Un equipo de científicos de la Universidad de Derby en Reino Unido ha descubierto un continente perdido en las profundidades del brazo sur del océano Ártico, que se formó hace 60 millones de años. El hallazgo se produjo de forma accidental mientras estudiaban los movimientos de placas tectónicas de la zona. La masa de tierra, el microcontinente prehistórico, se encuentra debajo del Estrecho de Davis, entre Canadá y Groenlandia. Así, en algún lugar debajo de la superficie del Estrecho de Davis se encuentra lo que los científicos han declarado un microcontinente.

Aún nos queda por conocer
Aunque la geología de la región ha sido ampliamente estudiada de antemano, parece que aún quedan algunos misterios. A medida que las placas tectónicas entre Canadá y Groenlandia se movieron para dar lugar al Estrecho de Davis, conectando las cuencas oceánicas del Mar de Labrador y la Bahía de Baffin, la corteza terrestre experimentó una reconfiguración. Este proceso dio origen a una gruesa corteza continental en el océano, el protomicrocontinente o microcontinente primitivo recién descubierto.
Los protomicrocontinentes son parte de la litosfera continental, que es una sección de la corteza exterior de la Tierra que está dividida en varias placas tectónicas: losas de roca. El movimiento empuja las placas tectónicas, provocando que se rocen entre sí durante millones de años y provocando terremotos y explosiones volcánicas.
El fragmento de corteza continental tiene entre 19 y 24 kilómetros de espesor y unos 400 kilómetros de largo y ha sido bautizado como protomicrocontinente del Estrecho de Davis. Los autores definen los protomicrocontinentes como "regiones relacionadas de litosfera continental relativamente gruesa separadas de los continentes principales por una zona de litosfera continental más delgada".
"Los cambios bien definidos en el movimiento de las placas que ocurren en el Mar de Labrador y la Bahía de Baffin, que tienen complicaciones externas relativamente limitadas que los afectan, hacen de esta área un laboratorio natural ideal para estudiar la formación de microcontinentes. El rifting y la formación de microcontinentes son fenómenos absolutamente continuos: con cada terremoto podríamos estar trabajando hacia la próxima separación de microcontinentes. El objetivo de nuestro trabajo es comprender su formación lo suficientemente bien como para predecir esa misma evolución futura", explica Jordan Phethean de la Universidad de Derby y coautor del trabajo que publica la revista Gondwana Research.
El hallazgo podría ser crucial ya que explica el paisaje geológico de la Tierra. La ubicación del microcontinente también es fundamental, ya que la zona está relativamente intacta por la actividad humana.

El surgimiento
El continente tardó millones de años en formarse, un proceso que se desarrolló en el Estrecho de Davis aproximadamente cuando la dirección de los movimientos de las placas cambió de noroeste-suroeste a este-oeste. Los científicos sostienen que la separación inicial, donde las placas tectónicas comenzaron a dividirse, ocurrió hace aproximadamente 118 millones de años. Posteriormente, la ruptura continental en el Mar de Labrador tuvo lugar hace unos 61,27 millones de años. A medida que los continentes seguían distanciándose, Groenlandia eventualmente colisionó y se fusionó con la placa de América del Norte. Durante este periodo, se formó el nuevo microcontinente. El cambio duró aproximadamente 33 millones de años y sólo se detuvo cuando Groenlandia chocó con la isla Ellesmere, situada al norte.
"Como nuestras interpretaciones de la reflexión sísmica indican un evento de extensión en el este del Estrecho de Davis entre 58 y 49 millones de años, coincidente espacialmente con la zona de la corteza continental más delgada entre el fragmento continental y Groenlandia, inferimos que este evento de extensión condujo a la separación de este fragmento de Groenlandia", dicen los expertos.

Este descubrimiento arroja luz sobre los procesos dinámicos de la tectónica de placas y la formación de la corteza terrestre en la historia geológica de la Tierra, ofreciendo un laboratorio natural para estudiar fenómenos similares a nivel mundial.
"Un mejor conocimiento de cómo se forman estos microcontinentes permite a los investigadores comprender cómo opera la tectónica de placas en la Tierra, con implicaciones útiles para la mitigación de los peligros de la tectónica de placas y el descubrimiento de nuevos recursos", dijo Phthean.
"Nuestro mecanismo identificado de formación de microcontinentes puede ser ampliamente aplicable a otros microcontinentes alrededor del mundo, y se merecen más estudios para comprender el papel de los cambios en el movimiento de las placas y la transpresión en el parto de microcontinentes", escribieron los investigadores en el estudio.

Referencias:
- Luke Longley et al, The Davis Strait proto-microcontinent: The role of plate tectonic reorganization in continental cleaving, Gondwana Research (2024). DOI: 10.1016/j.gr.2024.05.001
- Longley, L., Martin, L., Satchwell, B., Tomlinson, L., & Phethean, J. (2021). Microcontinent cleaving and enigmatic proto subduction events (?): The role of transpressional transforms in plate tectonics of the Indian and North Atlantic Oceans. . https://doi.org/10.5194/EGUSPHERE-EGU21-5049.Wang, W., Cawood, P., & Pandit, M. (2021). India in the Nuna to Gondwana supercontinent cycles: Clues from the north Indian and Marwar Blocks. American Journal of Science, 321, 83 - 117. https://doi.org/10.2475/01.2021.02.