Los primeros primates que poblaron Norteamérica llegaron hace unos 56 millones de años. Debido a un cambio por el que el clima se volvió más frío y seco, todos se extinguieron hace unos 34 millones de años. Sin embargo, se hallaron fósiles de primate con 30 millones de años de antigüedad, que vuelven a parecer en el registro de manera abrupta. ¿Cómo llegaron hasta ahí cuando se supone que llevaban millones de años extintos? ¿De dónde vinieron y cuál fue su evolución?

La película de la vida
Esta es la historia del enigmático Ekgmowechashala, un género extinto de primate cuyo nombre significa en sioux algo así como “pequeño hombre zorro”. Por lo que se ha descubierto hasta ahora, fue el último primate que habitó América del Norte antes de Homo sapiens, de quienes algunos de los primeros registros se asocian a la cultura Clovis. Según los investigadores, parece que esta historia es del género western: “un solitario canoso y misterioso que, contra todo pronóstico, se gana la vida a duras penas en las llanuras americanas”. Aunque la ambientación podría resultarnos muy distinta, pues la trama ocurrió hace 30 millones de años, tras la transición Eoceno-Eligoceno, una época en la que Norteamérica se enfrió y se secó, lo cual dificultó la vida para los primates adaptados al calor. Es por ello que el estudio de los fósiles de Ekgmowechashala nos sirve para conocer más sobre la evolución de nuestros ancestros y acerca de la supervivencia en condiciones de cambio climático como el que nos afecta hoy a nosotros. El “pequeño hombre zorro” es un misterio por resolver, pero puede ofrecernos pistas muy interesantes acerca de dónde venimos y hacia dónde puede ser que vayamos.
Un equipo de investigación se ha propuesto resolver el misterio y los resultados se publicaron en la revista “Journal of Human Evolution”. Al frente del estudio ha estado Kathleen Rust, investigadora del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva y el Instituto de Biodiversidad de la Universidad de Kansas. El hallazgo de fósiles de la misma especie o muy cercanas en la evolución tanto en América del Norte como en China ha llevado a formular la teoría de que estamos antes un animal que emigró desde el continente asiático al americano. Según Rust:
“Este proyecto se centra en un primate fósil muy distintivo conocido por los paleontólogos desde la década de 1960. Debido a su morfología única y su representación únicamente por restos dentales, su lugar en el árbol evolutivo de los mamíferos ha sido objeto de controversia y debate. Ha prevalecido un consenso que se inclina hacia su clasificación como primate. Pero el momento y la aparición de este primate en el registro fósil de América del Norte son bastante inusuales. Aparece repentinamente en el registro fósil de las Grandes Llanuras, más de 4 millones de años después de la extinción de todos los demás primates norteamericanos, que ocurrió hace unos 34 millones de años”.

El primate inmigrante
La comparación y análisis de los fósiles descubiertos en Nebraska y el sur de China ha permitido a Rust y su equipo vincular evolutivamente estos restos de primates y sacar conclusiones acerca de la llegada de Ekgmowechashala a Norteamérica. Según la autora: “recopilamos una cantidad sustancial de datos morfológicos para crear un árbol evolutivo utilizando un software y un algoritmo de reconstrucción filogenética. Este árbol evolutivo sugiere una estrecha relación evolutiva entre el Ekgmowechashala norteamericano y los Paleohoditas de China, que Chris y sus colegas descubrieron en la década de 1990. Los resultados de nuestro análisis apoyan inequívocamente esta hipótesis”.
La teoría más curiosa que resulta del estudio cuenta que Ekgmowechashala aprovechó una época fría que conectaban los continentes de Asia y América para cruzar por el actual estrecho de Bering, la misma ruta que siguieron, millones de años más tarde, los primeros humanos en poblar América.
“Nuestro análisis disipa la idea de que Ekgmowechashala sea una reliquia o un superviviente de primates anteriores en América del Norte. En cambio, fue una especie inmigrante que evolucionó en Asia y emigró a América del Norte durante un período sorprendentemente frío, muy probablemente a través de Beringia”.

‘Resucitar’ y sobrevivir en la naturaleza
Con Ekgmowechashala se da lo que en paleontología se conoce como “efecto Lázaro”, en relación con el personaje bíblico que resucitó. “Se produce cuando encontramos evidencia en el registro fósil de animales que aparentemente se están extinguiendo, sólo para reaparecer después de una larga pausa, aparentemente de la nada”.
La investigación se ha abordado desde un punto de vista muy amplio, lo cual resulta interesante para reflexionar sobre la supervivencia en condiciones adversas y la importancia del acceso a los recursos a la hora de configurar las migraciones y adaptaciones que realizamos los seres vivos en el planeta Tierra. “Comprender esta narrativa no sólo nos hace sentirnos humildes, sino que también nos ayuda a apreciar la profundidad y la complejidad del dinámico planeta que habitamos. Nos permite comprender el intrincado funcionamiento de la naturaleza, el poder de la evolución para dar origen a la vida y la influencia de los factores ambientales”.

Referencias:
- Lynch, B. 2023. Fossils tell tale of last primate to inhabit North America before humans. today.ku.edu.
- Rust, K. et al. 2023. Phylogeny and paleobiogeography of the enigmatic North American primate Ekgmowechashala illuminated by new fossils from Nebraska (USA) and Guangxi Zhuang Autonomous Region (China). Journal of Human Evolution 185, 103452. DOI: 10.1016/j.jhevol.2023.103452.