Desprendimiento de uñas: causas, síntomas y tratamientos

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Las uñas, compuestas principalmente de queratina, son estructuras esenciales que protegen las terminaciones nerviosas de los dedos y facilitan la manipulación de objetos. Sin embargo, en ocasiones, pueden desprenderse, un fenómeno conocido como onicolisis. Este problema puede afectar tanto a las uñas de los pies como a las de las manos, y es importante entender sus causas, síntomas y tratamientos para abordar adecuadamente cualquier complicación.

¿Qué es el desprendimiento de uñas o onicolisis?

La estructura de las uñas y su función en el organismo

Las uñas son placas de queratina que se desarrollan desde su raíz, ubicada bajo la cutícula. Su crecimiento es continuo a lo largo de la vida, aunque es más acelerado en las uñas de las manos que en las de los pies. Además, este crecimiento tiende a ralentizarse con la edad. Las uñas desempeñan funciones cruciales, como facilitar la manipulación de objetos, ejercer presión durante el tacto y contribuir al equilibrio al caminar.

El lecho ungueal es la zona donde las uñas reciben sangre y nutrientes, lo que les permite crecer de manera sana. A medida que las uñas crecen, las células más nuevas empujan a las más viejas hacia el extremo, donde se endurecen y forman la placa ungueal. Esta estructura puede cortarse sin dolor, ya que no contiene células vivas, lo que permite mantener las uñas en un estado óptimo.

Las uñas también son indicadores de salud. Cambios en su apariencia pueden reflejar trastornos internos, como problemas nutricionales o de oxigenación. Por ejemplo, uñas pálidas pueden ser indicativas de anemia, mientras que uñas azuladas pueden sugerir problemas de oxigenación en la sangre. Así, el estado de las uñas puede proporcionar pistas valiosas sobre la salud general de una persona.

Desprendimiento de uñas
El uñero o uña encarnada (onychocryptosis). Fuente: istock

Signos visibles de onicolisis

La onicolisis se manifiesta como una separación indolora de la uña del lecho ungueal. Este desprendimiento puede comenzar en la parte distal de la uña y avanzar hacia la cutícula. A menudo, se observa un cambio de color en la uña, que puede volverse blanca, amarilla o incluso verde, dependiendo de la causa subyacente. Esta condición es más común en las uñas de las manos, pero también puede afectar a las de los pies.

El desprendimiento de la uña puede ser parcial o completo. En casos severos, la uña puede caer por completo, dejando al descubierto el lecho ungueal. Este proceso puede ser alarmante, pero generalmente no es doloroso a menos que haya una infección o inflamación asociada. Es importante prestar atención a cualquier cambio en las uñas y buscar atención médica si se presentan signos preocupantes.

Además de la separación visible, otros síntomas pueden incluir fragilidad y decoloración de la uña. La aparición de líneas o manchas en la superficie de la uña también puede ser un indicativo de onicolisis. Estos signos deben ser evaluados por un profesional de la salud para determinar la causa exacta y el tratamiento adecuado.

Causas del desprendimiento de uñas

Lesiones físicas y traumatismos digitales

Los traumatismos digitales son una causa común de desprendimiento de uñas. Golpes, atrapamientos o lesiones repetitivas pueden dañar el lecho ungueal, provocando la separación de la uña. Este tipo de lesiones son frecuentes en personas con uñas largas o en aquellos que practican deportes de contacto, donde las manos y pies están expuestos a impactos constantes.

Las actividades cotidianas también pueden ser responsables de traumatismos. Por ejemplo, cerrar una puerta sobre los dedos o golpear un martillo puede causar daño significativo a la uña. En estos casos, el desprendimiento puede ser inmediato o desarrollarse con el tiempo, a medida que el lecho ungueal se debilita. Es crucial proteger las uñas durante actividades de riesgo para evitar este tipo de lesiones.

El tratamiento para las uñas desprendidas por traumatismos generalmente implica cuidados en casa para aliviar el dolor y prevenir infecciones. Mantener la zona limpia y protegida, así como aplicar vendajes, puede ser útil. Si el dolor persiste o la uña no se adhiere nuevamente, es recomendable consultar a un médico para una evaluación más detallada.

Infecciones por hongos y bacterias

Las infecciones por hongos, conocidas como onicomicosis, son otra causa frecuente de desprendimiento de uñas. Estas infecciones afectan principalmente a las uñas de los pies, debido al ambiente cálido y húmedo que favorece el crecimiento de hongos. Los síntomas incluyen uñas engrosadas, descoloridas y quebradizas, que pueden desprenderse del lecho ungueal si no se tratan adecuadamente.

Las infecciones bacterianas, como la paroniquia, también pueden provocar el desprendimiento de uñas. Esta condición se caracteriza por la inflamación y enrojecimiento del tejido alrededor de la uña, a menudo acompañada de pus. Las infecciones bacterianas pueden ser el resultado de morderse las uñas o arrancarse la piel que las rodea, lo que permite la entrada de bacterias.

El tratamiento de las infecciones por hongos y bacterias puede incluir medicamentos tópicos o sistémicos, dependiendo de la gravedad de la infección. Es importante tratar estas infecciones de manera oportuna para evitar complicaciones y promover la recuperación del lecho ungueal.

Afecciones de la piel, como la psoriasis

La psoriasis es una enfermedad autoinmune que no solo afecta la piel, sino también las uñas. La psoriasis ungueal puede causar una variedad de cambios en las uñas, incluyendo hoyuelos, manchas amarillas, engrosamiento y, en casos severos, desprendimiento de la uña. Estos cambios pueden ser dolorosos y afectar la calidad de vida de una persona.

El desprendimiento de uñas debido a la psoriasis se produce cuando las células del sistema inmunitario atacan el lecho ungueal, provocando inflamación y daño. Este proceso puede debilitar la unión entre la uña y el lecho ungueal, resultando en onicolisis. Las personas con psoriasis deben estar especialmente atentas a los cambios en sus uñas y buscar tratamiento médico adecuado.

El manejo de la psoriasis ungueal puede incluir tratamientos tópicos, medicamentos sistémicos y terapias de luz. Estos tratamientos ayudan a reducir la inflamación y mejorar la apariencia de las uñas, aunque la recuperación completa puede llevar tiempo. Es importante seguir las recomendaciones médicas para controlar la psoriasis de manera efectiva.

Exposición a productos químicos

La exposición a productos químicos agresivos, como quitaesmaltes o detergentes, puede debilitar las uñas y causar su desprendimiento. Estos productos pueden eliminar los aceites naturales de las uñas, haciéndolas más susceptibles a daños y separaciones. Además, el uso frecuente de esmaltes de uñas y endurecedores también puede contribuir al problema.

Las personas que trabajan con productos químicos, como limpiadores industriales o peluqueros, están en mayor riesgo de experimentar onicolisis debido a la exposición constante a estos agentes. El uso de guantes de protección y la elección de productos menos agresivos pueden ayudar a reducir el riesgo de desprendimiento de uñas.

Para tratar el desprendimiento de uñas causado por productos químicos, es importante limitar la exposición y utilizar productos de cuidado de uñas que restauren la hidratación y fortaleza. Aplicar aceites o cremas hidratantes puede ser beneficioso para mejorar la salud de las uñas y prevenir futuros episodios de onicolisis.

Uñas. Gemini. Desprendimiento de uñas
Los productos químicos fuertes hacen a las uñas susceptibles. Imagen: Gemini.

Impacto de tratamientos médicos, como la quimioterapia

Los tratamientos médicos, especialmente la quimioterapia, pueden tener un impacto significativo en la salud de las uñas. La quimioterapia, utilizada en el tratamiento del cáncer, afecta a las células de rápido crecimiento, incluyendo las de las uñas. Esto puede resultar en un crecimiento más lento de las uñas, así como en la aparición de líneas o surcos transversales conocidos como líneas de Beau.

El desprendimiento de uñas durante la quimioterapia puede ser un efecto secundario común, debido a la interrupción del crecimiento normal de la uña. Aunque este problema suele ser temporal, puede ser incómodo y afectar la calidad de vida del paciente. Es importante comunicar cualquier cambio en las uñas al equipo médico para recibir el apoyo adecuado.

El cuidado de las uñas durante el tratamiento de quimioterapia puede incluir mantenerlas cortas y limpias, evitar el uso de esmaltes y productos químicos agresivos, y aplicar hidratantes regularmente. Estos cuidados pueden ayudar a minimizar el daño y promover la recuperación de las uñas una vez finalizado el tratamiento.

Enfermedades relacionadas con la caída de uñas

Enfermedades sistémicas que afectan las uñas

Las uñas pueden ser un reflejo de la salud sistémica del cuerpo. Enfermedades como la diabetes, enfermedades cardíacas y enfermedades pulmonares pueden manifestarse a través de cambios en las uñas. Por ejemplo, las uñas en vidrio de reloj, una condición donde las uñas se curvan hacia abajo, pueden indicar problemas pulmonares o cardíacos subyacentes.

La anemia, una condición caracterizada por la falta de glóbulos rojos saludables, también puede afectar las uñas, haciéndolas pálidas y quebradizas. Estos cambios pueden ser un indicativo de que el cuerpo no está recibiendo suficiente oxígeno o nutrientes esenciales, lo que puede repercutir en la salud de las uñas.

Es crucial prestar atención a los cambios en las uñas y considerar la posibilidad de enfermedades sistémicas subyacentes. Consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado puede ayudar a identificar y tratar estas condiciones de manera efectiva.

El papel de la nutrición y oxigenación en la salud de las uñas

Una nutrición adecuada es esencial para mantener la salud de las uñas. Deficiencias en nutrientes clave, como hierro, zinc y biotina, pueden debilitar las uñas y hacerlas más propensas al desprendimiento. Una dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales, es fundamental para promover el crecimiento y la fortaleza de las uñas.

La oxigenación también juega un papel crucial en la salud de las uñas. Problemas de circulación o enfermedades respiratorias pueden afectar el suministro de oxígeno a las uñas, resultando en cambios de color o textura. Las uñas azuladas, por ejemplo, pueden ser un signo de cianosis, una condición causada por la falta de oxígeno en la sangre.

Para mejorar la salud de las uñas, es importante mantener una dieta rica en nutrientes y asegurarse de que el cuerpo reciba suficiente oxígeno a través de una buena circulación y respiración. En caso de cambios persistentes en las uñas, es recomendable buscar consejo médico para evaluar posibles deficiencias o problemas de salud subyacentes.

Tratamientos y cuidados para el desprendimiento de uñas

Cuidados en casa para aliviar el dolor y prevenir infecciones

El cuidado adecuado de las uñas desprendidas es esencial para aliviar el dolor y prevenir infecciones. Mantener la zona limpia y seca es fundamental. Se recomienda lavar el área con agua y jabón suave, y secar cuidadosamente para evitar la acumulación de humedad, que puede favorecer el crecimiento de bacterias y hongos.

Proteger la uña desprendida con un vendaje o cinta adhesiva puede ayudar a prevenir daños adicionales y reducir el riesgo de infección. Aplicar ungüentos antibacterianos o antifúngicos, según sea necesario, puede ser beneficioso para combatir infecciones y promover la curación del lecho ungueal. Estos tratamientos pueden adquirirse sin receta en farmacias.

Evitar el uso de zapatos ajustados o actividades que puedan causar presión en la uña desprendida es importante para minimizar el dolor y permitir que la uña crezca nuevamente. Si el dolor es significativo o la uña no se adhiere al lecho ungueal, es recomendable consultar a un médico para obtener asesoramiento adicional.

Cuándo acudir a un profesional de la salud

Es importante saber cuándo buscar atención médica para el desprendimiento de uñas. Si se observan signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón, calor o pus, es crucial acudir a un profesional de la salud para recibir tratamiento adecuado. Las infecciones no tratadas pueden llevar a complicaciones más graves y prolongar el tiempo de recuperación.

También se debe buscar atención médica si el desprendimiento de uñas es recurrente o si afecta a múltiples uñas, ya que esto puede ser un indicativo de una condición subyacente más grave. Un médico puede realizar una evaluación completa y recomendar pruebas o tratamientos adicionales según sea necesario.

En casos de dolor persistente o si el desprendimiento de la uña interfiere con las actividades diarias, es aconsejable consultar a un médico. Un profesional de la salud puede proporcionar opciones de tratamiento para aliviar el dolor y facilitar la recuperación del lecho ungueal, asegurando un retorno a la normalidad lo más rápido posible.

Prevención del desprendimiento de uñas

Uñas- Gemini
Una buena alimentación puede ayudar a tener las uñas saludables. Imagen: Gemini.

Consejos para mantener las uñas sanas y fuertes

Mantener las uñas sanas y fuertes es clave para prevenir el desprendimiento. Una buena higiene es fundamental: mantener las uñas limpias y secas puede prevenir infecciones y daños. Cortar las uñas regularmente y limar los bordes irregulares ayuda a evitar que se enganchen o se rompan.

Utilizar productos de cuidado de uñas que fortalezcan y nutran la queratina puede ser beneficioso. Aplicar aceites o cremas hidratantes regularmente ayuda a mantener la flexibilidad y resistencia de las uñas. Evitar el uso excesivo de esmaltes y quitaesmaltes también es importante para prevenir el debilitamiento de la placa ungueal.

Proteger las uñas durante actividades de riesgo, como deportes o trabajos manuales, es esencial. Usar guantes o protectores para las manos y pies puede prevenir lesiones y reducir el riesgo de desprendimiento. Estos simples cuidados pueden marcar una gran diferencia en la salud y apariencia de las uñas.

Importancia de una rutina de autocuidados

Establecer una rutina de autocuidados para las uñas es una estrategia efectiva para prevenir el desprendimiento y mantener su salud. Incorporar hábitos saludables en el día a día, como una dieta equilibrada y la hidratación adecuada, es fundamental para el bienestar general de las uñas.

Realizar chequeos regulares de las uñas para detectar cambios en su color, textura o forma puede ayudar a identificar problemas a tiempo. Consultar a un profesional de la salud ante cualquier anomalía es una medida preventiva importante. Además, evitar el hábito de morderse las uñas o arrancarse la piel que las rodea puede prevenir infecciones y daños.

La educación sobre el cuidado de las uñas y la adopción de prácticas saludables son pasos esenciales para mantenerlas en óptimas condiciones. Invertir tiempo en el cuidado de las uñas no solo mejora su apariencia, sino que también contribuye a la salud general del cuerpo.

Preguntas frecuentes sobre el desprendimiento de uñas

¿Por qué se caen las uñas de los pies sin dolor?

La caída de las uñas de los pies sin dolor puede deberse a varias razones. Una causa común es el trauma repetitivo o el uso de calzado inadecuado que ejerce presión sobre las uñas, debilitándolas con el tiempo. También puede ser el resultado de infecciones por hongos, que afectan el lecho ungueal sin causar dolor inmediato.

Otra razón podría ser una condición médica subyacente, como la psoriasis o problemas circulatorios, que afectan la salud de las uñas sin causar dolor evidente. En algunos casos, la exposición a productos químicos o el uso de medicamentos pueden debilitar las uñas y provocar su caída sin dolor.

Si las uñas de los pies se caen frecuentemente sin dolor, es recomendable consultar a un médico para identificar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado. Un diagnóstico temprano puede prevenir complicaciones y promover la salud de las uñas a largo plazo.

¿Qué enfermedad causa la caída de uñas?

Varias enfermedades pueden causar la caída de las uñas. La psoriasis, una enfermedad autoinmune, es una de las causas más comunes, afectando tanto la piel como las uñas. La onicomicosis, una infección fúngica, también es una causa frecuente, especialmente en las uñas de los pies, donde el ambiente húmedo favorece el crecimiento de hongos.

Enfermedades sistémicas, como la diabetes y problemas circulatorios, pueden afectar la salud de las uñas, provocando su debilitamiento y caída. La anemia, que implica una deficiencia de glóbulos rojos, también puede manifestarse a través de uñas frágiles y quebradizas.

Identificar la enfermedad subyacente que causa la caída de las uñas es crucial para recibir el tratamiento adecuado. Consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado puede ayudar a restaurar la salud de las uñas y prevenir futuros episodios desprendimiento.

Referencias:

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