Sigue estos sencillos consejos para aumentar la seguridad en carretera en verano

En verano, el sol, la suciedad, los desplazamientos nocturnos y el aumento del tráfico, hacen más necesario que nunca saber ver y mirar al volante
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Viajar en verano

Como todos los veranos, los desplazamientos por carretera se intensifican: la DGT Tráfico prevé 95 millones de desplazamientos de largo recorrido en julio y agosto, a los que hay que sumar cientos de millones de recorridos locales. El 90% de la información que recibimos al conducir nos llega a través de la vista y en esta época del año la visibilidad al volante es más importante que nunca. Desde Carglass España nos ofrecen una serie de sencillos consejos para aumentar la seguridad en carretera en esta época del año.

En verano hay más horas de luz y se incrementa la incidencia solar. En esta época es necesario conducir unas gafas de sol de calidad, limpias y en buen estado; algo que se vuelve imprescindible para las personas con ojos claros y en los conductores profesionales que pasan muchas horas al volante, pues se arriesgan a sufrir daños en todas las capas del ojo si no las emplean. Por otro lado, la elevada luminosidad aumenta la fatiga visual al conducir y necesitamos parar más a menudo para descansar la vista.

Hay que tener en cuenta que amanece antes y anochece más tarde, y que la intensidad de estos fenómenos es más elevada y puede provocar deslumbramientos.

Verano en coche

Hay que elegir bien cuándo usar los limpiaparabrisas para limpiar el cristal, porque el barro y los reflejos del solo pueden dejarnos a ciegas unos segundos (y a 120 km/h, recorremos más de 30 metros por segundo), efecto que se intensifica con unas escobillas en mal estado.

Aunque el sol es el protagonista, en las vacaciones de verano también solemos salir y conducir más por la noche. Y la falta de luz hace que las pupilas se dilaten y que el ojo funcione más con la retina periférica, lo que genera una pequeña miopía nocturna en todos los conductores. De noche también se produce más fatiga visual, lagrimeo y picor de ojos. De noche perdemos mucha visión periférica, aunque también es cierto que podemos ver por el 'rabillo del ojo' fuentes de luz que contrastan con la oscuridad. Por otro lado, al conducir de noche dependemos de los equipos de iluminación de los coches y de las vías; y se producen más deslumbramientos, que pueden cegarnos momentáneamente y ser muy peligrosos: un conductor deslumbrado tarda de entre 3 y 20 segundos en recuperar totalmente la visión.

Aunque cada vez sucede con menos intensidad, en esta época del año muchos insectos acaban estampados contra el parabrisas. Hay que usar los limpiaparabrisas regularmente para no comprometer la visibilidad y evitar que los restos de los insectos se sequen y dañen las escobillas. También puede ser necesario detenernos en una estación de servicio para limpiarlo a fondo.

La sequedad, elevadas temperaturas y los vientos procedentes de África hacen que en verano se levante más polvo y arena. Además, las grietas del asfalto se dilatan por el calor y en ellas se acumula polvo, que los automóviles levantan a su paso. Este polvo se adhiere a los cristales y reduce nuestra visión. Los coches estacionados cerca la playa suelen acabar cubiertos por una fina capa de polvo y arena. No hay que activar los limpiaparabrisas, ni tampoco los elevalunas, en ese momento, pues podrían dañarse y rayar los cristales. Lo ideal es llevar en el coche una garrafa llena de agua, para retirar la mayor parte de la arena de los cristales y poder conducir con seguridad antes de acometer una limpieza más profunda.

El parabrisas tiene que estar siempre limpio y en buen estado. En verano e invierno es cuando más parabrisas se rompen por las temperaturas extremas y las diferencias térmicas, que generan grandes tensiones en los cristales. Un pequeño impacto -fácilmente reparable en cualquier taller de Carglass- se convierte con rapidez en una peligrosa raja que dificulta la visión o en rotura irreparable que puede arruinar un viaje. Si el parabrisas ha sufrido un impacto hay que acudir al taller lo antes posible. Carglass recomienda reparar el parabrisas, siempre que sea posible, antes que sustituirlo. Un parabrisas reparado recupera el 100 por 100 de sus condiciones y rigidez original, lo que se ha demostrado en numerosos estudios independientes.

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