De todos es conocida la muerte de Arquímedes a manos de un soldado romano mientras el sabio hacía sus cálculos en la arena. Cuenta la historia que el soldado le ordenó que fuera a reunirse con el general romano que había tomado la ciudad, pero él se negó diciendo que tenía que terminar de trabajar en el problema: “no estropeéis mis círculos”, le espetó. El soldado, en respuesta, le mató.
Pero no es éste el único caso de muerte violenta en la ciencia. Veamos a continuación cinco de los más llamativos.
Évariste Galois (1811 – 1832)
Muerto en duelo (20 años)

Fue un matemático francés cuyas contribuciones han tenido un impacto significativo en el desarrollo de la teoría de grupos, la teoría de números y la teoría de campos. En particular, su trabajo pionero en la teoría de grupos (fue el primero en introducir ese término en un contexto matemático) puso las bases para una teoría que hoy es central en muchas ramas de las matemáticas y tiene aplicaciones en física, química y ciencias de la computación.
Aunque sabemos que murió en un duelo, las razones permanecen ocultas. Sabemos que en 1832 estaba enamorado de una tal Stéphanie D., y que ella le habría pedido romper el 14 de mayo. Los motivos del duelo no están nada claros, pero nos da una pista Gabriel Demante, el primo de Galois: “[Galois] se encontró ante un supuesto tío y un supuesto prometido de Stéphanie, y los dos provocaron el duelo". Y añadió que el propio Galois le dijo: "Soy víctima de una coqueta infame y sus dos engañados". La noche anterior al mismo escribió a sus amigos: “Me han desafiado dos patriotas; no he podido negarme”.

Las pocas horas que le quedaban hasta el amanecer las dedicó a poner por escrito sus ideas matemáticas, y en la madrugada del 30 de mayo de 1832, cerca del estanque Glacière en París, Galois se enfrentó en un duelo a pistola. Recibió un balazo que le perforó los intestinos y quedó tirado en el campo hasta que un campesino que pasaba por allí lo recogió y lo llevó al Hospital Cochin. Galois murió de una peritonitis a la mañana siguiente. Dicen que sus últimas palabras fueron para su hermano Alfred: “¡No llores! Necesito todo mi coraje para morir a los veinte años”. El 2 de junio fue enterrado en una de las fosas comunes del cementerio de Montparnasse.
Henry Moseley (1887 – 1915)
Muerto en combate (27 años)

Henry Gwyn Jeffreys Moseley fue un físico inglés cuyo nombre va a estar ligado para siempre a la ley que lleva su nombre y es el fundamento de porqué la tabla periódica se ordena como lo hace y establece que las propiedades físicas y químicas de los elementos químicos tienden a repetirse de forma sistemática conforme aumenta el número atómico. Esta ley hizo avanzar la física atómica y nuclear al proporcionar la primera prueba experimental en favor del modelo atómico de Bohr.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Moseley dejó atrás su trabajo de investigación en la Universidad de Oxford para presentarse como voluntario en los Ingenieros Reales. Su familia y amigos intentaron persuadirlo para que no lo hiciera, pero él estaba convencido de que era su deber. Moseley fue asignado como oficial técnico en comunicaciones y en abril de 1915 fue enviado a Gallipoli (en Turquía). El 10 de agosto de 1915 cayó abatido por el disparo de un francotirador.

En palabras del Premio Nobel de Física Robert Millikan, “si la guerra europea no hubiera tenido otro resultado que la extinción de esta joven vida, eso por sí solo lo convertiría en uno de los crímenes más espantosos e irreparables de la historia".
Hipatia (c. 370 – 415)
Desollada y desmembrada (45 años)

Hipatia fue una destacada filósofa, astrónoma y matemática neoplatónica que vivió en Alejandría. Es la primera matemática cuya vida está razonablemente bien documentada (aunque podría perder ese título si algún día se confirma que Pandrosion de Alejandría fue, en realidad, una mujer). Sus contribuciones incluyen un comentario sobre los trece volúmenes de la Arithmetica de Diofanto, un comentario (hoy perdido) sobre el tratado de Apolonio de Pérgamo sobre secciones cónicas, y revisó y actualizó las tablas astronómicas de Claudio Ptolomeo.
Hacia el final de su vida, Hypatia se vio envuelta en un conflicto entre Orestes, el prefecto romano de la ciudad, y Cirilo, el Patriarca de Alejandría. Corría el rumor de que era la culpable de que no se reconciliaran. Y en marzo de 415, en tiempo de cuaresma, una turba cristiana azuzada por un lector llamado Pedro (el cargo de lector en la Iglesia Católica se instituyó para leer la Biblia en las reuniones litúrgicas, salvo los evangelios), la sacó del carruaje en el que viajaba a su casa. La arrastraron al Cesareum, un templo griego erigido por Cleopatra y reconvertido en iglesia y sede de Cirilo, donde la desnudaron y la asesinaron utilizando conchas o trozos de cerámica: el óstraco. También le arrancaron los ojos, la desmembraron y arrastraron sus restos por toda la ciudad hasta un lugar llamado Cinareo, donde los quemaron.
Antoine Lavoisier (1743 – 1794)
Guillotinado (50 años)

Antoine-Laurent de Lavoisier fue un químico francés cuyo trabajo es central al desarrollo de la química como ciencia; fue su trabajo el que convirtió la química en una ciencia cuantitativa. Su fama le viene por descubrir el papel que juega el oxígeno en la combustión. De hecho, es el descubridor del oxígeno. También ayudó a definir el sistema métrico, escribió la primera lista extensa de elementos y ayudó a reformar la nomenclatura química. Predijo la existencia del silicio y descubrió la ley de conservación de l amasa en las reacciones químicas.
Con el estallido de la Revolución Francesa Lavoisier tenía los días contados porque había sido administrador de la Ferme générale, la compañía dedicada a recaudar los impuestos del reino y una de las organizaciones más odiadas de Francia.

El 24 de noviembre de 1793 se ordenó el arresto de todos los antiguos miembros de la Ferme. Y Lavoisier estaba entre ellos. Se les acusó de defraudar al Estado y de añadir agua al tabaco antes de venderlo. Lavoisier redactó su defensa, refutando las acusaciones financieras y recordando al tribunal cómo había mantenido una alta calidad constante del tabaco. El tribunal, sin embargo, falló en su contra con la idea de que al confiscar los bienes de los condenados se recuperarían grandes sumas de dinero para el Estado). Fue guillotinado en París el 8 de mayo de 1794, junto con otros 27 acusados.
Un año y medio después de su ejecución, Lavoisier fue completamente exonerado por el gobierno francés y sus pertenencias devueltas a su viuda mediante una lacónica nota manuscrita: "A la viuda de Lavoisier, que fue falsamente condenado".
Lev Vasilyevich Shubnikov (1901 – 1937)
Fusilado (36 años)

Fue un destacado físico experimental ruso, especialista en el campo de la física de bajas temperaturas: codescubridor del llamado efecto Shubnikov-de Haas (una oscilación en la conductividad de un material que ocurre a bajas temperaturas en presencia de campos magnéticos muy intensos), cuya importancia para la física de la materia condensada no fue puesta de manifiesto hasta años más tarde. Es también el descubridor del antiferromagnetismo y el paramagnetismo del hidrógeno en estado sólido, y fue uno de los primeros en estudiar el helio líquido.

Durante la época de Stalin, en el apogeo de la Gran Purga durante 1937, el NKVD (el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos de la Unión Soviética) lanzó el llamado Asunto del Instituto Ucraniano de Física y Tecnología en lo que acusó falsamente a diversos científicos de este Instituto. Shubnikov fue detenido el 5 de agosto. El 15 de octubre el fiscal regional firmó las acusaciones contra L.V. Shubnikov y otros dos compañeros, L.V. Rozenkevich y V.S. Gorsky, donde proponía que fueran clasificadas de categoría 1, lo que significaba ejecución sumarísima. El Comisario del Interior del Pueblo y el Fiscal de la URSS tomaron la decisión de fusilarlos el 28 de octubre: Shubnikov recibió el disparo fatal el 10 de noviembre. No se sabe ni dónde fue ejecutado ni qué pasó con su cuerpo.