Los secretos de Oppenheimer: más allá de la bomba atómica

¿Quién es Oppenheimer? Presentamos no solo el Oppenheimer físico, quien creo la bomba atómica, sino el Julius Oppenheimer persona. La biografía de Oppenheimer al descubierto.
Oppenheimer y la bomba atómica

JJulius Robert Oppenheimer, a menudo conocido como el "padre de la bomba atómica", es una de las figuras más emblemáticas y complejas del siglo XX. Su brillantez como físico teórico lo llevó a desempeñar un papel central en el Proyecto Manhattan, el programa secreto de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial que culminó en la creación de las primeras armas nucleares. Bajo su liderazgo en Los Álamos, Nuevo México, un grupo diverso de científicos logró desarrollar la bomba atómica, una hazaña que no solo cambió el curso de la guerra, sino también la historia de la humanidad. Sin embargo, el legado de Oppenheimer es profundamente dual. Mientras que por un lado se le reconoce como un héroe científico por sus contribuciones a la ciencia y la defensa nacional, por otro, su vida se vio ensombrecida por controversias políticas, especialmente durante la era 'macartista', cuando fue despojado de su autorización de seguridad y tratado como un paria político. Esta dualidad —de héroe a víctima del sistema— marca la vida de Oppenheimer, quien, como un moderno Prometeo, trajo el fuego de los dioses al hombre, solo para ser castigado por su audacia.a.

Oppenheimer, como un moderno Prometeo, trajo el fuego nuclear a la humanidad y sufrió las consecuencias de su poder. Fuente: Leonardo.Ai / Eugenio Fdz. - Leonardo.Ai / Eugenio Fdz.

La infancia de Oppenheimer

J. Robert Oppenheimer nació el 22 de abril de 1904 en Nueva York, en el seno de una familia de inmigrantes judíos alemanes que valoraba profundamente la educación y la cultura. Su padre, Julius Oppenheimer, era un exitoso comerciante de textiles, y su madre, Ella Friedman, una pintora con formación en París. Desde una edad temprana, Robert fue un niño excepcionalmente inteligente y curioso que desarrolló un interés temprano por la ciencia, en particular por la mineralogía. Pasaba horas clasificando y estudiando minerales, un pasatiempo que lo llevó a ser admitido en el New York Mineralogical Club a los doce años, donde dio su primera conferencia ante un público de adultos.

«Sus padres sabían que tenían un 'genio' en sus manos. "Lo adoraban, se preocupaban por él y lo protegían", recordó Babette Oppenheimer, prima de Robert»

La educación de Oppenheimer fue rigurosa y estuvo marcada por su asistencia a la Ethical Culture Society School, una institución que promovía valores de racionalidad, justicia social y libre pensamiento. Esta formación alimentó tanto su amor por la ciencia como su interés en temas filosóficos y sociales, aspectos que influirían profundamente en su vida posterior.

Oppehheimer fumó bastante durante su vida, una circunstancia que lo empujó a un cáncer de garganta fulminante. Fuente: Wikipedia / Ed Westcott - Wikipedia / Ed Westcott

En la década de 1920, Oppenheimer continuó su formación en Alemania, donde se sumergió en el estudio de la física cuántica, una disciplina en pleno auge. Estudió en la Universidad de Gotinga bajo la tutela de Max Born, uno de los pioneros de la mecánica cuántica. Esta experiencia no solo consolidó su reputación como un físico teórico brillante, sino que también expandió su visión del mundo, alimentando su creciente preocupación por las implicaciones éticas y sociales de la ciencia. Con el tiempo, estas preocupaciones lo llevaron a involucrarse en cuestiones políticas y sociales, estableciendo el escenario para la compleja figura pública en la que se convertiría.

El Proyecto Manhattan y la bomba atómica

En 1942, en medio de la Segunda Guerra Mundial, J. Robert Oppenheimer fue elegido para dirigir el Proyecto Manhattan, el programa ultrasecreto del gobierno de los Estados Unidos destinado a desarrollar la primera bomba atómica. Su nombramiento como director científico del proyecto fue una elección estratégica, ya que Oppenheimer no solo era un físico teórico de renombre, sino también un líder carismático y un pensador interdisciplinario capaz de unir a los científicos más brillantes de la época en una misión común.

A menudo Oppenheimer es conocido como padre de la bomba atómica, un título que no le gustaba. Fuente: ChatGPT / Eugenio Fdz. - ChatGPT / Eugenio Fdz.

Bajo su liderazgo, se estableció el laboratorio de Los Álamos en Nuevo México, un lugar aislado elegido por Oppenheimer para garantizar la seguridad y el secreto del proyecto. Allí, logró reunir a un equipo diverso de físicos, químicos, ingenieros y matemáticos, transformando la meseta desértica en un centro de innovación científica. A pesar de las inmensas dificultades técnicas y las presiones del tiempo, Oppenheimer mantuvo al equipo enfocado en su objetivo: la creación de un arma que pudiera terminar la guerra.

El trabajo culminó el 16 de julio de 1945 con la primera prueba exitosa de una bomba atómica, conocida como la prueba "Trinity". Al observar la explosión, Oppenheimer recordó una línea del texto sagrado hindú, el Bhagavad Gita: "Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos". Esta cita refleja la profunda ambivalencia que Oppenheimer sintió en ese momento. Si bien había cumplido con éxito la tarea para la que fue designado, comprendía el inmenso poder destructivo que había ayudado a liberar. Este momento marcó el inicio de una nueva era en la historia de la humanidad, donde el conocimiento científico no solo significaba progreso, sino también la capacidad de aniquilación masiva.

«Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos»

Oppenheimer no se sentía orgulloso del logro de la bomba atómica. Fuente: ChatGPT / Eugenio Fdz. - ChatGPT / Eugenio Fdz.

Oppenheimer fue aclamado como un héroe por su papel en el fin de la guerra, pero la carga moral de haber contribuido a la creación de una arma tan devastadora lo acompañaría por el resto de su vida.

«Sin Oppenheimer, el 'artefacto' primordial que construyeron en Nuevo México nunca habría sido terminado a tiempo para su uso en la guerra»

Tras la lupa del FBI

Durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, J. Robert Oppenheimer fue objeto de una intensa vigilancia por parte del FBI, iniciada debido a sus conexiones políticas pasadas y su creciente oposición a la carrera armamentista nuclear, en particular, al desarrollo de la bomba de hidrógeno. Esta vigilancia, que se intensificó durante la era del macartismo, no solo afectó su carrera profesional sino que también tuvo un impacto significativo en su vida personal.

El FBI mantuvo una estrecha vigilancia sobre Oppenheimer y sus allegados, incluyendo intervenciones telefónicas y la recopilación de informes sobre sus actividades sociales y políticas. Estos informes, muchas veces llenos de exageraciones y sospechas infundadas, sirvieron como base para las acusaciones que finalmente llevaron a la famosa audiencia de seguridad en 1954 que veremos en seguida.

Una bomba de realidad en la vida de Oppenheimer

El uso de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945 tuvo un profundo impacto en la conciencia de J. Robert Oppenheimer. Aunque la devastación causada por las explosiones cumplió con el objetivo militar de forzar la rendición de Japón y poner fin a la Segunda Guerra Mundial, Oppenheimer se sintió abrumado por el peso moral de su creación. En los años posteriores, comenzó a expresar públicamente sus dudas sobre la proliferación de armas nucleares, con lo que alertaría sobre los peligros de una carrera armamentista desenfrenada que podría llevar a la aniquilación global.

Particularmente preocupante para Oppenheimer fue el desarrollo de la bomba de hidrógeno, un arma aún más destructiva que la bomba atómica. En 1949, cuando el debate sobre su desarrollo se intensificó, Oppenheimer se opuso firmemente, argumentando que el uso de tales armas sería genocida y que su existencia podría desestabilizar aún más el equilibrio global. Su postura lo colocó en desacuerdo con poderosas figuras del gobierno y del ejército, quienes veían en la bomba de hidrógeno una necesidad estratégica en el contexto de la Guerra Fría.

Oppenheimer se opuso firmemente, como un pacifista más. Fuente: Mindjourney / Eugenio Fdz. - Mindjourney / Eugenio Fdz.

Este desacuerdo culminó en 1954, cuando Oppenheimer fue sometido a una audiencia de seguridad por la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos. En un clima político dominado por el miedo al comunismo y la sospecha, Oppenheimer fue acusado de ser un riesgo para la seguridad nacional, en parte debido a sus asociaciones pasadas con figuras de la izquierda política y su oposición al desarrollo de armas más poderosas. La audiencia, que fue ampliamente vista como una farsa, resultó en la revocación de su autorización de seguridad, lo que lo apartó efectivamente de cualquier influencia en la política científica del gobierno.

La caída en desgracia de Oppenheimer no solo fue una tragedia personal, sino también un reflejo de las tensiones de la época, en las que la ciencia y la política estaban inextricablemente entrelazadas en el nuevo mundo nuclear.

El otro Oppenheimer: físico y divulgador

Aunque J. Robert Oppenheimer es ampliamente conocido por su papel en el desarrollo de la bomba atómica, su hermano menor, Frank Oppenheimer, dejó su propia marca significativa en el mundo de la ciencia y la educación. En 1969, Frank fundó el Exploratorium en San Francisco, un museo interactivo de ciencia que ha sido pionero en hacer que la ciencia sea accesible y atractiva para personas de todas las edades. El Exploratorium se ha convertido en un modelo global de educación científica interactiva y permite a los visitantes aprender a través de la experimentación y el juego.

La creación del Exploratorium fue la culminación del sueño de Frank de acercar la ciencia al público de una manera directa y participativa. A pesar de que su carrera en la física se vio interrumpida durante la era del macartismo, Frank encontró en la educación científica un nuevo propósito. Su visión era que todos, independientemente de su formación o antecedentes, pudieran explorar y entender los principios científicos a través de experiencias prácticas. 

El 'Exploratorium' de San Francisco, un proyecto del hermano de Oppenheimer. Fuente: Wikipedia / Amy Snyder - Wikipedia / Amy Snyder

Su hermano no fue la única persona conocida en la ciencia, si hablamos de la familia de Oppenheimer hay que destacar la figura de Katherine Vissering Puening, su esposa. Fue una mujer de gran carácter y determinación que desempeñó un papel crucial en la vida de J. Robert Oppenheimer, especialmente durante los años tumultuosos del Proyecto Manhattan y la posterior caída en desgracia de su esposo. Nacida en Alemania en 1910, Kitty emigró a los Estados Unidos y se casó tres veces antes de conocer a Robert Oppenheimer, con quien contrajo matrimonio en 1940. Kitty tenía formación en biología y era una mujer intelectualmente activa, pero su vida se transformó radicalmente al convertirse en la esposa de uno de los científicos más destacados de su tiempo. A pesar de su carácter fuerte y a veces polémico, Kitty apoyó a Robert en los momentos más difíciles, incluyendo la audiencia de seguridad que llevó a la pérdida de la autorización de su esposo en 1954.

Kitty Oppenheimer también fue conocida por su compleja vida personal, marcada por problemas con el alcohol y un carácter que a veces la hizo difícil de tratar en los círculos sociales y científicos que frecuentaba junto a su esposo. Sin embargo, su devoción por Robert fue innegable, y juntos criaron a dos hijos, Peter y Toni. Después de la muerte de Robert en 1967, Kitty vivió algunos años más, viajando y pasando tiempo en su casa en las Islas Vírgenes, antes de fallecer en 1972. 

Muerte de Oppenheimer

J. Robert Oppenheimer falleció el 18 de febrero de 1967 a los 62 años, después de una batalla de varios meses contra el cáncer de garganta. La enfermedad, que había sido diagnosticada en 1965, lo afectó profundamente, debilitando su ya frágil salud y llevándolo a someterse a tratamientos intensivos, incluidos radioterapia y cirugías. A pesar de sus esfuerzos, la enfermedad avanzó rápidamente y Oppenheimer pasó sus últimos días en su casa de Princeton, Nueva Jersey, rodeado por su familia y algunos amigos cercanos. 

Una semana después, se celebró un servicio conmemorativo en Alexander Hall, en el campus de la Universidad de Princeton, al que asistieron 600 de sus colegas científicos, políticos y militares, entre ellos Hans Bethe, Leslie Groves, George Kennan, David Lilienthal, I. I. Rabi, Henry DeWolf Smyth y Eugene Wigner. Su hermano Frank, el resto de su familia, y figuras destacadas como el historiador Arthur M. Schlesinger Jr., el novelista John O'Hara, y George Balanchine, director del New York City Ballet, también estuvieron presentes. Bethe, Kennan y Smyth ofrecieron breves elogios en su honor. El cuerpo de Oppenheimer fue incinerado y sus cenizas fueron colocadas en una urna que su esposa Kitty arrojó al mar frente a la casa de la playa en St. John.

Referencias

  • Prometeo americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer (Debate, 2023), 

Kai Bird y Martin J. Sherwin.

Recomendamos en