Plátano

Descubre cómo la naturaleza dicta el ritmo de maduración de tus frutas favoritas y qué puedes hacer para disfrutarlas en su punto justo.

Son como un plátano de largas pero servirían para estudiar las erupciones solares reales.

El zoo de Berlín ha sido el escenario en el que han observado cómo una elefanta pela por sí misma los plátanos que se quiere comer.

Consumir productos cultivados fuera de temporada puede tener incluso más impactos ambientales que traerlos de otras regiones, lo que convierte a los productos locales y de temporada en la mejor opción.

Con frecuencia, los jardineros entrelazan las ramas jóvenes de los plátanos para que terminen fusionándose, formando una sola estructura puente entre dos troncos.

Para una planta, el fruto es el medio para proteger y dispersar la semilla, pero ¿qué sucede cuando un fruto no tiene semillas?

Si piensas que la superstición es propia exclusivamente de los humanos, tal vez te equivocas; las palomas de Skinner o los monos del famoso experimento de la escalera son buenos ejemplos de superstición animal… ¿o no?

Algunos exóticos, otros bastante inclasificables; es para pensárselo dos veces antes de abrirse uno.

Recientes investigaciones apuntan que si no se pone freno al cambio climático, la producción de plátanos, aguacates, fresas, café y otros alimentos será muy escasa o incluso desaparecerá.

Los plátanos son una de las frutas más consumidas en el mundo por poderosas razones. Se cultivan en al menos 107 países.

Científicos franceses han secuenciado el genoma del plátano, concretamente de la variedad conocida como plátano malayo (Musa acuminata). En total han identificado 36.500 genes, es decir, 14.000 más que los seres humanos. El hito supone un paso importante dado que se trata de un alimento básico, considerado, además, el principal cultivo frutícula del mundo tanto en términos de producción como de comercio.

Según la Clínica Mayo, algunas verduras como las cebollas, las zanahorias, el brócoli, el apio, la coliflor, el repollo y las coles de bruselas, además de las legumbres, suelen producir gases. También las frutas con mucha azúcar, como las manzanas, los albaricoques y los plátanos.