El hallazgo de una estructura circular minoica en Papoura reaviva la hipótesis de que podría tratarse del verdadero laberinto del Minotauro

¿Pudo haber existido el laberinto del Minotauro? Un descubrimiento arqueológico en Papoura abre el debate de nuevo.
Minotauro
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto - Laberinto del Minotauro

El verano de 2024 trajo consigo un descubrimiento asombroso para la arqueología del Mediterráneo antiguo. En la cima de la colina de Papoura, próxima al municipio cretense de Kastelli, se descubrió una estructura circular monumental de apariencia sorprendente. Sus particularidades arquitectónicas llevaron a algunos investigadores, así como a la prensa generalista, a plantear una hipótesis tan audaz como arriesgada. ¿Podía tratarse del famoso laberinto que albergó al Minotauro, según narra la mitología griega?

Un descubrimiento casual que remite al mito

En junio de 2024 se inició una serie de excavaciones de urgencia en la colina de Papoura, con relación a los trabajos preparatorios destinados a instalar un sistema de radar para el nuevo aeropuerto de Kastelli. Durante estas excavaciones, se identificó un conjunto formado por círculos concéntricos de piedra de unos 50 metros de diámetro que se fechó, preliminarmente, en el período protopalacial de la Edad del Bronce, hacia el 1900 a. C.

Minotauro
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

¿Un laberinto pétreo?

El monumento está compuesto por ocho anillos concéntricos de mampostería. El grosor de sus muros alcanza alrededor de un metro y medio, mientras que, en algunas zonas conservadas, las paredes se elevan hasta casi dos metros.

En el centro se erige una construcción circular de unos quince metros de diámetro, dividida en cuatro cuadrantes que parecen haber desempeñado una función simbólica o ritual. Alrededor de esa zona central se extiende otra ancha franja delimitada por muros radiales que cortan los anillos interiores y crean una compleja retícula de espacios subdivididos, conectados entre sí mediante pasadizos estrechos.

Los arqueólogos han identificado dos posibles accesos principales al interior de la estructura. Uno está orientado al suroeste y otro al noroeste, lo que parece reforzar la idea de que el edificio se diseñó siguiendo una planificación clara. En los espacios excavados, se encontraron cantidades significativas de huesos de animales, quizás procedentes de sacrificios u ofrendas. Tal evidencia apunta a que el edificio pudo tener un uso ritual vinculado al consumo de banquetes.

Una construcción sin paralelos conocidos

La singularidad de la construcción ha sorprendido a la comunidad científica, pues no existen paralelos claros en la Creta de la Edad del Bronce. Aunque ciertos elementos formales recuerdan a otros monumentos circulares del mundo egeo o a las estructuras protociclópeas de la Grecia continental, el diseño laberíntico de Papoura no tiene equivalentes exactos en el mundo minoico. Por este motivo, las autoridades griegas lo han calificado como un hallazgo único y de excepcional interés.

Atenea, Teseo y el Minotauro
Atenea, Teseo y el Minotauro. Fuente: Marie-Lan Nguyen/Wikimedia

Una posible relación con el laberinto del Minotauro

El descubrimiento no ha tardado en alimentar encendidos debates. La disposición concéntrica de los muros y los pasadizos estrechos genera un recorrido en apariencia enmarañado que, inevitablemente, recuerda a un laberinto. La división en cuadrantes de la zona central, por otro lado, refuerza la impresión de un espacio ordenado con geometrías simbólicas, mientras que su ubicación en lo alto de la colina y su imponente visibilidad le otorgan un carácter de gran importancia dentro del paisaje. Los restos de banquetes y ofrendas hallados en el interior, por otro lado, apuntan a que se utilizó como espacio ceremonial. La combinación de todas estas características ha favorecido la idea de que este edificio podría relacionarse con las tradiciones míticas que, siglos más tarde, cristalizaron en la leyenda del Minotauro.

Minotauro
Minotauro, Londres E4 MAN. Fuente: Marie-Lan Nguyen/Wikimedia

Críticas al sensacionalismo arqueológico e histórico

Aunque el vínculo con el mito resulta tentador, es imprescindible mantener una mirada crítica. Identificar los restos arqueológicos con vestigios de los relatos míticos sin disponer de pruebas directas es un terreno peligroso, ya que puede conducir a conclusiones apresuradas o a la difusión de narrativas alejadas de la evidencia. El mito del Minotauro es, ante todo, una creación literaria y simbólica. Forzar un paralelismo implica correr el riesgo de empobrecer tanto la interpretación arqueológica como la comprensión de los relatos míticos.

Los titulares que afirman que se ha encontrado el laberinto del Minotauro resultan, sin duda, atractivos, pero desplazan la atención de lo verdaderamente importante: la excepcionalidad del monumento como testimonio de la ritualidad de la Edad del Bronce. De este modo, el público se queda con una versión espectacularizada de la noticia, mientras se hace sombra a las implicaciones científicas del hallazgo. Este tipo de sensacionalismo puede llegar a generar expectativas irreales que condicionen las futuras investigaciones o incluso la gestión patrimonial.

Otro aspecto preocupante deriva del peso de las decisiones políticas e infraestructurales en la gestión del patrimonio. El hecho de que la excavación esté vinculada al desarrollo del aeropuerto de Kastelli coloca al yacimiento en una situación delicada. La urgencia por obtener resultados y dar respuestas rápidas puede alimentar interpretaciones apresuradas que perjudiquen tanto la investigación como la conservación del monumento.

Laberinto y toro
Recreación fantasiosa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

La prudencia como medida

El hallazgo de la estructura circular de Papoura Hill constituye un descubrimiento sin precedentes en la arqueología cretense de la Edad del Bronce. Su monumentalidad, su diseño en anillos concéntricos y su carácter ritual lo convierten en un monumento excepcional que todavía guarda muchos secretos. La tentación de relacionarlo con el laberinto del Minotauro es comprensible, pero la ciencia arqueológica exige distinguir entre mito y evidencia, evitando el sensacionalismo y apostando por una investigación pausada y rigurosa.

Hay rasgos que parecen reforzar la hipótesis, como su compleja estructura concéntrica, la sensación de enredo espacial y su carácter ceremonial. Sin embargo, faltan pruebas determinantes que permitan identificarlo con el escenario mítico descrito por la tradición griega. No se han hallado evidencias de pasajes subterráneos ni de elementos arqueológicos o representativos que encajen con el relato de Teseo y Ariadna. Papoura, más allá de su hipotética conexión con el mito, ya es por sí mismo un hallazgo fascinante que merece un estudio cuidadoso.

Referencias

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