cueva decorada más antigua de Francia, si no Europa", dicen los autores.
Los artefactos encontrados en y junto a la cueva de La Roche-Cotard sugieren que los neandertales vivieron en las orillas del río Loira desde hace poco menos de 100.000 años hasta hace 65.000 años.
Reconsiderando las habilidades neandertales
Los autores los consideraron como "flautas de dedos", marcas creadas por manos humanas. Dado que los grabados no son de un animal u objeto, la intención detrás de ellos no está clara, dijeron los investigadores. Pero son de una edad similar a otros grabados rupestres hechos por humanos primitivos en otras partes del mundo.
Los investigadores estudiaron los misteriosos símbolos mediante fotogrametría y análisis de trazado, así como con otras marcas humanas conocidas y experimentales. Las representaciones en 3D de los grabados y el resto de muestras determinaron que las marcas tenían formas deliberadas, organizadas e intencionales hechas por manos humanas. El método 3D ayudó en el examen completo de la forma, el espacio y la disposición de estas marcas en la pared de la cueva.
Los hallazgos anteriores de grabados neandertales incluyen un grabado rupestre descubierto en Gibraltar con una antigüedad de más de 39.000 años y un hueso de ciervo grabado de 51.000 años.
Referencia:
Marquet J-C, Freiesleben TH, Thomsen KJ, Murray AS, Calligaro M, Macaire J-J, et al. The earliest unambiguous Neanderthal engravings on cave walls: La Roche-Cotard, Loire Valley, France, PLOS ONE (2023). DOI: 10.1371/journal.pone.0286568. journals.plos.org/plosone/arti … journal.pone.0286568