La tecnología LiDAR revela una fortificación de 5000 años oculta en los bosques rumanos

Investigadores descubren una fortificación en Rumanía de la Edad del Bronce que transforma el conocimiento arqueológico de la región.
Gracias a la tecnología LiDAR se ha podido identificar esta estructura fortificada de la Edad del bronce
Recreación de un dron que sobrevuela unas ruinas - Recreación ficticia de restos arqueológicos en los bosques de los Cárpatos

Durante siglos, los frondosos bosques del condado de Neamț, en el noreste de Rumanía, ocultaron un secreto ancestral. En 2024, gracias al uso de la tecnología LiDAR, un equipo dirigido por el arqueólogo Vasile Diaconu logró identificar una fortificación de más de 5000 años de antigüedad, construida durante la Edad del Bronce temprano. Este hallazgo reconfigura el conocimiento sobre las sociedades prehistóricas del este europeo y demuestra el poder transformador del escaneo láser aéreo en la arqueología contemporánea.

Un descubrimiento inesperado

La investigación se centró en una zona montañosa de la comuna de Brusturi, en el condado de Neamț. Aunque ya se sospechaba la presencia de asentamientos antiguos en la región, la existencia de esta gran estructura fortificada permanecía en las sombras hasta ahora. El mérito del hallazgo recae en la aplicación del LiDAR (Light Detection and Ranging), una técnica que permite escanear el relieve terrestre con gran precisión, incluso a través de densas coberturas forestales.

Gracias a esta tecnología, el equipo identificó una estructura ovalada que ocupa unas 9 hectáreas, delimitada por un sistema de murallas y terraplenes que tuvieron una una clara función defensiva. Este tipo de arquitectura, construida en tierra apisonada y, con probabilidad, reforzada con madera, indica una planificación estratégica y un esfuerzo comunitario significativo.

Fortificación rumana identificada con LIDAR
Las nuevas teconologías han permitido identificar la presencia de una fortificación oculta bajo la maleza. Fuente: Geocad Services

LiDAR: una herramienta clave en la arqueología del siglo XXI

El escaneo LiDAR funciona mediante el envío de pulsos láser desde un dispositivo montado en un dron o avión. Estos pulsos, al rebotar en la superficie terrestre, permiten crear modelos tridimensionales del terreno, con la ventaja de poder eliminar digitalmente los árboles y la vegetación. Este método se ha vuelto esencial para el descubrimiento de yacimientos arqueológicos en áreas boscosas o de difícil acceso.

En el caso rumano, las imágenes LiDAR revelaron con claridad un patrón geométrico que no podía atribuirse a formaciones naturales. Tras un primer análisis digital, el equipo inició una inspección sobre el terreno que confirmó la presencia de una fortificación prehistórica. Sus dimensiones y orientación en el territorio sugieren un conocimiento avanzado de la arquitectura defensiva.

Vasile Diaconu y el valor del trabajo interdisciplinar

El responsable del descubrimiento es Vasile Diaconu, arqueólogo del Museo de Historia y Etnografía de Târgu Neamț, junto a la empresa Geocad Services. El estudio de esta fortaleza recién descubierta combina la investigación arqueológica tradicional con herramientas de tecnología avanzada, en colaboración con especialistas en topografía, cartografía y análisis de suelos.

En lo que respecta a la excepcionalidad del hallazgo, Diaconu ha declarado que este tipo de estructuras resultan extremadamente raras en el norte de Rumanía, una zona poco explorada por la arqueología debido a la orografía accidentada y la densa vegetación. Gracias a la tecnología LiDAR, fue posible "ver" lo invisible y documentar un sitio cuya construcción se remonta al tercer milenio antes de nuestra era.

Recreación fantasiosa de un dron
La combinación de drones y tecnología LiDAR revoluciona la arqueología contemporánea. Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

La Edad del Bronce temprano en los Cárpatos orientales

La cronología propuesta para la fortificación —en torno al 3000 a.C.— la sitúa en la transición del Neolítico a la Edad del Bronce, un momento clave en la evolución de las sociedades del sureste europeo. Esta época se caracteriza por el surgimiento de estructuras sociales más jerárquicas, redes de intercambio a larga distancia y nuevas formas de asentamiento.

El descubrimiento en Neamț permite inferir que las comunidades locales ya contaban con conocimientos técnicos y organizativos para construir fortificaciones, lo que implica no solo la necesidad de defensa, sino también una creciente competencia entre grupos. El hecho de que esta estructura no se reutilizase en épocas posteriores refuerza su singularidad como testimonio de una etapa concreta y aún poco conocida.

¿Fortaleza, refugio o centro ritual?

Aunque aún no se han llevado a cabo excavaciones extensas, los primeros estudios geomorfológicos y la disposición de las estructuras sugieren que se trataba de una fortificación con una función múltiple. Las dimensiones del recinto, su orientación y la presencia de terrazas artificiales permiten suponer que no fue un mero refugio defensivo.

Podría haber funcionado como un centro comunitario, un lugar de almacenamiento o incluso un espacio ritual. Estas hipótesis se pondrán a prueba en futuras campañas arqueológicas, que permitirán analizar la estratigrafía, la cerámica y otros posibles restos materiales.

Recreación ficticia de unas ruinas
Recreación fantasiosa de unas ruinas. Fuente: Midjourney/Erica Couto

Una región rica en secretos por descubrir

Este hallazgo no supone un caso aislado. En los últimos años, el uso del LiDAR ha permitido identificar múltiples estructuras prehistóricas en la región de los Cárpatos orientales a la espera de que se investiguen sistemáticamente. El descubrimiento en Neamț confirma que el noreste de Rumanía fue un espacio activo durante la Prehistoria, no solo en términos de asentamientos agrícolas, sino también en cuanto a organización defensiva.

La topografía accidentada y los recursos naturales abundantes de la región habrían favorecido el surgimiento de comunidades complejas, capaces de aprovechar su entorno para construir estructuras duraderas. La fortificación descubierta añade una nueva dimensión al mapa arqueológico del país y sitúa a Neamț como una zona de interés prioritario para futuras investigaciones.

Recreación fantasiosa de unas ruinas
El estudio sistemático de esta fortaleza podría revolucionar nuestro conocimiento sobre las sociedades complejas de la prehistoria europea. Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Rrica Couto

El futuro del yacimiento y su protección

Vasile Diaconu y su equipo han subrayado la importancia de proteger el yacimiento ante posibles amenazas naturales o incluso humanas. Aunque, en la actualidad, se encuentra en una zona boscosa sin desarrollo urbano cercano, el acceso al lugar y la difusión del descubrimiento podrían atraer a visitantes o buscadores de tesoros.

Por ello, el equipo trabaja en colaboración con las autoridades locales y el Ministerio de Cultura de Rumanía para garantizar su conservación y preparar un plan de intervención arqueológica a largo plazo. El objetivo es estudiar el sitio sin destruirlo, combinando la excavación selectiva con los análisis no invasivos.

Un hallazgo que reescribe la prehistoria europea

El descubrimiento de una fortificación de 5000 años de antigüedad en los bosques del condado de Neamț constituye uno de los hallazgos arqueológicos más relevantes en Europa del Este en lo que va de siglo. Gracias al uso del LiDAR, se ha podido recuperar del olvido un capítulo crucial de la historia prehistórica rumana que ofrece nuevas pistas sobre las estructuras sociales del tercer milenio a.C.

Más allá de su valor científico, este hallazgo demuestra que la intersección entre tecnología y arqueología no solo abre nuevas rutas de exploración, sino que también permite cuestionar viejos supuestos sobre el pasado humano. En los próximos años, Neamț podría convertirse en un centro de referencia para el estudio de las primeras comunidades complejas de Europa.

Referencias

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