Tienes en tus manos un viaje fascinante al interior de la mente humana, a esos espacios recónditos en los que el cerebro se revela no solo en sus conexiones neuronales, sinapsis y agentes bioquímicos, sino también en los temores, pasiones y anhelos del ser humano y en aquello que no sabemos categorizar y escapa a lo normativo rozando el misterio. Escrita íntegramente por el prestigioso biólogo y neurocientífico José Ramón Alonso, esta revista se adentra en un territorio donde la divulgación se viste de humanidad y nos recuerda que la ciencia, por rigurosa que sea, cobra vida tan solo cuando se entrelaza con las historias, las emociones y los desafíos del ser humano. Como en las fascinantes obras de Oliver Sacks, a quien Alonso sigue muy de cerca en las diferentes historias que estudia, exploraremos no solo los trastornos neurológicos, sino también el sufrimiento, la esperanza y la lucha por superar las adversidades que conlleva: conoceremos al ser humano que hay detrás de esa patología, la vida que se desarrolla en torno a ella. Aquí la ciencia cuestiona lo evidente y se sumerge en enigmas tan insólitos como fascinantes: ¿Puede un hijo no tener el ADN de su madre? ¿Puede alguien dominar tu cuerpo sin que seas realmente tú? Historias como la de Norton I, el entrañable «emperador de los Estados Unidos» que vivía en la pobreza; Sugar Ray, el más grande dentro y fuera del cuadrilátero; el sorprendente caso de Quimera; el verdadero Rain Man; el joven científico que se inyectó el párkinson... Cada caso es una encrucijada donde la búsqueda de respuestas se funde con la curiosidad y la sed de conocimiento. Disfruta de la lectura.
Norton I, emperador de los Estados Unidos
Es bien sabido que los Estados Unidos de América nacieron como una república independiente bajo la declaración de que «todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad » pero es poco conocida la historia de su único «emperador»: Norton I. Joshua A. Norton nació en Londres, Escocia o Zimbabue —no está claro— el 4 de febrero de 1819 y, quizá, pasó sus primeros años en Sudáfrica. Llegó a San Francisco en 1849 desde Río de Janeiro y recibió una herencia de su padre de 40 000 dólares que aumentó con su habilidad para los negocios y una moral intachable que le dio respetabilidad y prestigio, y le llevó a acumular una fortuna de más de un cuarto de millón de dólares. Perdió todo especulando con el precio del arroz. A eso le siguieron años de pleitos, la pérdida de sus propiedades inmobiliarias y un dramático cambio en su salud mental: «la excitación previa de las falsas expectativas y el choque de estas desilusiones unido a los problemas resultantes constituyeron un grave golpe a la cordura de Norton. Se retiró de la luz pública y cuando reapareció en 1857 dio evidencias palpables y claras de una mente desquiciada».
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Contenidos
- Norton I, emperador de los Estados Unidos
- El más grande
- El sorprendente caso de Quimera
- Con licencia para matar
- La isla de los perros locos
- La mecha corta
- Gitanos y condes
- Delirio de amor
- El cuerpo de Alicia
- El verdadero rain man
- Hansen y Teresa de Calcuta
- Microbioma y esclerosis múltiple
- La mano anárquica del dr. Strangelove
- Los tesoros de diógenes
- 47 cromosomas
- La mujer con ochenta maridos
- Avatares terapéuticos
- Una vida en directo
- Las lobotomías de Rosemary y Eva
- Serpientes y hadas
- Furioso y enamorado
- El joven que se inyectó el párkinson
- Depresión y tierra húmeda
- La tarántula, la tarantela, el tarantismo y tarantino
- Bibliografía
