Hubo una época en la que este fantástico destino turístico que es hoy Grecia dominó y colonizó la mayor parte del mundo conocido. Para aquellos que aman la historia, Grecia es sin duda una de las naciones más importantes e influyentes de todos los tiempos con contribuciones increíbles a la cultura humana, incluyendo la filosofía, diversas ciencias, la arquitectura, los Juegos Olímpicos y la democracia. Además, llevaron a su máximo esplendor una estructura conocida como polis, una ciudad-estado independiente que se originó en la Edad Oscura griega y sobrevivió hasta la dominación romana. Te presentamos las principales polis griegas.
Introducción a las polis griegas y su impacto histórico
Origen y desarrollo de las ciudades-estado en la Edad Oscura
Las polis griegas emergieron durante la Edad Oscura, un periodo de transformación que siguió al colapso de la civilización micénica. Estas comunidades comenzaron a desarrollarse alrededor del siglo VIII a.C. Cada polis era una entidad política independiente, con sus propias instituciones, leyes y prácticas religiosas. El modelo de organización independiente de la polis permitió a los griegos establecer una estructura social única que fomentó el crecimiento económico y cultural. Es en este contexto en el que los griegos desarrollaron la filosofía, las artes y las ciencias.
El desarrollo de las polis fue un proceso gradual que implicó la reorganización de las comunidades rurales en centros urbanos fortificados. Este cambio se vio impulsado por la necesidad de protegerse de las invasiones y de perservar unos recursos limitados. Las polis funcionaba tanto como un centro político como un núcleo social y religioso, donde sus habitantes participaban activamente en la vida pública. A pesar de la diversidad regional y las diferencias entre las poleis, la aparición de estas ciudades-estado facilitó el surgimiento de una identidad común entre los griegos.
Importancia de las polis en la historia de Grecia
La cultura y el espíritu de Grecia habían conquistado una parte importante de la Europa moderna, Medio Oriente, Asia y África a través de los imperios y colonias construidas por diferentes ciudades-estado griegas, especialmente Atenas, Mileto, Cnosos, Corinto y el reino de Macedonia. El progreso económico del mundo griego se produjo, sobre todo, tras la aparición de la moneda. El uso de monedas facilitó el intercambio y favoreció el crecimiento de las ciudades, prevaleciendo sobre el sistema de trueque del mundo antiguo.
Sea como fuere, estas poleis que aparecieron alrededor del siglo VIII a. C., representan una de las características que mejor definen la civilización griega. Más allá de sus pensadores, las grandes batallas que libraron o la riquísima mitología llena de héroes y criaturas mágicas que tanto les caracterizaba, hoy centramos la atención en esas impresionantes urbes que, durante siglos, dirigieron al mundo entero. Conozcamos las más destacadas.
Para ello hay que entender en qué consistían las poleis de la antigua Grecia. Eran enclaves que se definían tanto por el territorio que ocupaban como por sus propias instituciones, leyes, prácticas religiosas y estructura social que, aunque podían parecerse, eran diferentes entre cada ciudad-estado de la Hélade y, desde luego, cada una de ellas tuvo una evolución y cambios independientes. El mundo helenístico llegó a contar con unas 1000 poleis y el contacto entre ellas, ya fuera pacífico o, mayormente, hostil, nos cuenta en gran medida la propia historia de la antigua Grecia.

Grandes 'poleis' griegas
Atenas: cuna de la democracia y el comercio
La ciudad de Atenas ha sido un centro urbano perenne desde su nacimiento en la antigüedad hasta el presente en el siglo XXI. Este núcleo nos ofrece uno de los primeros ejemplos de una ciudad-estado en el mundo antiguo donde, además de los avances tecnológicos en la agricultura griega antigua, hubo otros factores que contribuyeron al éxito de la urbanización de la ciudad-estado de Atenas, como el hecho de que los bancos centrales fueran inventados por los antiguos griegos, la importancia de las antiguas monedas griegas o el ágora como lugar de funciones públicas y foco de la vida urbana.
Según la leyenda, la antigua Atenas fue reclamada por la diosa Atenea tras derrotar al rey Poseidón en una batalla épica. El primer asentamiento de Atenas data del año 3000 a. C. y estaba situado en la roca sagrada de la Acrópolis. Hacia 1400 a. C. el asentamiento se había convertido en un importante centro de la civilización micénica y la Acrópolis en una gran fortaleza micénica. Según la tradición, Atenas se fundó cuando el rey Teseo unificó en un estado varios asentamientos del Ática y gobernó hasta el siglo IX a. C.
A diferencia de Esparta, que se elevó a través de su poderío militar, Atenas se convirtió en una gran potencia a través del comercio y la supremacía naval, un camino que tomó a causa de estar rodeada de suelos pobres y falta de recursos, por lo que necesitó alimentar a su población de alguna manera. En la edad de oro de Grecia, en el siglo V a. C., Atenas fue el corazón de la civilización griega clásica y pionera de la democracia. Como curiosidad, las ruinas del Liceo, donde Aristóteles enseñaba hace 2.300 años, se descubrieron a mediados de la década de 1990 en el centro de Atenas.
Esparta: poder militar y rivalidad con Atenas
Esparta fue una de las ciudades-estado más grandes de la antigua Grecia y durante mucho tiempo principal rival de Atenas. Esta polis logró su fama gracias al poder militar y a su pregonada valentía. Se dijo que mientras Atenas se centraba en grandes edificios, Esparta era construida por hombres valientes que "servían a su ciudad en lugar de a muros de ladrillos". El ejército espartano era pequeño; la única fuerza profesional en Grecia. En Esparta, cada varón adulto era un soldado al que se le concedía una granja trabajada por esclavos.
Comenzó como una pequeña ciudad-estado con cinco aldeas. Más tarde, se amplió tras 'devorar' a los pueblos de los alrededores y conquistar grandes estados vecinos hasta reclamar casi todo el Peloponeso y esclavizar a muchas de las personas que vivían allí. Hacia el 650 a. C., Esparta era una de las ciudades-estado más poderosas de Grecia. Admirada y temida, la gobernó una casta de guerreros que subyugó un gran área del Peloponeso occidental, controlando más territorio que cualquier otra ciudad-estado. Se volvió tan poderosa que la única forma de controlarla fue a través de alianzas entre las principales potencias griegas: Argos, Atenas, Corinto y Tebas.
Finalmente, Esparta se derrumbó en 362 a. C., cuando los tebanos derrotaron al ejército espartano en la batalla de Mantinea. Hoy, las ruinas de la antigua Esparta consisten en fragmentos de templos, columnas derrumbadas, una pequeña colina donde una vez estuvo la acrópolis, un teatro construido en la ladera durante la época helenística y una estatua moderna de Leónidas, el general espartano que murió junto con todos menos dos de sus hombres para salvar a Grecia de Persia en la defensa de las Termópilas contra Jerjes I.
Corinto: epicentro del comercio y la construcción naval
La antigua Corinto se extendía al pie de una enorme roca de más de 500 metros llamada Acrocorinto (acrópolis). Los largos muros que rodeaban la ciudad descendían desde el Acrocorinto hasta un puerto artificial en el Golfo de Corinto. Corinto fue una de las ciudades más grandes y duraderas de Grecia. Rivalizó con Atenas y Esparta, colonizó Sicilia y Corfú, y sobrevivió hasta muy entrada la época romana, cuando era un famoso centro de construcción naval. El templo dórico de Apolo (540 a. C.), el más importante de la ciudad, se encuentra en un pequeño montículo. En la cima del Acrocorinto solía haber una fortaleza grecorromana, pero en el siglo XIII se reemplazó con una enorme fortaleza franco-bizantina (la más grande y antigua del Peloponeso). El museo en la antigua Corinto contiene pisos de mosaicos, esfinges de terracota, estatuas de seres sobrenaturales, estatuas romanas y cerámica de 5000 años de antigüedad.
Pérgamo: su biblioteca y el Altar de Zeus
Pérgamo (a unos 60 kilómetros al norte de Izmir) es uno de los conjuntos de ruinas griegas más bellos de Turquía, cuya costa oeste formó parte del mundo griego. Ubicada en la cima de una pequeña montaña con vistas en todas direcciones, las ruinas se extienden sobre un área extensa e incluyen los templos de Troya y Dionisio, el santuario de Deméter, la célebre biblioteca, un gimnasio de tres niveles y un impresionante anfiteatro con capacidad para 15 000 asistentes.
Pérgamo fue una poderosa colonia helenística que gobernó una gran cantidad de territorio en Asia Menor entre los siglos III y II a. C. La colección de libros (en formato rollo) de la biblioteca era tan impresionante que los egipcios impusieron un embargo de papiro a Pérgamo por miedo a que su colección superara a la mismísima biblioteca de Alejandría, en la que pretendían reunir todo el saber del mundo. La solución a esta falta de material para escribir fue la invención de un nuevo soporte, un "papel" fabricado a partir de piel de animal que recibió el nombre de la polis: pergamino.
La ciudad fue descubierta a fines del siglo XIX por el ingeniero alemán Carl Humann. Con la ayuda de 2.000 obreros, 1.000 bueyes y 500 camellos, excavó el famoso Altar de Zeus desde el interior de una pared de un edificio bizantino. En total, descubrió 97 losas de mármol y 2000 fragmentos del friso principal, 36 losas y 100 fragmentos de un friso más pequeño y numerosas estatuas y piezas arquitectónicas, todas de una calidad tan buena como los mármoles de Elgin. Estos artículos fueron empaquetados en 462 cajas y enviados a Berlín. Hoy, todo el altar está ensamblado dentro de una gran sala en el museo Pérgamo de Berlín (Alemania).

Olimpia: sede de los Juegos Olímpicos
Olimpia era la sede de un importante santuario, además del escenario en el que se celebraban los Juegos Olímpicos. Situada al pie del monte Cronio al lado derecho del río Alfeo, y como santuario dedicado a la adoración de Zeus, el rey de los dioses, Olimpia fue la sede de los Juegos Panhelénicos que se celebraban cada cuatro años. Hoy en día, estos juegos se consideran los primeros Juegos Olímpicos, una consideración que ha hecho que la zona sea bastante popular. Dentro del Templo de Zeus se encontraba una estatua de la deidad con una altura impresionante de 12 metros, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. El sitio contiene una gran cantidad de ruinas, incluyendo los antiguos baños, varios templos, el Heroon o monumento del héroe desconocido, y muchos más.
Tebas: sus siete puertas y su mitología
Situada al pie de la montaña Teumessus y a 48 km al noroeste de Atenas, llegó a ser la ciudad más grande de esa región. Tebas era famosa por sus siete puertas a las que hicieron alusión los autores Homero y Hesíodo, entre otros, pues su nombre es citado por historiadores y mitógrafos de la Antigüedad, quienes no concuerdan exactamente con sus nombres. Según Eurípides, por ejemplo, las puertas eran: Neista, Prétida, Ogigia, Homoloide, Crenea, Electra y la Séptima Puerta (sin nombre). Historiadores modernos consideran a los ciudadanos de Tebas de origen pelásgico y no fenicio, e incluso se plantea que Tebas fue en realidad una colonia de Creta donde lo único que aportaron los fenicios fue el alfabeto.
Mileto: origen del pensamiento filosófico
Mileto es una una de las ciudades más antiguas de la historia, que pierde sus orígenes en el tiempo. Es la ciudad fortificada por excelencia, edificada gracias al férreo granito del Monte Olimpo (no en vano, su muralla se denomina 'La Muralla Eterna'). Esta ciudad en la costa occidental de Anatolia, cerca de la desembocadura del río Meandro, fue la más próspera de las doce ciudades de la confederación de Jonia. Por desgracia, fue saqueada e incendiada en varias ocasiones. Su momento de esplendor se vivió en los siglos VI y V a. C., coincidiendo con el origen del pensamiento y la Filosofía. Entre los personajes famosos nacidos en Mileto tenemos a Tales, Anaximandro o Anaxímenes.
Siracusa: influencia en Sicilia y legado de Arquímedes
Siracusa fue la ciudad griega más importante de Sicilia. Fundada en el año 734 a. C., la ciudad fue consagrada a Artemisa (la diosa de la caza). Como curiosidad, fue la ciudad donde nació y murió el físico Arquímedes (hijo del astrónomo Fidias).Hechos destacados: en el año 382 a. C. Siracusa controlaba las cinco sextas partes de Sicilia, habiendo arrinconado a Cartago en el extremo occidental, así como muchas de la ciudades griegas de Italia. En este momento de la historia, Siracusa es la ciudad-estado griega más fuerte y Dionisio I, su tirano, el hombre más poderoso de Grecia.
Bizancio: importancia estratégica en el Bósforo
Situada a la entrada del estrecho del Bósforo, la ciudad de Bizancio (capital de Tracia) ocupó un lugar preponderante en la historia de Grecia desde su fundación en el año 667 a. C. Tras la época de tutela de Roma, la ciudad entró en cierta decadencia.
Cirene: colonia griega de desarrollo comercial
Situada en el valle de Djebel Akhdar, Cirene fue fundada por los griegos venidos de Tera (Santorini) gracias a los designios del Oráculo de Delfos, convirtiéndose en la más importante de las cinco colonias griegas de la región, que permitió el aumento de las relaciones comerciales con todas las ciudades griegas. Heródoto de Halicarnaso explica con detalle el momento histórico de la fundación de la ciudad en el libro IV de sus Historias. Las ruinas de Cirene fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.
Argos: su rica historia y sus leyendas
Argos, ciudad griega del Peloponeso, fue fundada en el 2000 a. C. y, al igual que otras polis griegas, fue una ciudad-estado muy próspera, de la que hoy solo sobreviven ruinas. La leyenda cuenta que su fundador fue Ínaco, cuyos descendientes reinaron durante nueve generaciones en Argos. Como curiosidad, el sistema de satélites artificiales que recoge, procesa y disemina información ambiental desde plataformas fijas y móviles en todo el mundo se llama Argos.
Éfeso: centro religioso y comercial
La polis de Éfeso fue una de las doce ciudades jónicas a orillas del mar Egeo, convirtiéndose en un relevante centro religioso, cultural y comercial. Su fundación como polis griega tuvo lugar en el siglo XI a. C. gracias a colonos atenienses liderados por el hijo del rey Codro. Entre los restos más destacados de Éfeso podemos contar el teatro, que domina el paisaje (podían caber hasta 25 000 espectadores), el odeón o la biblioteca de Celso.

Halicarnaso: fortalezas y el Mausoleo
La antigua ciudad griega de Halicarnaso, situada en la costa sudoccidental de Caria (Asia Menor), en el mar Egeo, fue fundada hacia el 1000 a. C. Representó una de las ciudades que formaron la Hexápolis dórica e inicialmente se llamó Cefiria (Zephyria). Una de las características más destacadas de esta polis griega eran sus fortalezas inexpugnables. El Mausoleo de Halicarnaso llegó a ser considerado como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Fue erigido por Artemisia II, que combatió y derrotó a los rodios. Fue el lugar de nacimiento de los historiadores Heródoto y Dionisio de Halicarnaso.
Cnosos: civilización minoica y el rey Minos
Asociada a la leyenda del rey Minos y a su famoso palacio (el más antiguo de Europa, descubierto en 1878), Cnosos fue la ciudad más importante de Creta durante la civilización minoica. Cnosos está localizada a unos 5 kilómetros al sudeste de la actual ciudad de Heraclión y al oeste del río Kairatos. Respecto al palacio, fue construido hacia el 2000 a. C. y destruido por un terremoto antes de 1700 a. C. Pero se reconstruyeron en los años siguientes sus nada desdeñables 17 000 metros cuadrados.
Samos: prosperidad y destacados pensadores
Según la tradición, el primer griego que atravesó las columnas de Hércules fue Coleo de Samos. Esta polis griega contó con un gran momento de prosperidad económica de 538 a 522 a. C., imponiendo asimismo su hegemonía al archipiélago y haciendo de la ciudad un poderoso estado marítimo del mar Egeo. Personajes destacados de Samos: el arquitecto e inventor Teodoro, el filósofo Pitágoras, el gobernante Polícrates, el filósofo Epicuro o el astrónomo y matemático Aristarco.
Colofón: actividad marítima y producción de resina
Colofón fue fundada, según la leyenda, por Andremón, esposo de Gorgé, hijo de Oeneo y padre de Toas. Esta ciudad griega de Jonia en Asia Menor, a la orilla del río Ales, estaba situada muy cerca de la costa, por lo que tuvo una interesante actividad marítima.Uno de los detalles que llaman la atención de esta polis griega es la resina, mencionada por Plinio el Viejo y Dioscórides como resina colofónica, que se extraía del monte Galesio, muy próximo a la ciudad, donde había grandes extensiones de bosques de pinos.

Egina: comercio y flota marítima
Situada en el cruce de las principales rutas comerciales: Corinto, el Peloponeso y Ática, la isla de Egina logró un desarrollo comercial considerable y construyó paulatinamente una flota que, alrededor del año 500 a. C., no tuvo rival en toda Grecia. La polis griega de Egina estaba gobernada por una aristocracia, cuyos ciudadanos llegaron a amansar grandes riquezas gracias al comercio.
Eretria: vínculo con la Guerra de Troya
Localizada en la costa occidental de la isla de Eubea, frente ala costa del Ática, al otro lado del estrecho Golfo de Eubea se alzaba la polis de Eretria. Fue una importante ciudad griega durante los siglos VI - V a. C. De hecho, según el poeta Homero, Eretria fue una de las ciudades griegas que enviaron barcos a la importante Guerra de Troya. El primer asentamiento conocido del período heládico temprano (3000-2000 a. C.) fue localizado en la llanura. Se trasladó a la cima de la acrópolis en el período heládico medio (2000-1600 a. C.), porque la llanura quedó completamente inundada. Con el paso del tiempo el número de habitantes fue disminuyendo y el lugar fue abandonado durante la Edad Media.
El legado de las ciudades de la antigua Grecia en el mundo moderno
Influencia cultural y turística de las polis griegas
Las polis griegas han dejado un legado cultural inmenso que sigue influyendo en el mundo moderno. La estructura política de las ciudades-estado, en especial el modelo democrático de Atenas, ha servido de inspiración para los sistemas políticos contemporáneos. La filosofía, el arte y la literatura griegas alimentaron la formación del pensamiento occidental, y figuras como Sócrates, Platón y Aristóteles se siguen estudiando en todo el mundo.
El impacto cultural de las polis no se limita al ámbito intelectual, ya que también han influido en la arquitectura y el urbanismo modernos. Los principios estéticos y arquitectónicos desarrollados en ciudades como Atenas y Corinto se han adoptado y adaptada en las arquitecturas de todas las épocas. Además de su legado cultural, las polis griegas han tenido un impacto significativo en el turismo moderno. Las antiguas ciudades-estado son destinos turísticos populares que atraen a millones de visitantes cada año. El turismo cultural en Grecia no solo contribuye a la economía del país, sino que también promueve el intercambio cultural y el entendimiento entre diferentes naciones.
Las polis griegas como destinos turísticos actuales
Atenas, con su icónica Acrópolis y su bullicioso centro urbano, es un destino imprescindible para los amantes de la historia y la cultura. Los visitantes pueden explorar las antiguas ruinas, disfrutar de la gastronomía local y sumergirse en el ambiente único de una ciudad milenaria. Otras polis, como Olimpia y Delfos, ofrecen a los turistas la oportunidad de conectar con el pasado a través de sus impresionantes sitios arqueológicos.
El turismo en las polis griegas no se limita a la historia antigua, ya que muchas de estas ciudades han sabido adaptarse a los tiempos modernos y ofrecen numerosas experiencias a los visitantes. Desde festivales culturales y eventos deportivos hasta rutas gastronómicas y de enoturismo, las polis griegas han sabido reinventarse para atraer a turistas de todas las edades.
Referencias
Gallego, Julian Alejandro. 2017. La pólis griega: Orígenes, estructuras, enfoques. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.