Un terremoto de gran magnitud, el impacto de un meteorito o la erupción de un volcán: las grandes catástrofes naturales a menudo consiguen reescribir la historia de maneras insospechadas. Esto es lo que sucedió en las aguas océanicas hace medio milenio, en el corazón del archipiélago de Vanuatu, en el Pacífico Sur. Allí se encuentran las islas de Epi y Tongoa, dos territorios que formaron una sola entidad geográfica llamada Kuwae hasta que una catastrófica erupción volcánica las separó en el siglo XV. Esta erupción, conocida como la erupción de Tombuk, no solo cambió la geografía de la región, sino que también tuvo un impacto profundo en las culturas y tradiciones de las comunidades que habitan estas islas. Un reciente estudio científico analiza las consecuencias de esta catástrofe.
Vanuatu y sus riesgos naturales
Vanuatu es un archipiélago de 83 islas que se encuentra entre las regiones más expuestas a desastres naturales del mundo. Los riesgos incluyen ciclones tropicales, tsunamis, inundaciones, deslizamientos de tierra, terremotos y una intensa actividad volcánica.
De hecho, Vanuatu se encuentra en una zona de alta actividad volcánica, con volcanes activos como los de Lopevi y Ambrym, y sistemas volcánicos submarinos como el de East Epi, que eruptó recientemente en febrero de 2023. Este contexto volcánico ha influenciado tanto la formación del paisaje como la resiliencia cultural de sus habitantes.

Una nueva investigación
El equipo liderado por Robert Henderson, de la Australian National University de Canberra, ha publicado los resultados de su estudio en la revista científica Archaeology in Oceania. La investigación ha empleado un enfoque multidisciplinario que combina arqueología, geología, lingüística y etnología. Se han excavado y analizados los materiales procedentes de Epi y Tongoa para comprender los patrones de asentamiento de la comunidad y la adaptación posterior tras la erupción. También se han examinado los depósitos piroclásticos y las formaciones geológicas resultantes de la erupción del volcán Kuwae.
Por otro lado, se recopilaron las tradiciones orales sobre el evento. Las narrativas transmitidas por las comunidades locales aportan otras perspectivas sobre el impacto cultural y social de la erupción para las comunidades isleñas. Por último, las investigaciones lingüísticas y genéticas han permitido rastrear los movimientos poblacionales y los subsiguientes cambios culturales en la región.

La erupción de Tombuk y su impacto global
Actividad volcánica en el siglo XV
La erupción de Tombuk de 1452 d.C. fue un evento volcánico masivo que separó la isla de Kuwae en dos partes principales: Epi y Tongoa. Esta erupción creó la caldera submarina de unos 12 x 6 km que ahora las divide, además de transformar radicalmente el paisaje físico y cultural de la región. La erupción no solo cambió la geografía, sino que su impacto tuvo consecuencias regionales y quizás incluso globales. De hecho, se ha sugerido que podría haber influido en el clima mundial.
Un fenómeno de proporciones masivas
Se estima que la erupción expulsó entre 32 y 39 km³ de magma y causó un colapso de hasta 1100 metros de profundidad. Este evento se considera uno de los más graves de los últimos 10000 años. Tuvo repercusiones climáticas a nivel global, evidenciadas en registros de hielo en la Antártida y Groenlandia. La magnitud de la erupción fue tal que se ha vinculado con el segundo pulso de la Pequeña Edad de Hielo, un período de enfriamiento global que afectó a diversas regiones del planeta.
Materiales arqueológicos derivados de la erupción
Las excavaciones en Epi y Tongoa han revelado depósitos piroclásticos de considerable espesor, compuestos por ignimbritas y brechas pumíceas. Estos materiales indican la violencia de la erupción y su capacidad para remodelar el entorno físico.
Además, se han encontrado restos de estructuras y artefactos culturales sepultados bajo las capas de ceniza que proporcionando información valiosa sobre la vida antes de la erupción, así como las estrategias de adaptación que siguieron a la catástrofe. La presencia de cerámica, herramientas de piedra y concha, así como restos de estructuras habitacionales, sugiere una sociedad compleja hábil en las manufacturas y la construcción.

Epi y Tongoa: dos culturas emergentes
Consecuencias geofísicas de la erupción
La formación de la caldera Kuwae provocó la separación de la isla original en Epi y Tongoa. El colapso de la caldera y la subsiguiente actividad volcánica formaron nuevas estructuras geológicas, incluyendo el volcán submarino Karua, uno de los más activos de Vanuatu. La modificación del paisaje no solo creó nuevas formaciones terrestres, sino que también afectó las rutas de navegación y los patrones de asentamiento en las islas circundantes. La desaparición de tierras habitables y la creación de nuevas masas terrestres obligaron a las comunidades a adaptar sus estrategias de subsistencia y movilidad.
Dos culturas con un pasado común
Epi y Tongoa son ahora islas separadas, pero su historia compartida como parte de Kuwae es crucial para entender su desarrollo cultural. Epi es la más grande de las dos, con una superficie de aproximadamente 445 km², mientras que Tongoa tiene solo 45 km². A pesar de su tamaño, Epi ha recibido menos atención en términos de investigación arqueológica y cultural en comparación con Tongoa, donde las tradiciones orales sobre la erupción de Tombuk son más prominentes.
Tradiciones orales y su importancia
Las tradiciones orales de las comunidades de las Islas Shepherd, que incluyen Tongoa, ofrecen una rica narrativa sobre la erupción y el posterior reestablecimiento de comunidades en la región. Estas historias describen la huida de poblaciones y el asentamiento de nuevos líderes en las islas recién formadas.
Sin embargo, en Epi, no abundan estas narrativas. Este hecho sugiere una posible persistencia de poblaciones en áreas protegidas o una recolonización desde diferentes direcciones.

Impacto en el paisaje cultural
La erupción de Tombuk no solo cambió la geografía, sino que también influyó en la configuración cultural y social de las comunidades afectadas. La creación de la caldera submarina entre Epi y Tongoa reorganizó el espacio en esta parte del archipiélago, lo que obligó a las poblaciones a seguir nuevos patrones de asentamiento.
Resiliencia cultural ante desastres naturales
La capacidad de las comunidades para adaptarse y sobrevivir a desastres naturales es un tema crucial en la investigación sobre Vanuatu. La erupción de Tombuk y otros eventos volcánicos han demostrado que las comunidades pueden desarrollar estrategias de resiliencia construidas, en gran medida, a través de las tradiciones orales y la creación de redes sociales colaborativas.
La historia de Epi y Tongoa constituye un ejemplo fascinante de cómo un evento natural puede transformar no solo la geografía, sino también la cultura y el mismo tejido social. La erupción de Tombuk no solo separó estas islas, sino que también influyó en la forma en que las comunidades se organizan y significan su entorno. Este tipo de investigaciones ofrecen una oportunidad única para comprender mejor cómo las comunidades pueden enfrentar los desafíos del futuro en un mundo cada vez más vulnerable a los desastres naturales.
Referencias
- Henderson, Robert, et al. 2025. "Kuwae, Epi and Tongoa Islands: Transformations of a volcanic landscape in central Vanuatu". Archaeology in Oceania, 0: 1-21. DOI: https://doi.org/10.1002/arco.5346