Los nietos de John Hammond se encierran asustados en el coche. El ejemplar de Tyrannosaurus rex del “Parque Jurásico” atraviesa la alambrada que debía mantenerlo encerrado. Da un paso adelante, inclina su cuerpo y emite un poderoso “cooooc cloooo cloooo” mientras agita sus plumas al viento. De haber sido así una de las escenas más míticas del cine, estamos de acuerdo en que hubiese resultado mucho menos espectacular. Sin embargo, sí que se habría acercado mucho más a la realidad científica, que ya ha hecho aproximaciones respecto a los sonidos de dinosaurios.
El mito del rugido de dinosaurio en el cine
Las recreaciones de dinosaurios de Hollywood han condicionado nuestra forma de imaginar cómo eran aquellos antiguos pobladores de la tierra. Sin embargo, las complicadas investigaciones arqueológicas y paleontólogas nos indican que los sonidos de los dinosaurios quizá no eran esos rugidos tan temibles.
Los rugidos en las películas
Es admirable la capacidad creativa de los productores de sonido en el cine que ha tenido como protagonistas a dinosaurios. Los rugidos y demás sonidos emitidos por estos animales en películas como “Parque Jurásico” forman parte de lo más aterrador que se pueda escuchar de la cultura popular. Sin embargo, no son más que creaciones que buscaban precisamente eso: impresionar e inducir miedo al espectador.
Ya en 1933 se vio en la gran pantalla a King Kong enfrentándose a unos dinosaurios. Estos emitían unos rugidos que fueron creados a partir de la grabación de los sonidos de un puma y aire comprimido. Sesenta años más tarde, Steven Spielberg revolucionó el cine (y de paso la paleontología) con su exitosa película con dinosaurios como parte del reparto. En ella se escuchan diversos sonidos emitidos por estos animales. El famoso rugido del Tiranosaurio se creó a partir del barrito de un elefante bebé, el gorgoteo de un caimán y el bufido de un tigre.
Sonidos creados a partir de otros animales
Los encargados de sonido mezclaron estas grabaciones jugando con el ritmo y sus frecuencias hasta lograr el espectacular resultado de la cinta. Más rebuscadas fueron las grabaciones realizadas para poner voz a los velocirraptores. Estos se formaron a partir de chillidos de delfín, bramidos de morsa, siseos de ganso, llamada de cortejo de la cigüeña africana, el apareo de tortugas y gruñidos humanos. Debió ser divertido estar en la mesa de mezcla con los productores de sonido. Ellos solo pudieron basarse en su instinto para crear rugidos espectaculares, pero ¿qué dice la ciencia sobre los sonidos de los dinosaurios?

La ciencia detrás de los sonidos de los dinosaurios
Aunque la ciencia no pueda reproducir a día de hoy los sonidos de dinosaurios con total exactitud, existen teorías más o menos compartidas de cómo pudieron ser. Estas teorías sitúan a las aves que hoy conocemos como sucesoras directas de los dinosaurios, por lo que se asume que podría haber similitudes en sus sonidos.
¿Cómo sonaban realmente los dinosaurios?
La ciencia ha intentado descifrar los verdaderos sonidos de los dinosaurios, aunque la tarea es compleja debido a la falta de registros directos. A diferencia de los huesos, los órganos responsables de la producción de sonido, como las cuerdas vocales, están compuestos de tejidos blandos que no se fosilizan fácilmente. Sin embargo, los investigadores han buscado pistas en los parientes vivos más cercanos de los dinosaurios: las aves. Al estudiar la evolución de los sonidos en 208 especies de aves, los científicos han encontrado indicios de que los dinosaurios podrían haber emitido sonidos similares a los arrullos o gruñidos de algunas aves actuales.

Investigaciones sobre sonidos similares a los de las aves
Por desgracia no existen evidencias acerca del ruido que podrían emitir los dinosaurios. Los órganos del aparato fonador están compuestos de tejidos blandos y, por tanto, difícilmente podríamos encontrar alguno fosilizado. Sin embargo, tenemos pistas que nos acercan a una realidad muy distinta de los rugidos de las películas.
Un equipo de investigadores de Estados Unidos y Canadá publicó un estudio en el que explicaban que los dinosaurios emitían sonidos parecidos al arrullo de una paloma o el gruñido nasal de un avestruz. A falta de fósiles que pudieran darnos una mayor información, una de las opciones es estudiar el asunto a partir de los dinosaurios que aún siguen vivos en la actualidad: las aves. Los científicos analizaron la evolución de los sonidos emitidos por 208 especies de aves y confirmaron un mínimo de 16 cambios en la evolución del comportamiento vocal, sobre todo en aves de mayor tamaño, que podrían estar más cercanas a los sonidos de los extintos dinosaurios.
Aspectos evolutivos y físicos en los sonidos de los dinosaurios
Cambios evolutivos en la vocalización
La evolución vocal es un proceso complejo que ha dejado su huella en las aves modernas, y posiblemente también en los dinosaurios. Los estudios sobre las aves han revelado al menos 16 cambios importantes en la forma en que emiten sonidos, sugiriendo que los dinosaurios podrían haber experimentado transformaciones similares. Estos cambios no solo afectan la variedad de sonidos que pueden producir, sino también la manera en que los emiten. La evolución de la vocalización en las aves podría ofrecer pistas valiosas sobre cómo los dinosaurios comunicaban entre sí y con su entorno.
Sacos de aire en lugar de cuerdas vocales
A diferencia de los mamíferos, que utilizan cuerdas vocales para producir sonidos, se cree que los dinosaurios podrían haber tenido un sistema diferente basado en sacos de aire situados en el tórax. Este mecanismo es similar al de algunas aves modernas, que pueden emitir sonidos con el pico cerrado, llenando de aire el esófago y modulando el sonido a través de estos sacos. Esta teoría sugiere que los dinosaurios, especialmente los de gran tamaño, podrían haber producido sonidos profundos y resonantes, más parecidos a los de un avestruz o un casuario que a los rugidos imaginarios del cine.
El tamaño y su influencia en el sonido
El tamaño de un dinosaurio podría haber influido significativamente en el tipo de sonido que emitía. Los animales más grandes, como el Tyrannosaurus rex, podrían haber generado sonidos más bajos y potentes debido a su anatomía y volumen corporal. Aunque estos sonidos no fueran rugidos en el sentido tradicional, su intensidad y resonancia podrían haber sido igualmente impresionantes y aterradoras. La percepción del sonido también está influenciada por el contexto y la presencia física del animal, lo que significa que, aunque el sonido en sí no fuera amenazante, el tamaño y la presencia del dinosaurio sí lo serían.

Postulaciones sobre sonidos reales de dinosaurios
A continuación, explicamos las posibilidades de sonidos de dinosaurio que la comunidad científica baraja. También se asume que sus sonidos no fueron una constante durante toda la presencia de los dinosaurios en la Tierra. Las líneas evolutivas de los dinosaurios hicieron que su morfología cambiara durante su existencia, cambiando con ella los sonidos que emitían.
De rugidos a arrullos y gruñidos
De entrada, hay que apuntar que abrir la boca para emitir sonidos es propio de los mamíferos, pero no es necesariamente así en las aves, que pueden emitir ruidos también con el pico cerrado. Analizando la anatomía de las aves, parece que los dinosaurios tampoco contaban con cuerdas vocales, sino sacos de aire situados en el tórax que hacían sonar llenando de aire el esófago. A partir de esta teoría, se piensa que los dinosaurios de grandes dimensiones tendrían habilidades vocales similares a las aves más grandes de nuestros días como los avestruces y los casuarios.
Sonidos de dinosaurios según la ciencia
Claro está que hubo tantos dinosaurios distintos como tipos de cantos y sonidos entre las aves hay hoy. Pero la ciencia apunta a eliminar el rugido como el sonido emitido por los grandes dinosaurios, que más bien arrullarían, gruñirían o ulularían. Y sería un error pensar que este hecho hace más ridículos a los dinosaurios que si emitieran un aterrador rugido. ¿Has oído un gallo cantar al amanecer? ¿O el chillido de un pavo real?
Son sonidos muy potentes. Ahora imagina el arrullo de una paloma o el sonido de un avestruz, pero saliendo de un animal que pesa 7 o 9 toneladas. No es el ruido emitido lo que nos resulta aterrador, sino que es el animal que lo emite el que impone el terror que asociamos a sus sonidos. Ya fuera cacareando o arrullando, con la boca cerrada o abierta, el sonido de Tyrannosaurus rex debió estar entre los más aterradores que se hayan escuchado en la historia de nuestro planeta.
¿Qué sonido hace el dinosaurio según los estudios?
Según los estudios, el sonido que haría un dinosaurio dependería de su especie, tamaño y contexto. Por ejemplo, un Tiranosaurio podría haber emitido un sonido profundo y resonante, similar al de un avestruz gigante, mientras que otros dinosaurios más pequeños podrían haber producido sonidos más agudos y variados. Estas postulaciones se basan en el análisis de las aves modernas y en la reconstrucción de la anatomía de los dinosaurios, proporcionando una visión más científica y menos fantasiosa de cómo eran estos fascinantes seres en realidad.
Referencias:
- Riede, T. et al. 2016. Coos, booms, and hoots: The evolution of closed-mouth vocal behavior in birds. Evolution 70, 8, 1734-1746. DOI: 10.1111/evo.12988.
- 2016. Tendencias científicas: El arrullo —que no rugido— de los dinosaurios. cordis.europa.eu.