La capa de óxido que se forma en el latón y otras aleaciones está causada por la reacción del oxígeno con alguno de los metales constituyentes. Se trata de una reacción química, pero es reversible. Y la solución está en nuestras despensas.
Las bebidas de cola contienen sustancias ácidas, como el ácido fosfórico (H3PO4), que al entrar en contacto con el metal reaccionan con el oxígeno. De este modo, el ácido ayuda a eliminar los átomos de este gas y, por tanto, a eliminar la corrosión. Una precisión: los ácidos de las bebidas de cola no dañan el estómago, ya que éste segrega otros mucho más potentes, pero sí perjudican los dientes.
En cualquier caso, hay métodos más fiables, como el uso de sustancias químicas exclusivas para eliminar el óxido o técnicas mecánicas como pueden ser el lijado de la zona.