El impacto de un cometa hace 12.800 años durante la Prehistoria incendió la Tierra provocando una serie de cambios ambientales que obligaron a los cazadores-recolectores del asentamiento prehistórico de Abu Hureyra en Siria a cambiar su forma de vida y convertirse en agricultores en aras de sobrevivir. Esta es la conclusión de cuatro estudios científicos realizados por un equipo internacional de científicos que publican sus resultados en la revista Science Open: Airbursts and Cratering Impacts.

Nuevas pruebas de una antigua teoría
Esta teoría no es nueva: se conoce como la hipótesis del cometa Clovis y sugiere que una catástrofe ambiental hace unos 12.800 años desencadenó un cambio dramático en la Tierra, un periodo frío llamado Dryas Reciente, y según el que, estos estudios apuntan que los métodos de subsistencia humana quedaron alterados radicalmente.
En un estudio anterior, los investigadores apuntaban a que, según los datos recopilados, este desastre mundial estuvo causado por un cometa de 100 kilómetros de diámetro que colisionó con la Tierra desintegrándose en miles de pedazos, generando una ola de incendios que, supuestamente, acabó con el 10% de la superficie terrestre.
Los investigadores han estado examinando esta hipótesis de que un repentino período de enfriamiento global fue promovido por un cometa fragmentado alterando dramáticamente el medio ambiente. La zona pasó de un paisaje húmedo y boscoso, abundante en diversas fuentes de alimentos, a uno más fresco y seco.
"En esta región general, hubo un cambio de condiciones más húmedas, boscosas y con diversas fuentes de alimento para los cazadores-recolectores, a condiciones más secas y frías cuando ya no podían subsistir sólo como cazadores-recolectores", explicó el científico terrestre James Kennett, profesor emérito de UC Santa Bárbara y coautor de los estudios. El asentamiento de Abu Hureyra es famoso entre los arqueólogos por su evidencia de la transición más temprana conocida de la recolección de alimentos a la agricultura. "Los aldeanos empezaron a cultivar cebada, trigo y legumbres; esto es lo que la evidencia muestra claramente. Los ocupantes de la aldea dejaron un registro abundante y continuo de semillas, legumbres y otros alimentos".
Antes y después
El pueblo, ahora sumergido bajo el lago Assad, era un tesoro de evidencia dietética antigua. Al estudiar los restos materiales, los científicos discernieron el cambio en la dieta. Antes del impacto del cometa, la dieta prehistórica de los habitantes incluía leguminosas y cereales silvestres, y "cantidades pequeñas pero significativas de frutas y bayas silvestres". Después de la explosión cósmica, su dieta se basaba en granos y lentejas de tipo más doméstico, a medida que la gente experimentó con los primeros métodos de cultivo.
Tal y como comentan, los investigadores, unos 1.000 años después, todos los "cultivos fundadores" del Neolítico (trigo escanda, cebada descascarada, centeno, guisantes, lentejas, garbanzos o lino) se cultivaban en lo que ahora se llama la Media Luna Fértil. En particular, hubo un aumento evidente de plantas resistentes a la sequía, indicativo de la evolución del clima.
Por ello, los expertos concluyen que, gracias a las consecuencias del impacto, sobrevino la invención de la agricultura, lo que también provocó cambios notables en la población, ajustes arquitectónicos y el inicio de la domesticación del ganado en la región.

Pero, ¿por qué no hay huellas del cráter de impacto?
La ausencia de cráteres en el suelo, normalmente asociados con este tipo de eventos, se explica por el carácter aéreo de la explosión. Estas explosiones cósmicas tal y como sugiere la investigación, suceden en el aire sin dejar cráteres visibles.
"Por primera vez, proponemos que el metamorfismo de choque en los granos de cuarzo expuestos a una detonación atómica es esencialmente el mismo que durante una explosión cósmica a baja altitud y presión", aclara James P. Kennett, coautor de los estudios. Sin embargo, la llamada "presión más baja" sigue siendo muy alta, probablemente superior a 3 Gigapascales, el equivalente a unos cinco aviones 737 apilados en una moneda pequeña.
Teniendo en cuenta todos los datos recopilados, los científicos afirman que el descubrimiento “implica un vínculo causal novedoso entre los impactos extraterrestres, el cambio ambiental y climático hemisférico y los cambios transformadores en las sociedades y la cultura humanas, incluido el desarrollo agrícola”. Una prueba más de cómo los eventos del universo pueden moldear el curso de la vida en un planeta.
Referencias:
- Andrew M.T. Moore, James P. Kennett and Malcolm A. LeCompte et al. Abu Hureyra, Syria, Part 1: Shock-fractured quartz grains support 12,800-year-old cosmic airburst at the Younger Dryas onset. Airbursts and Cratering Impacts (2023) DOI: 10.14293/ACI.2023.0003
- Andrew M.T. Moore, James P. Kennett and William M. Napier et al. Abu Hureyra, Syria, Part 2: Additional evidence supporting the catastrophic destruction of this prehistoric village by a cosmic airburst ~12,800 years ago. Airbursts and Cratering Impacts (2023) DOI: 10.14293/ACI.2023.0002
- Andrew M.T. Moore, James P. Kennett and William M. Napier et al. Abu Hureyra, Syria, Part 3: Comet airbursts triggered major climate change 12,800 years ago that initiated the transition to agriculture. Airbursts and Cratering Impacts. (2023) DOI: 10.14293/ACI.2023.0004
- Robert E. Hermes, Hans-Rudolf Wenk and James P. Kennett et al. Microstructures in shocked quartz: linking nuclear airbursts and meteorite impacts. Airbursts and Cratering Impacts (2023) DOI: 10.14293/ACI.2023.0001
- Vance T. Holliday, Patrick J. Bartlein, Andrew C. Scott, and Jennifer R. Marlon Extraordinary Biomass-Burning Episode and Impact Winter Triggered by the Younger Dryas Cosmic Impact ∼12,800 Years Ago, Parts 1 and 2: A Discussion, The Journal of Geology 128, no.11 (Dec 2019): 69–94.https://doi.org/10.1086/706264