Hemos preguntado a la inteligencia artificial de GPT-4 de OpenAI acerca del científico más polémico en la historia de la ciencia española. La herramienta de IA ha señalado la controvertida historia de la bióloga molecular Susana González (nacida en 1969), conocida inicialmente por su trabajo sobre regeneración cardíaca (de hecho, hasta recibió una beca de 2 millones de euros de la Unión Europea tras lograr la asombrosa recuperación de ratones con una insuficiencia cardiaca letal).
Su investigación se centró en el uso de células madre pluripotentes, que pueden transformarse en cualquier tipo de célula, para la regeneración del corazón, un área de investigación con importantes implicaciones para el tratamiento de enfermedades cardíacas. Su carrera parecía destinada a lo más espigado de la ciencia española. Consiguió importantes logros científicos, pero lo que parecía una carrera científica espectacular acabó en el mayor escándalo que ha habido nunca en la historia de la ciencia española, por un escándalo que sacudió a la comunidad científica de este país y del mundo entero.

Un escándalo en la ciencia
Susana González era una prometedora científica que trabajaba en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). Se licenció en Química y Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en 1994 y en enero de 2000 defendería su tesis doctoral dirigida por Juan Ortín Montón. Se especializó en el estudio del potencial de las células madre para la regeneración del corazón y tenía un sólido historial de investigaciones publicadas. Todos alababan su capacidad investigadora. El escándalo, sin embargo, saltaría a la luz en 2016, tras ser acusada de manipular intencionadamente los datos de su investigación, muchos de ellos estudios publicados en la revista Nature y otras de similar importancia.
Fue fulminantemente despedida del CNIO, tras las conclusiones del Comité de Iguales en virtud del artículo 56 del Código de Buenas Prácticas aprobado el 20 de noviembre de 2015, que escrutaron al detalle sus publicaciones. El comité formado por tres investigadores sin conflicto de interés con la investigada, concluyó que González fue responsable de "graves irregularidades" en su sus estudios. Quedó demostrado que los datos fueron manipulados digitalmente y ninguno de los experimentos representados en las gráficas de algunos de sus investigaciones explicaban o justificaban los resultados publicados. La investigación concluyó que había pruebas de mala conducta, incluida la duplicación y manipulación de imágenes, en varios de los artículos de González.
Despido fulminante y pérdida de credibilidad
La joven bióloga no solo fue despedida, sino que este sería el inicio de una dramática caída en desgracia para una científica que había sido elogiada como una figura destacada en su campo (se había especializado en células madre y envejecimiento).
Sus artículos en Cell Cycle, Nature Communications o Nature fueron retirados (y el escándalo sirvió como un crudo recordatorio de la importancia de la conducta ética en la investigación científica). La protagonista del escándalo se defendió afirmando que las irregularidades encontradas eran errores y no un engaño intencionado, pero ya era tarde para todo esto. La polémica ya había empañado su reputación, pero generó un enorme debate acerca de la importancia de mantener estándares éticos rigurosos y la integridad en la investigación y la comunidad científica.
El prestigioso premio que había recibido en su día, el Premio Carmen y Severo Ochoa de Biología Molecular en 2014, fue revocado también. Sin duda, fue uno de los casos de mala conducta científica más destacados en España, un capítulo negro de nuestra historia que, al menos, ha servido como catalizador para un mayor escrutinio y debates sobre la integridad científica.

Referencias:
- Fundación Dr. Antoni Esteve
- Manzanas podridas: malas prácticas de investigación y ciencia descuidada, Angel Abril-Ruiz (2019).
- Mebane, C., Sumpter, J., Fairbrother, A., Augspurger, T., Canfield, T., Goodfellow, W., Guiney, P., LeHuray, A., Maltby, L., Mayfield, D., McLaughlin, M., Ortego, L., Schlekat, T., Scroggins, R., & Verslycke, T. (2019). Scientific integrity issues in Environmental Toxicology and Chemistry: Improving research reproducibility, credibility, and transparency. Integrated Environmental Assessment and Management, 15. https://doi.org/10.1002/ieam.4119.
- Coughlin, S., Barker, A., & Dawson, A. (2012). Ethics and Scientific Integrity in Public Health, Epidemiological and Clinical Research. Public Health Reviews, 34, 1-13. https://doi.org/10.1007/BF03391657.
- Kretser, A., Murphy, D., & Dwyer, J. (2016). Scientific integrity resource guide: Efforts by federal agencies, foundations, nonprofit organizations, professional societies, and academia in the United States. Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 57, 163 - 180. https://doi.org/10.1080/10408398.2016.1221794.