Los grandes descubrimientos científicos no siempre ocurren en laboratorios enormes llenos de equipos sofisticados y planes meticulosos. A veces, un pequeño error puede abrir la puerta a un fenómeno nunca antes visto. Esto es exactamente lo que le ocurrió a la investigadora Yilin Wong en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Mientras trabajaba en un experimento de rutina con obleas de germanio cubiertas de metal, Wong dejó accidentalmente una muestra expuesta durante la noche. Cuando la observó al día siguiente bajo el microscopio, no podía creer lo que veía: cientos de patrones en espiral perfectamente formados habían aparecido en la superficie del germanio.
Este hallazgo fortuito llevó a Wong y a su colega Giovanni Zocchi a investigar un proceso químico y mecánico desconocido hasta ahora. Su estudio, publicado en Physical Review Materials, revela que la combinación de reacciones químicas y tensiones mecánicas en películas metálicas ultrafinas puede generar estructuras sorprendentemente ordenadas. Además, demuestra que un mecanismo similar podría estar presente en procesos naturales, desde la formación de fracturas en materiales hasta el desarrollo de patrones en organismos vivos.
La química detrás de los patrones: el papel de la etching asistida por metales
El fenómeno descubierto por Wong y Zocchi se basa en una técnica conocida como metal-assisted chemical etching (MACE). Este método, utilizado para fabricar estructuras tridimensionales en semiconductores, implica la deposición de una fina capa de metal sobre una superficie de germanio o silicio, seguida de la aplicación de una solución de grabado químico.
En el caso del experimento de UCLA, los investigadores depositaron una capa de 10 nanómetros de cromo sobre la superficie del germanio, seguida de una capa de 4 nanómetros de oro. Luego, agregaron una solución de grabado débilmente ácida, la dejaron secar y la reactivaron más tarde en una cámara húmeda para evitar la evaporación. En un período de 24 a 48 horas, el metal catalizó una reacción química que grabó intrincados patrones en la superficie del germanio.
Según los investigadores, el proceso no es simplemente químico, sino que también está impulsado por factores mecánicos. Las capas de cromo y oro experimentan tensiones internas que, a medida que el grabado avanza, generan arrugas y deformaciones en el metal. Este estrés mecánico parece dirigir la formación de los patrones, dando lugar a espirales, formas radiales y estructuras aún más complejas.

Espirales, fracturas y ondas: un enigma físico
Uno de los aspectos más intrigantes del estudio es la diversidad de patrones que se forman en la superficie del germanio. Dependiendo del grosor de la capa de metal y de la composición de la solución de grabado, el sistema puede producir espirales de tipo arquimediano, espirales logarítmicas, patrones radiales e incluso formas desordenadas.
Los investigadores identificaron dos patrones principales:
- Las espirales se originan a partir de un pequeño "pozo de grabado" central y crecen hacia afuera. Algunas son espirales arquimedianas, con brazos equidistantes, mientras que otras son espirales logarítmicas, cuyas separaciones entre vueltas aumentan progresivamente.
- Los patrones radiales se forman en presencia de un agente reductor en la solución, generando surcos oscuros de separación constante que se expanden en forma de ondas concéntricas.
Este tipo de formación de patrones recuerda a los sistemas de reacción-difusión propuestos por Alan Turing en 1952. Turing sugirió que ciertas reacciones químicas podían generar patrones autoorganizados, como los que se observan en la piel de algunos animales o en la distribución de células en un embrión. Los investigadores de UCLA creen que un mecanismo similar puede estar ocurriendo aquí, pero en un contexto sólido en lugar de líquido.

La mecánica del grabado: del estrés al patrón
Además de la reacción química, un factor clave en la formación de estos patrones es la tensión mecánica en la película de metal. Las capas delgadas de cromo y oro están sometidas a estrés interno debido a diferencias en los coeficientes de expansión térmica entre los materiales.
Cuando el germanio se disuelve parcialmente en la reacción química, el metal sufre una ligera delaminación (desprendimiento parcial). Este proceso crea zonas de vacío bajo la película metálica, lo que provoca una inestabilidad que puede derivar en la formación de pliegues y arrugas. En algunos casos, el metal incluso se agrieta, lo que sugiere que la propagación de fisuras también podría influir en la creación de patrones.
Los investigadores proponen que el fenómeno puede describirse mediante la teoría de inestabilidad de pandeo de Euler, un modelo matemático que explica cómo las estructuras delgadas se doblan o arrugan bajo compresión. Este mecanismo podría ser el responsable de la regularidad en los patrones observados, asegurando que las espirales y surcos mantengan una estructura predecible.

¿Un puente entre la química y la biología?
Uno de los aspectos más sorprendentes del estudio es su posible conexión con procesos biológicos. En la naturaleza, muchos organismos utilizan interacciones entre reacciones químicas y fuerzas mecánicas para desarrollar formas complejas. Desde la manera en que las hojas de las plantas se pliegan hasta la formación de patrones en la piel de los peces, la combinación de química y mecánica desempeña un papel crucial en la morfogénesis.
"En el mundo biológico, este tipo de acoplamiento es ubicuo", explicó Zocchi. El hecho de que se haya descubierto un fenómeno similar en un sistema inorgánico abre nuevas posibilidades para el estudio de la autoorganización en materiales sólidos.
Por otra parte, los investigadores sugieren que el conocimiento obtenido de este sistema podría aplicarse a la fabricación de materiales avanzados, como dispositivos flexibles, recubrimientos autoadaptables y estructuras tridimensionales diseñadas con precisión a nivel microscópico.
Referencias
- Yilin Wong y Giovanni Zocchi. Metal Assisted Chemical Etching patterns at a Ge/Cr/Au interface modulated by the Euler instability. Physical Review Materials, 2024. DOI: 10.1103/PhysRevMaterials.8.034002.