Son malos tiempos para el planeta. Un equipo de científicos de la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos) ha descubierto que el hielo se derrite más de lo habitual en verano y se congela con menor tamaño en invierno debido a las emisiones procedentes de la quema de combustibles fósiles. Esto conducirá a que el primer período sin hielo del Ártico podría ocurrir en esta misma década, disminuyendo casi un 25 por ciento.

Veranos sin hielo en el Ártico
Esto transformaría el hábitat que habitualmente es el hogar de osos polares de un "Ártico blanco" a un "Ártico azul" durante los meses de verano, dijeron los científicos. El Ártico sería principalmente agua en 2035, según sus pronósticos publicados en un trabajo en la revista ature Reviews Earth & Environment. Estas cifras adelantan hasta una década las proyecciones anteriores sobre hielo marino y cambio climático que estimaban períodos sin hielo de un mes o más.
Según los autores, este patrón es válido en todos los posibles escenarios de emisiones futuras y, para la década de 2050, se espera que el Ártico aguante un mes entero cada septiembre, la época de menor hielo marino, sin hielo flotando en la superficie. A mediados de siglo, es probable que el Ártico pase un mes entero sin hielo flotante en septiembre, cuando la cobertura de hielo marino de la región sea mínima. A finales de siglo, el panorama sería mucho peor: la temporada sin hielo podría durar varios meses al año, incluso algunos meses de invierno en el peor escenario con altas emisiones de gases de efecto invernadero.
Los científicos descubrieron que el primer día en que la cobertura de hielo marino cae por debajo del umbral de 1 kilómetro cuadrado ocurriría en promedio cuatro años antes que los promedios mensuales, pero podría ocurrir hasta 18 años antes. "Cuando se trata de comunicar lo que los científicos esperan que suceda en el Ártico, es importante predecir cuándo podremos observar las primeras condiciones sin hielo en el Ártico, lo que aparecerá en los datos satelitales diarios", puntualizó Alexandra Jahn, profesora asociada de ciencias atmosféricas y oceánicas y miembro del Instituto de Investigación Ártica y Alpina de CU Boulder.

¿Un día sin hielo? ¿Qué significa?
Para los científicos, un día sin hielo no significa que no haya absolutamente nada de hielo en el agua; es un término que se mide por la cantidad de hielo en el agua por debajo de un cierto umbral. Y, según los investigadores, el océano está libre de hielo cuando tiene menos de 1 millón de kilómetros cuadrados de hielo. Esa cifra representa menos del 20% de la capa de hielo mínima de la región en la década de 1980.
El 19 de septiembre de 2023, el Ártico registró su sexta extensión mínima de hielo más baja desde que la NASA comenzó a rastrearlo con satélites, esto es, desde 1978. Casi al mismo tiempo en el polo sur, cuando se supone que el hielo está en su punto máximo, la NASA registró el máximo más pequeño de la historia en la región. La situación parece estar empeorando.
¿Lo peor? Que estos datos de contracción de hielo marino se producirán "independientemente del escenario de emisiones", predijeron. En otras palabras, el hielo marino del Ártico va camino de alcanzar mínimos históricos incluso si se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.

“Esto transformaría el Ártico en un entorno completamente diferente, desde un Ártico blanco de verano a un Ártico azul. Entonces, incluso si las condiciones sin hielo son inevitables, aún debemos mantener nuestras emisiones lo más bajas posible para evitar condiciones prolongadas sin hielo”, aclara Jahn.
Jahn destaca la importancia de predecir estos primeros días sin hielo, que serán evidentes en los datos diarios de los satélites, para comprender los cambios que se producen en el Ártico. ¿Está todo perdido? Puede que no. “A diferencia de la capa de hielo de Groenlandia, que tardó miles de años en construirse, incluso si derritiéramos todo el hielo marino del Ártico, si en el futuro podemos descubrir cómo recuperar el CO2 de la atmósfera para revertir el calentamiento, el hielo marino volver dentro de una década”, comenta la experta.

La disminución del hielo marino, impulsada en gran medida por las emisiones de gases de efecto invernadero, no sólo acelera el calentamiento del Ártico al reducir la capa reflectante de nieve y hielo, sino que también amenaza a la vida silvestre del Ártico: osos polares, morsas o focas que dependen del hielo marino y abriría la veda a la invasión de especies no autóctonas, lo que también tendría un impacto importante en los ecosistemas locales. El impacto de estas especies invasoras en los ecosistemas locales aún no está claro.

Referencias:
- Alexandra Jahn, Marika M. Holland, Jennifer E. Kay. Projections of an ice-free Arctic Ocean. Nature Reviews Earth & Environment, 2024; DOI: 10.1038/s43017-023-00515-9
- This work was funded by the U.S. National Science Foundation, the Alexander von Humboldt Foundation and NASA.