La forma rizada del vello púbico responde a la presencia de hormonas -estrógenos y testosterona- en la sangre. Su función no está clara. En su libro La mujer desnuda, el etólogo Desmond Morris señala tres posibles utilidades. La principal es la de señal visual. En las épocas primitivas de desnudez, habría sido el indicador de la madurez reproductora en la mujer. La segunda función es actuar como trampa de olores, y en tercer lugar, sirve como amortiguador entre la piel del varón y de la hembra durante el acto sexual, ya que protege de la abrasión al delicado monte de Venus.
El vello púbico comienza a aparecer en la etapa de la pubertad, que es cuando el cuerpo experimenta cambios hormonales significativos. En niñas, el desarrollo de las mamas suele ser uno de los primeros signos puberales, seguido por el crecimiento del vello púbico y el aumento de tamaño de las caderas. En niños, la pubertad se manifiesta con el crecimiento del vello púbico, seguido por el aumento del tamaño de los testículos y el cambio en la voz. Estos cambios son desencadenados por la liberación de hormonas sexuales, como estrógenos y testosterona, que afectan el desarrollo de características sexuales secundarias, incluyendo el vello púbico. La aparición del vello púbico en la pubertad es un proceso natural y parte del desarrollo sexual normal.