Hubo un tiempo en el que la seguridad vial se ponía a prueba en pistas de ensayo y en condiciones controladas. Hoy, ese tiempo ha quedado atrás. Gracias a la inteligencia artificial y al uso de entornos virtuales hiperrealistas, los ingenieros pueden ahora entrenar los sistemas de seguridad del coche en millones de escenarios que jamás han sucedido... pero que podrían suceder. El objetivo: adelantarse al peligro antes incluso de que aparezca.
Volvo Cars, en colaboración con Zenseact y NVIDIA, está liderando este salto tecnológico mediante la integración de mundos virtuales generados por IA, una técnica conocida como dispersión gaussiana y potentes plataformas de supercomputación. La finalidad es clara: acelerar el desarrollo de software avanzado de asistencia a la conducción (ADAS) y crear vehículos que no solo respondan a lo inesperado, sino que lo anticipen.
El laboratorio del futuro: pruebas virtuales a escala inimaginable
Durante décadas, el desarrollo de sistemas de seguridad dependía de pruebas físicas: maniobras de esquiva, frenazos controlados, impactos simulados. Aunque efectivas, estas metodologías estaban limitadas por el tiempo, el espacio y la capacidad de recrear escenarios complejos o extremadamente raros. Hoy, esas limitaciones están desapareciendo.

Con entornos 3D generados por IA, los ingenieros pueden recrear escenas urbanas hiperrealistas a partir de imágenes reales, insertando elementos dinámicos como peatones, ciclistas o vehículos que interactúan de forma inteligente. Gracias a la técnica de dispersión gaussiana, estas escenas cobran vida en tres dimensiones, ofreciendo un grado de fidelidad visual y comportamental sin precedentes.
“Ya tenemos millones de datos de momentos que nunca sucedieron y que utilizamos para desarrollar nuestro software”, afirma Alwin Bakkenes, director de ingeniería de software global de Volvo Cars.

Este enfoque permite simular eventos improbables —pero peligrosos— como un semáforo que funciona mal, un coche circulando en sentido contrario o animales cruzando en plena autopista, todo sin poner en riesgo a nadie ni a nada. Cada escenario puede variarse miles de veces, cambiando condiciones de luz, clima, número de usuarios en la vía, velocidad o comportamiento del tráfico. Así, el software se entrena en tiempo récord, pasando de meses a días en la validación de casos extremos.

Del dato al conocimiento: cómo funciona la dispersión gaussiana
La técnica estrella de esta revolución se llama dispersión gaussiana, y permite reconstruir escenarios tridimensionales a partir de imágenes reales capturadas por sensores. Estos modelos son sorprendentemente naturales, tanto en su apariencia visual como en su comportamiento físico.

Los datos de conducción recopilados por los vehículos —como frenazos repentinos, volantazos o intervenciones del conductor— se transforman en material de entrenamiento. A través de esta técnica, se crean millones de simulaciones sintéticas que pueden manipularse hasta el más mínimo detalle.
- Recreación de incidentes con alta precisión
- Manipulación dinámica del tráfico virtual
- Entrenamiento del software en condiciones límite
- Validación de algoritmos ADAS en múltiples escenarios simultáneos

Esta metodología que hace uso de entornos virtuales no solo acelera el desarrollo, sino que también abre la puerta a una mejora continua del sistema de seguridad, permitiendo detectar patrones que aún no se han registrado en el mundo real.

Zenseact y NVIDIA: socios clave en esta transformación
En el corazón de esta iniciativa se encuentra Zenseact, la empresa de software e inteligencia artificial fundada por Volvo Cars en 2020. Especializada en automatización y seguridad, esta firma trabaja en estrecha colaboración con investigadores suecos del programa WASP (Wallenberg AI, Autonomous Systems and Software Program) para explorar nuevas fronteras en simulación y aprendizaje automático.

A esta ecuación se suma NVIDIA, cuya plataforma de supercomputación DGX impulsa el procesamiento masivo de datos generados por los vehículos. Gracias a su potencia, se pueden analizar millones de variables en paralelo, contextualizar lo que ocurre dentro y fuera del coche, y alimentar redes neuronales que anticipan posibles riesgos.

“Gracias a la técnica de dispersión gaussiana, podemos seleccionar uno de los raros casos extremos y explotarlo en miles de nuevas variaciones del escenario para entrenar y validar nuestro modelo”, añade Bakkenes. “Esto tiene el potencial de generar una escala que nunca habíamos tenido, e incluso de detectar casos extremos antes de que ocurran”.

El coche que aprende de lo que aún no ha sucedido
El enfoque de Volvo en los entornos virtuales es claro: entrenar los sistemas de seguridad no solo para lo probable, sino también para lo improbable. Gracias a la IA, el software ADAS está preparado para enfrentarse a condiciones nunca vistas. Esto incluye:
- Tornados de polvo cruzando la vía
- Inundaciones repentinas
- Objetos cayendo desde camiones
- Señales contradictorias o fallos eléctricos
- Conductores distraídos o en estado de ebriedad
Capturar todos estos escenarios en la vida real sería virtualmente imposible. Pero ahora, con mundos generados por IA, es una realidad al alcance de un clic.

Este enfoque se ve reflejado en modelos actuales como el SUV híbrido insignia de Volvo, mejor que nunca, que ya integra tecnologías de asistencia avanzadas derivadas de estos sistemas de simulación, o en innovaciones pioneras como el primer Volvo que inicia una nueva era en materia de seguridad, desarrollado sobre una arquitectura completamente nueva, donde la IA y el diseño van de la mano.

Una plataforma, infinitas posibilidades
Los vehículos eléctricos de nueva generación de Volvo están diseñados desde el inicio para aprovechar esta revolución. Equipados con una arquitectura de sensores avanzada y una plataforma basada en computación acelerada de NVIDIA, estos coches recopilan y procesan datos en tiempo real para mejorar su respuesta y anticipación.

Además, los datos recopilados se integran en uno de los mayores centros de datos de los países nórdicos, impulsado por Zenseact y alimentado por tecnología NVIDIA. Es el cerebro digital que entrena los vehículos del futuro.

Entornos virtuales: la seguridad del mañana se diseña en el metaverso
La apuesta de Volvo por la inteligencia artificial, los entornos simulados y la computación de alto rendimiento marca un antes y un después en la historia del automóvil. Más que un coche, el nuevo paradigma es una plataforma de aprendizaje continuo que se actualiza, entrena y mejora de forma constante.
Gracias a mundos virtuales generados por IA, los vehículos del futuro serán más conscientes, más inteligentes y, sobre todo, más seguros. Un nuevo capítulo en la evolución del automóvil, donde la imaginación tecnológica se convierte en el escudo más efectivo para proteger nuestras vidas.