Las magdalenas son, como todo el mundo sabe, unos pequeños bollos elaborados con una masa parecida a la del bizcocho, aunque una magdalena tiende a tener una textura más ligera y esponjosa.
En ocasiones se puede tomar mojados en leche. Y es precisamente ahí donde algunos quieren ver el origen de la palabra, al comparar el goteo del líquido al sacarlas empapadas de la taza con las lágrimas vertidas por María Magdalena. Existe otra versión que apunta a la palabra griega magdalia, masa de pasta, de la que derivaría después magdalena y también madalena, sin g. Esta última está admitida por la Real Academia Española en su diccionario, después de haber sido considerada un vulgarismo durante años.
Magdalena como nombre propio significa "de Magdala", por lo que originariamente podría ser un apellido (María Magdalena). De María Magdalena proviene la expresión "llorar como una magdalena".