Rodeada de montañas y con conexiones limitadas al exterior a través del río Yangtsé y sus afluentes, la región occidental de Sichuan en China permaneció aislada geográficamente durante milenios. Tal orografía accidentada, sin embargo, no impidió que esta zona se convirtiera en el corazón del enigmático reino de Shu. Este poder floreció en la Edad del Bronce y, durante mucho tiempo, se lo considerado periférico respecto a los grandes reinos de la época. Sin embargo, los descubrimientos arqueológicos han revelado que Shu no solo fue un reino próspero, sino también un centro de producción artesanal de objetos de lujo de una complejidad y belleza excepcionales.
Sanxingdui: la ciudad perdida que cambió la historia
Lor primeros datos sobre el reino de Shu provinieron, en principio, de los relatos legendarios recogidos en las Crónicas de Huayang del siglo IV d.C. En esta fuente, se describen a los reyes de Shu como poseedoresde habilidades extraordinarias. No fue hasta 1927 que la historia de Shu comenzó a materializarse a través de la arqueología. En ese año, se hallaron tres montículos de tierra cerca del río Yazi, en el centro de Sichuan, a unos 40 kilómetros al noreste de la actual Chengdu. Estos montículos, conocidos como Sanxingdui (“tres estrellas”), ocultaban cientos de objetos de jade, entre ellos tablillas ceremoniales y cetros que, muy pronto, revelaron la existencia de una ciudad amurallada de la Edad del Bronce contemporánea a la dinastía Shang.

Un arte sin parangón: máscaras, cetros y árboles sagrados
Las excavaciones que se realizaron con posterioridad en Sanxingdui sacaron a la luz dos fosas rectangulares que contenían unos mil objetos de bronce, la mayoría rotos de forma deliberada, junto con piezas de oro, jade, marfil y conchas de cauri. Estos objetos de bronce presentan un estilo radicalmente distinto al de la dinastía Shang.
Mientras los artesanos Shang producían vasijas rituales con decoraciones geométricas, los artistas de Sanxingdui crearon máscaras de bronce con grandes orejas, sonrisas enigmáticas y ojos saltones. Entre las piezas exacavadas, destaca un cetro de oro decorado con imágenes de sacerdotes, aves y peces, así como una escultura de bronce de 4 metros que representa un árbol sagrado con criaturas aladas posadas en sus ramas.

Innovación técnica en un taller monumental
El trabajo de los arqueólogos en el yacimiento ha sacado a la luz un taller monumental donde se trabajaban materiales nobles como el bronce, el jade y el marfil. Fue aquí, además, donde se desarrollaron técnicas innovadoras para la época.
Mientras que, en el centro de China, se solían fundir las piezas en un bloque único, los artesanos de Sanxingdui fundían por separado las partes de sus esculturas para luego soldarlas, lo que les permitía crear formas complejas y figuras híbridas. Esta creatividad sin parangón ha maravillado a los investigadores, quienes reconocen en estos objetos un mundo simbólico rico y diverso, reflejo de una cultura con profundas creencias religiosas.
La ciudad amurallada y su organización social
La ciudad de Sanxingdui tenía una extensión aproximada de 6 kilómetros cuadrados. Un afluente del río Yazi la dividía en dos sectores: al norte se ubicaban el palacio y los talleres, mientras que al sur se emplazaban, muy posiblemente, las estructuras religiosas. Fue aquí, en la zona sur, donde se encontraron las fosas rituales con miles de objetos de lujo.
En las cercanías de estas fosas, se descubrieron las bases de un edificio de madera y tierra que podrían corresponder a un templo. El análisis de la madera con radiocarbono indica que la ciudad se fundó alrededor del 1600 a.C. En unos 500 años desde su findación, llegó a albergar a decenas de miles de habitantes.
Nuevos hallazgos: más fosas y tesoros intactos
En 2019, durante una inspección rutinaria, se descubrió una nueva fosa cercana a las anteriores, que contenía más objetos de bronce, marfil y jade, muy similares en estilo y factura a los recuperados en la fosa 2. Después de varias décadas de excavaciones arqueológicas, se han encontrado ocho fosas rectangulares en línea, con más de 17,000 artefactos recuperados. De estos, unos 4,800 se muestran prácticamente intactos.
La mayoría de estos objetos reflejan la misma visión artística única del reino de Shu. Abundan las figuras humanas, los animales fantásticos y los símbolos religiosos. Tres pequeñas figuras de bronce, que representan a personas de apariencia humilde, proporcionan un raro acercamiento a la vida cotidiana de los habitantes menos pudientes de Sanxingdui.

Rituales de destrucción y simbolismo religioso
Uno de los aspectos más misteriosos del hallazgo concierne la destrucción voluntaria de la mayoría de objetos recuperados en las fosas. Los arqueólogos han demostrado que las piezas se rompieron y enterraron con cuidado en un acto ritual deliberado, no simplemente destruidos por invasores. De hecho, han logrado reconstruir muchas de estas obras ensamblando los fragmentos dispersos en las distintas fosas.
Entre estas piezas, destaca una obra que representa a un dios con pies en forma de garra de ave. Sostiene un recipiente está coronado por una figura sacerdotal que porta un bastón en forma de dragón. Esta compleja escultura se ensambló a partir de fragmentos depositados en las distintas fosas, lo que, según los estudiosos, subraya la intención ordenada detrás de la inhumación de objetos.
Contexto histórico y dinámicas de poder en Shu
El contexto histórico sugiere que estas fosas se crearon entre 1100 y 1050 a.C., en coincidencia con la guerra entre las dinastías Shang y Zhou que se libró en las llanuras centrales. Se piensa que el reino de Shu estuvo gobernado por dos grupos: sacerdotes, representados con peinados recogidos, y líderes seculares, caracterizados por trenzas o coletas. La lucha por el poder entre estos grupos podría haber culminado en la destrucción ritual de los objetos y el abandono de Sanxingdui, con el traslado posterior de la capital a Jinsha.

Un taller de lujo: jade, marfil y seda en la red comercial de Shu
El taller monumental de Sanxingdui no solo trabajaba el bronce, sino también el jade y el marfil, materiales que evidencian una red de comercio amplia y sofisticada. En 2024, se descubrió un taller dedicado al procesamiento de piedra y jade cerca de las fosas, donde se hallaron hachas de piedra y una pieza de jade tallada con la figura de una persona de perfil. Además, se encontraron objetos de oro y marfil en fosas posteriores, junto con un cofre de madera con una fina daga de jade y restos de seda.
El estudio de estos materiales y su procedencia apunta a que Sanxingdui estaba conectado tanto con las poderosas dinastías del centro de China como con las tribus nómadas del norte, lo que facilitó el intercambio de recursos, tecnologías y prácticas culturales. Sin embargo, a pesar de la abundancia de objetos, aún no se ha encontrado ninguna evidencia escrita, lo que dificulta comprender plenamente las motivaciones y la historia interna del reino de Shu. Se sospecha que pudieron escribir en materiales perecederos como la seda, que no han sobrevivido al clima húmedo de Sichuan.
Un legado artístico que desafía el tiempo
El monumental hallazgo de objetos de lujo de Sanxingdui, con su producción de marfiles, jade y bronces de más de 3,000 años, representa un capítulo fascinante y, hasta hace poco, desconocido de la historia de China. Los extraordinarios hallazgos de Sanxingdui no solo desafían las nociones tradicionales sobre la Edad del Bronce china, sino que también revelan una cultura compleja, rica en simbolismo y maestría artesanal, que dejó un legado artístico asombroso.
Referencias
- Xin, Ling. 2024. "The Many Faces of the Kingdom of Shu". Archaeology Magazine. URL: https://archaeology.org/issues/november-december-2024/features/the-many-faces-of-the-kingdom-of-shu/
- Xu, Linshu. 2025. "Aesthetic Research on Sanxingdui Bronze Artifacts". Journal of Humanities, Arts and Social Science, 9.2, 384-388. DOI: http://dx.doi.org/10.26855/jhass.2025.02.028
- Zhao, W. 2021. "New Archeological Marvels of Ancient Shu Civilization". National Science Review. May 7;8(7). DOI: https://doi.org/10.1093/nsr/nwab071.