El regimiento Norfolk
La leyenda: Durante la batalla de Gallipoli, el 21 de agosto de 1915 varios observadores neozelandeses vieron cómo los hombres del 4º Regimiento Norfolk entraba en una extraña niebla que cubría parte de la Colina 60 en un día claro y sin nubes... y desapareció.
La verdad: Quien tomó la colina fue un batallón, no un regimiento: el 5º batallón del Regimiento Norfolk. No desapareció, sino que tras tomar la colina marchó sobre las posiciones turcas y fue prácticamente exterminado. No hay mención oficial alguna a una extraña niebla, los observadores neozelandeses, si estuvieron, debían encontrarse a más de 6 kilómetros de la zona, la batalla de tuvo lugar 9 días antes de la fecha que da la leyenda y la supuesta historia no apareció hasta 50 años más tarde en una revista sobre ovnis.
La legión perdida
La leyenda: Los 4.000 soldados de élite pertenecientes a la VIIII Legión Hispana, desaparecieron sin dejar rastro cuando se dirigían hacia Escocia.
La verdad: Estacionada en York, donde construyó un fortín de piedra, estuvo en Gran Bretaña hasta el 108-109. Después estuvo en Nimega hacia 121 y por si eso fuera poco, se conocen los nombres de oficiales de esta legión que no sirvieron hasta después de esa fecha. Fue durante el mandato de Marco Aurelio cuando la VIIII Hispana desapareció de los registros.
El pueblo del lago Anjikuni (Canadá)
La leyenda: En 1930 los 1.500 habitantes iniut de un pueblo situado junto al lago Anjikuni (Canadá) desaparecieron. Los kayaks todavía se hallaban amarrados a la orilla y dentro de las cabañas las ollas de caribú guisado estaban mohosas sobre los fuegos apagados hacía mucho tiempo. No se encontraron cuerpos ni tampoco señales de violencia. En el cementerio las tumbas estaban abiertas y alguien se había llevado los cadáveres.
La verdad: Según la propia Policía Montada del Canadá, nunca ha existido un poblado tan populoso en un área tan remota, a más de 62º norte. Ni las patrullas, ni los tramperos ni misioneros de la zona han oído hablar nunca de ese pueblo ni hay documentada ningún tipo de relación social o económica (en algún sitio debían comprar aquello que necesitaban y no disponían, como los propios calderos para cocinar) relacionada con ese poblado. La historia apareció por primera vez en 1959 en el libro Stranger than Science de uno de los grandes propagandistas de los ovnis, el pionero de la radio Frank Edwards.