Ciencia

El continente antártico cuenta con una superficie de 14 millones de kilómetros cuadrados y es el continente más austral de la Tierra.

Cuando en 1609 Galileo Galilei presentó su nuevo artilugio en Venecia, muchos lo tacharon de diabólico: el cielo -y sus sagrados misterios- se abría ante los ojos del hombre. Esta es la apasionante evolución de aquel tubo con dos lentes: el telescopio.

Por la boca muere el pez... y se inculpa el delincuente. Los expertos en lenguaje son capaces de identificar al auténtico autor de una llamada terrorista o una nota de rescate.

¿Sabías que la precipitación media anual en las zonas desérticas es de 25 milímetros cúbicos al año? ¿Y que 85 grados centígrados es la temperatura que puede soportar el liquen Ramalina maciformis sobre las ardientes rocas saharianas?

Antes de Galileo no existía la astronomía. Fue él quien aplicó a los cielos los métodos de la ciencia, quien se atrevió a mirar con un anteojo hacia las moradas de los dioses. Así descubrió lo que ningún ser humano había observado antes.

Mientras la sonda Phoenix trabaja asiduamente recogiendo tierra y calentándola en sus hornos para leer la química del suelo, uno podría pensar en el problema que supondrá para los exploradores del futuro el asunto del calendario marciano.

¿Qué tienen en común una tarjeta de crédito, la reproducción de los conejos, la coliflor y el Partenón? La respuesta es 1,618033... el número áureo.