¿Por qué la Luna y el Sol se ven de color naranja?

Cuando se encuentra cerca del horizonte, el Sol y también las nubes que lo rodean adquieren unas tonalidades rojizas. Este fenómeno, llamado absorción, se produce porque la atmósfera absorbe en mayor medida los colores azulados -esto es, las longitudes de onda corta- y da paso libre a los amarillos, naranjas y rojizos -las longitudes de […]
¿Por qué la Luna y el Sol se ven de color naranja?

Cuando se encuentra cerca del horizonte, el Sol y también las nubes que lo rodean adquieren unas tonalidades rojizas. Este fenómeno, llamado absorción, se produce porque la atmósfera absorbe en mayor medida los colores azulados -esto es, las longitudes de onda corta- y da paso libre a los amarillos, naranjas y rojizos -las longitudes de onda larga-

El efecto es más intenso si la luz que emite o refleja un objeto, caso del Sol y la Luna, respectivamente, se halla cerca del horizonte. En estas condiciones, la radiación luminosa atraviesa un mayor espacio de atmósfera y, por tanto, sufre un filtrado más eficaz. A diferencia del Sol, cuyo color natural es el amarillo, la Luna refleja una luz casi blanca. Esto impide que contemplemos en el horizonte una Luna tan roja como el astro rey.

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  • Eugenio M. Fernández Aguilar