Mucho antes de que series como Merlí o Física o Química exploraran las narrativas, ya era habitual ver relaciones entre alumnos y maestros en algunas sociedades. Es el caso de la Grecia Clásica. Podemos hablar de ciertas características comunes que se llevaban a cabo en todas las poleis. Y sí, había relaciones homosexuales entre adultos y jóvenes en la Grecia clásica. Pero tenemos que ajustar la mentalidad veinticinco siglos atrás para situarnos en la misma franja y comprender cómo funcionaba la pederastia pedagógica en la Antigua Grecia.
El contexto de la pederastia pedagógica en la Antigua Grecia
La pederastia pedagógica en la Antigua Grecia no era un caso aislado. Hay que entenderla dentro de un contexto social y moral que no reconocía los derechos de gran parte de la sociedad. No hablemos ya de los derechos relativos a la libertad sexual y reproductiva. Las dinámicas basadas en las jerarquías de edad pesaron mucho para que se desarrollaran estas relaciones de pederastia en el ámbito de la educación.
Relaciones entre erastes y erómenos
Las relaciones entre el erastés y el erómenos eran fundamentales en la educación de los jóvenes en la Grecia clásica. El erastés, un hombre adulto, asumía el rol de mentor y amante, mientras que el erómenos, el joven, era el amado y aprendiz. Esta relación no solo era aceptada, sino también promovida como una forma de preparar a los jóvenes para la vida adulta. Se esperaba que el erastés proporcionara no solo educación intelectual y espiritual, sino también una guía moral y social. La pederastia era vista como un proceso educativo que ayudaba a los jóvenes a convertirse en ciudadanos honorables y valientes, capaces de contribuir a la sociedad y defender a su polis.
Legitimación a través de la mitología: Zeus y Ganímedes
La mitología griega jugó un papel crucial en la legitimación de la pederastia pedagógica. Uno de los mitos más emblemáticos es el de Zeus y Ganímedes, donde Zeus, el rey de los dioses, se enamora de un joven y hermoso pastor llamado Ganímedes, llevándolo al Olimpo para ser su copero. Este mito no solo reflejaba la aceptación de tales relaciones, sino que también las elevaba a un nivel divino, sugiriendo que la atracción entre un hombre adulto y un joven era algo natural y digno de emulación. La representación de estas historias en el arte y la literatura griega subrayaba la importancia de la pederastia como parte del tejido social y educativo de la época.
La aceptación social de la homosexualidad
Está muy extendida entre el gran público la idea de que la homosexualidad estaba totalmente aceptada en la antigua Grecia. Habría que matizar esta apreciación, sobre todo si se pretende entender desde nuestra mentalidad actual. En la antigua Grecia no es que estuviera aceptada la homosexualidad, sino que era exactamente lo mismo que la heterosexualidad. Esta división que nosotros tenemos no existía en el siglo V a. C. para los habitantes de la Hélade. Por otro lado, tampoco es que los griegos aceptaran el amor entre hombres, lo que aplaudían era la pederastia.
Claro está, la pederastia tiene connotaciones totalmente negativas para nuestra mentalidad actual y se trata de una actividad prohibida y un tema tabú. Sin embargo, en la antigua Grecia entendían que la mejor enseñanza que podía tener un joven venía del contacto con un adulto honorable al que imitar. Y para ello, un erastés (“amante”) adulto entablaba una relación con un erómenos (“amado”) joven con un carácter intelectual, espiritual y sexual. En esto consistía la paiderastía para los griegos, una pederastia pedagógica que no solo fue aconsejable sino incluso promovido como institución para educar a los futuros ciudadanos de las poleis griegas.
El sistema educativo griego: formación de ciudadanos y guerreros
Hay que tener en cuenta que la educación siempre ha sido una cuestión elitista hasta hace poco (y en según qué lugares del mundo lo sigue siendo). Por tanto, estas relaciones erastés-erómenos eran propias de la aristocracia. Los niños que nacían en una posición privilegiada recibían sus primeros conocimientos en casa. A partir de los siete años empezaban a ir a la escuela, donde recibían formación física, en música y en poesía. Pero, al adentrarse en la adolescencia y recibir la educación reglamentaria los jóvenes se enfrentaban a la pederastia pedagógica en la Antigua Grecia. Precisamente, este fenómeno se explica a partir de un término muy similar: la paiderastía.
El papel de la paiderastía en la educación elitista
Entre los trece y los dieciséis años comenzaba la etapa juvenil en la que debían adquirir la educación necesaria para convertirse en un ciudadano de provecho para su ciudad-estado. Era entonces cuando se iniciaban los contactos con adultos que podían convertirse en mentores y la educación pasaba al gimnasio como edifico principal. De nuevo, hay que saber que el gimnasio de los antiguos griegos no era el mismo espacio que para nosotros hoy, sino que al deporte se le unían otras actividades educativas y espirituales en el mismo recinto, como la filosofía y la poesía. En los gimnasios era donde tenían lugar los primeros contactos sexuales de los jóvenes griegos. Se han encontrado textos escritos en las ruinas de gimnasios griegos que así lo evidencian. Una inscripción señalaba:
“Por Apolo Delphinios, aquí Crimon montó a un muchacho, el hermano de Baticles”.
Importancia del gimnasio y la educación física
Ahora bien, el deporte tenía una importancia vital, tanto más cuanto más militarizada estuviera la polis para la que el joven habría de convertirse en ciudadano. La historia de la Grecia antigua es una sucesión de guerras internas y externas. Pero no existía el concepto de ejército profesional. Por lo que eran los propios ciudadanos quienes debían formarse para la batalla. La destreza militar y los cuerpos atléticos eran valorados y admirados como se refleja claramente en el arte griego.
Muchos especialistas defienden la teoría de que la pederastia se dio debido a la segregación de las mujeres en una sociedad machista y guerrera que tomaban estas relaciones desiguales como ritos de iniciación en la que los jóvenes pasaban a la vida adulta.
La música y poesía como herramientas pedagógicas
La música y la poesía eran componentes esenciales de la educación griega, utilizadas para inculcar valores y conocimientos. Los jóvenes aprendían a tocar instrumentos y a recitar poesía como parte de su formación, habilidades que se consideraban indicativas de un ciudadano culto y educado. Estas disciplinas no solo enriquecían el alma, sino que también fomentaban la creatividad y el pensamiento crítico. En el contexto de la paiderastía, la música y la poesía servían como medios para fortalecer la relación entre el erastés y el erómenos, proporcionando un lenguaje común a través del cual podían explorar ideas y emociones. La educación musical y poética era, por tanto, una herramienta pedagógica fundamental en la antigua Grecia.
Desafíos en la investigación histórica sobre la pederastia en Grecia
El estudio de la pederastia pedagógica en la antigua Grecia está lleno de inconcreciones y juicios de valor que hacemos desde nuestra época.
Destrucción de fuentes y marginación histórica
Con todo, hemos mencionado que esta relación tenía sus matices propios para cada polis, donde se manifestaban sus propias leyes y concepciones sociales. Además, el estudio de la pederastia pedagógica en Grecia todavía tiene un largo camino para desentrañar las claves de un tema complejo y escurridizo en las fuentes. El rechazo a la homosexualidad ha llevado a la destrucción de fuentes antiguas que hablasen del tema y es por ello que su estudio ha pasado por distintas etapas que van:
“Desde la inicial marginación deliberada, pasando por el escándalo —las vasijas y cerámicas alusivas son simplemente imposibles de ignorar— y llegando a la moderna confusión al equipararla a la actual, centrada casi totalmente en el ámbito de la sexualidad privada. Porque, al contrario que hoy en día y sin poder saber cómo concebía cada griego sus relaciones íntimas, la homosexualidad masculina en aquella época era más bien una institución social que cumplía un papel pedagógico y cívico, orientada sobre todo a formar ciudadanos y, por tanto, hoplitas”.
Interpretaciones modernas de prácticas antiguas
Las interpretaciones modernas de la pederastia en la antigua Grecia a menudo están influenciadas por las normas y valores contemporáneos, lo que puede llevar a malentendidos sobre su verdadero significado y función. Es crucial recordar que las prácticas griegas deben entenderse en su contexto histórico, donde las relaciones entre hombres y jóvenes eran vistas como un componente natural y necesario de la educación cívica. Al aplicar estándares actuales a estas prácticas, corremos el riesgo de distorsionar su propósito original y de perder de vista su importancia en la formación de ciudadanos en la antigua Grecia. Los investigadores deben esforzarse por separar sus propios prejuicios culturales de su análisis para obtener una comprensión más precisa de la pederastia griega.
Un tema complejo por descubrir
La pederastia pedagógica en la antigua Grecia sigue siendo un tema complejo y en gran medida inexplorado, lleno de matices y desafíos interpretativos. A pesar de los obstáculos, el estudio de estas prácticas ofrece una ventana invaluable a la sociedad griega y su enfoque único hacia la educación y el desarrollo personal. A medida que los investigadores continúan desenterrando nuevas evidencias y reevaluando las fuentes existentes, se espera que surjan nuevas perspectivas que arrojen luz sobre este aspecto fascinante y controvertido de la historia griega. La pederastia en Grecia no solo plantea preguntas sobre el pasado, sino que también nos invita a reflexionar sobre cómo las normas culturales y sociales evolucionan a lo largo del tiempo.
Referencias:
- Dover, K. J. 2008. Homosexualidad griega. El cobre.
- Echevarría, A. 2017. La homosexualidad en la antigua Grecia. Histora y Vida 522.
- García, A. 2018. Los hijos de Eros: homosexualidad militar en la Grecia clásica. jotdown.es.
- Ollero de Landáburu, G. 2019. Breve historia de la vida cotidiana de la Grecia clásica. Nowtilus.
