Investigadores españoles hallan el cuerpo de una mujer entre 25 monjes guerreros de la Orden de Calatrava

Los cuerpos fueron enterrados en Zorita de los Canes, Guadalajara y todos ellos forman parte de la orden militar y religiosa.
Investigadores españoles encuentran el cuerpo de una mujer entre 25 monjes guerreros de la Orden de Calatrava

La Orden de Calatrava fue fundada a mediados del siglo XII, concretamente en 1158, por el abad Raimundo de Fitero en el reino de Castilla, y surgió como un actor crucial en la Reconquista, con una serie de campañas de siglos de duración de los estados cristianos para defenderse de los ataques musulmanes en el territorio. Y es que, durante el siglo XII, la Península Ibérica era un mosaico de territorios cristianos y musulmanes, enzarzados en una lucha por el dominio, lo que dio como resultado el nacimiento de órdenes militares religiosas formadas por monjes guerreros. En este caso, el abad Raimundo, con el apoyo del rey Sancho III de Castilla junto al caballero Diego Velázquez, estableció la orden, que rápidamente creció tanto en número como en influencia.

Investigadores españoles encuentran el cuerpo de una mujer entre 25 monjes guerreros de la Orden de Calatrava - iStock

Religión y guerra

Ahora, un proyecto de investigación liderado por la Universitat Rovira i Virgili (URV) y el Instituto Max Planck (Alemania), ha estudiado los restos de 25 individuos enterrados entre los siglos XII y XV en el castillo de Zorita de los Canes, en Guadalajara (sede de la Orden de Calatrava) y, tras exhumar los restos del cementerio del castillo, han descubierto que entre ellos se encuentra el cuerpo de una mujer.

El castillo de Zorita pasó por varias manos a lo largo de los siglos. Tras un periodo en el que fue conquistado por la Orden del Temple, Alfonso VIII de Castilla entregó dicha fortaleza a la Orden de Calatrava para que defendiera la frontera del Tajo de los ataques de los almohades que trataban de mantener el control sobre la península ibérica. El castillo tenía un emplazamiento estratégico al estar situado sobre la cumbre de un cerro a orillas del Tajo y ser una construcción defensiva excelente.

Los miembros de la Orden de Calatrava eran tanto monjes como caballeros. Hicieron votos de pobreza, castidad y obediencia, al igual que otras órdenes monásticas, pero también fueron entrenados en el arte de la guerra. Los análisis más recientes de los isótopos de carbono 14 y nitrógeno 15 de los restos óseos encontrados en el cementerio del castillo confirmaron la autenticidad de los mismos. Se trataba de caballeros de Calatrava. Lo que no se esperaban los investigadores es que uno de ellos perteneciera a una mujer.

¿Una mujer en la orden?

Según el estudio, publicado en la revista Scientific Reports, los 23 monjes guerreros eran caballeros de la orden que murieron en batalla entre los siglos XII y XV. Y, de los 25 esqueletos exhumados, 23 de ellos mostraban signos de heridas punzantes penetrantes y lesiones contundentes en distintas partes del cuerpo, como el cráneo o la pelvis, lo que sugiere que sufrieron una muerte violenta.

“Hemos observado muchas lesiones en la parte superior del cráneo, en las piernas y en la parte interior de la pelvis (del hueso coxal), lo que concuerda con la hipótesis de que se trata de guerreros”, explica Carme Rissech, investigadora de la Universitat Rovira i Virgili.

En la mujer, también. Sus restos presentaban lesiones que indicaban que había sido una contendiente igual en la batalla y que había muerto en combate de forma parecida a sus homólogos varones de la orden. ¿Formaba esta mujer parte de la orden de Calatrava? “Posiblemente murió de una forma muy similar a la de los caballeros masculinos, y es probable que vistiera algún tipo de armadura o cota de malla”, dice Rissech.

Cráneo encontrado en el yacimiento arqueológico de Zorita de los Canes. - Carme Rissech, URV.

Dietas diferentes

A pesar de haber sido hallada como igual entre los restos de los caballeros de la orden religiosa y militar, la exhumación también ayudó a determinar la dieta y el estilo de vida de los monjes guerreros y resulta que hay diferencias en cuanto a la dieta de la mujer.

“Observamos un nivel más bajo de consumo proteico en el caso de esta mujer, lo que podría indicar un menor estatus dentro del grupo social ”, aclara la experta en un comunicado de prensa. Pero todo indica a que se trataba de una monja guerrera y no de una sirvienta de los caballeros. Su esqueleto sí presentaba atributos similares a los de los otros monjes guerreros, como ejercitarse enérgicamente en el uso de la espada, lo que deja marcas comprobables en los huesos.

"Creo que estos restos pertenecen a una guerrera, pero se necesitan más análisis para determinar hasta qué punto esta mujer es contemporánea de los otros caballeros", concluye la investigadora.

Este estudio se enmarca en el proyecto multidisciplinar MONBONES, que emplea zooarqueología, antropología, investigación documental y análisis molecular para acercarnos la forma de vida, la alimentación, la salud, la economía y la sociedad en los monasterios de los siglos XIV al XIX.

Castillo de Zorita de los Canes - Carme Rissech, URV.

Referencias:

  • Patxi Pérez-Ramallo et al, Unravelling social status in the first medieval military order of the Iberian Peninsula using isotope analysis, Scientific Reports (2024). DOI: 10.1038/s41598-024-61792-y
Parte del sitio del que se recuperaron los restos. - Carme Rissech, URV.

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