¿Quién fue Auguste Deter? La historia de la primera paciente con Alzheimer

Se trata de la forma de demencia más frecuente en estos momentos y que afecta, según datos de la Organización Mundial de la Salud, a más de 55 millones de personas en todo el mundo.
¿Quién fue Auguste Deter? La historia de la primera paciente con Alzheimer

Auguste Deter había nacido en 1850. Vivía en Frankfurt y estaba casada con un funcionario de ferrocarriles. Hasta 1901, cuando cumplió cincuenta y un años, llevó una vida muy anodina. Sin embargo, ese año tanto la suya como la de su familia cambió completamente.

Su marido describiría, tiempo después, que hasta ese momento era una mujer trabajadora, ordenada y, quizás, algo nerviosa. Pero que a partir de marzo de 1901 la convivencia con ella se hizo imposible, se volvió asustadiza, desmemoriada y agresiva. Acusó a su marido de haber salido a pasear con una vecina, lo cual no era cierto y empezó a cometer errores al cocinar. No era raro que la encontrara deambulando por la casa intranquila y sin rumbo.

A la izquierda podemos observar a Alois Alzheimer. A la derecha, una fotografía de Auguste Deter, considerada una de las primeras pacientes conocidas con Alzheimer. Foto: Wikimedia Commos

Con frecuencia sufría periodos de agitación, escondía objetos en diferentes lugares del hogar y llamaba de forma alocada y a horas intempestivas a la puerta de sus vecinos. El caos se había apoderado de la familia Deter.

Su esposo —Carl— desbordado por los acontecimientos decidió ingresarla, el 25 de noviembre de 1901, en un centro para personas con trastornos mentales: el hospital psiquiátrico de Frankfurt.

En este centro trabaja desde 1988 el doctor Alois Alzheimer, un médico obsesionado con la idea de que las enfermedades cerebrales eran exactamente iguales a las enfermedades orgánicas.

Auguste, solo Auguste

Se conserva la historia manuscrita de las primeras entrevistas que mantuvieron el doctor Alzheimer con su paciente Auguste.

La paciente está sentada sobre la cama con cara indefensa.

  • ¿Cómo se llama?
  • Auguste.
  • ¿Su apellido?
  • Auguste.
  • ¿Cómo se llama su marido?
  • Auguste, creo. 

Parece como si no entendiera la pregunta.

El doctor Alzheimer no tardó en darse cuenta que se encontraba ante un caso paradigmático, una paciente con una enfermedad que no se conocía en aquellos momentos. A lo largo de los siguientes meses Auguste manifestó una abierta incapacidad para generar nuevos recuerdos y tuvo episodios repetidos de delirios y alucinaciones.

Para calmar esta sintomatología, y ante la falta de un diagnóstico, el doctor Alzheimer prescribió los tratamientos más variopintos, desde baños (inmersiones en agua caliente y templada que se prolongaban horas) hasta somníferos (entre 2 y 3 gramos de hidrato de cloral, que la provocaban cierta obnubilación).

Sin tener un diagnóstico firme, Auguste Deter acabó falleciendo en el hospital cinco años después de su ingreso: el 8 de abril de 1906. En aquellos momentos el doctor Alzheimer ya no trabajaba en el centro, había sido destinado a Múnich, pero no obstante había seguido manteniendo un estrecho seguimiento con la paciente. Cuando se enteró del fallecimiento solicitó a la dirección del hospital que le enviasen tanto el historial clínico completo como su cerebro, para poder estudiarlo detenidamente.

Fue entonces cuando observó que, a nivel microscópico, en el cerebro de Auguste había una acumulación de placas y neurofilamentos cerebrales, un hallazgo que nunca antes habían sido observado y que podría explicar su enfermedad.

El segundo caso fue un varón

Tiempo después el propio Alzheimer atendió a un paciente hospitalizado en la Clínica Real Psiquiátrica, se llamaba Johann Feigl, tenía 56 años y la historia clínica le recordaba mucho a la de Auguste.

Este paciente falleció a los 59 años a causa de una neumonía y en la autopsia aparecieron hallazgos similares a los encontrados en el cerebro de la señora Deter, si bien es cierto que no eran totalmente idénticos, no había ovillos, “solo placas” cerebrales.

Neuronas (modelo 3D). - BlackJack3D/iStock

La verdad, todo hay que decirlo, este hallazgo confundió a Alzheimer, ya que le hizo dudar si estaba delante de una misma enfermedad con dos variantes diferentes o se trataba, por el contrario, de dos enfermedades distintas.

Actualmente sabemos que en las personas con esta enfermedad neurodegenerativa se producen dos tipos de proteínas: beta-amiloide y tau. Durante el curso de la enfermedad ambas se acumulan y forman estructuras que conocemos como placas y ovillos, respectivamente.

Estos depósitos provocan que las neuronas dejen de funcionar correctamente, pierdan sus conexiones y acaben muriendo. El daño se produce inicialmente a nivel del hipocampo, la región cerebral que se encarga de la formación de los recuerdos, pero con el paso del tiempo, y a medida que mueren las neuronas, hay más partes del cerebro afectadas. Estas regiones se van encogiendo y, al final, el daño termina siendo generalizado.

Actualmente han pasado más de cien años después de que el psiquiatra alemán identificara la enfermedad que lleva su nombre en una mujer –Auguste Deter-, la primera persona en ser diagnosticada con esta dolencia.

Referencias:

  • Gargantilla, Pedro. Historia de la Medicina. Editorial Pinolia, 2023.
  • Nitrini, R. Evolución histórica del concepto de demencia y las principales enfermedades relacionadas. In: Brucky S, Magaldi R, Morillo L, Carvalho I, Perroco T, Machado C, et al. Demencias, enfoque multidisciplinario. Sao Paulo: Editorial Atheneu; 2011.

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