Un hallazgo inesperado en Florida podría cambiar lo que sabemos sobre la historia natural de América: buscadores aficionados encuentran fósiles de 500.000 años

Un espectacular hallazgo en el lecho de un río en Florida ha sacado a la luz más de 500 fósiles de hace 500.000 años, incluyendo un enigmático tapir y gigantescos armadillos prehistóricos.
Un tesoro paleontológico emerge de las aguas de Florida
Un tesoro paleontológico emerge de las aguas de Florida. Foto: Hulbert et al. / Christian Pérez (composición)

En el lecho del río Steinhatchee, en el corazón de Florida, un hallazgo extraordinario ha sacudido el mundo de la paleontología. Más de 500 fósiles, pertenecientes a caballos primitivos, armadillos gigantes, perezosos terrestres y un enigmático tapir, han sido recuperados de un antiguo sumidero. La singularidad del descubrimiento no solo radica en la cantidad y el estado de conservación de los restos, sino en su antigüedad: datan de hace medio millón de años, en un período de la Edad de Hielo con un registro fósil escaso y lleno de incógnitas.

El sitio, conocido como Steinhatchee River 2A, fue encontrado en 2022 por dos buscadores de fósiles aficionados, Robert Sinibaldi y Joseph Branin, quienes, tras años de exploración en las turbias aguas del río, tropezaron con algo mucho más grande de lo que podían haber imaginado. Lo que parecía un hallazgo aislado de dientes de caballo pronto se convirtió en una excavación que ha permitido a los científicos del Museo de Historia Natural de Florida reconstruir un episodio perdido de la evolución en América del Norte.

Un sumidero convertido en cápsula del tiempo

Hace aproximadamente 500.000 años, cuando la geografía de Florida era muy diferente a la actual, un sumidero en la región de Big Bend atrapó a varios animales, que quedaron sepultados por el sedimento y protegidos de los estragos del tiempo. El curso del río Steinhatchee, que en aquel entonces fluía en una dirección distinta, cambió con el tiempo hasta toparse con el sumidero, erosionando lentamente la capa de sedimentos y exponiendo los fósiles en el lecho del río.

Este fenómeno permitió que las piezas permanecieran casi intactas, convirtiendo al sitio en una ventana excepcional a un periodo poco documentado de la historia natural de América del Norte: el irvingtoniense medio, un lapso de tiempo entre 1,6 y 0,25 millones de años atrás, del que hasta ahora había muy pocos registros fósiles en Florida.

Los numerosos fósiles de caballos hallados en el yacimiento del río Steinhatchee sugieren que, en el pasado, la zona era una extensa pradera abierta
Los numerosos fósiles de caballos hallados en el yacimiento del río Steinhatchee sugieren que, en el pasado, la zona era una extensa pradera abierta. Foto: Kristen Grace / Florida Museum

Gigantes del pasado: armadillos, caballos y perezosos

Uno de los hallazgos más intrigantes ha sido el de Holmesina, un pariente extinto de los armadillos modernos, pero de dimensiones colosales. Se sabía que esta especie había evolucionado a lo largo del Pleistoceno, pasando de un tamaño relativamente pequeño de 68 kg a un peso estimado de 215 kg en sus formas más avanzadas. Sin embargo, los fósiles de Steinhatchee River 2A han revelado algo inesperado: mientras que los huesos de tobillo y pie muestran el tamaño del Holmesina más grande, su morfología aún conserva características de sus ancestros más pequeños. Esto sugiere que el crecimiento corporal se produjo antes de que el esqueleto se adaptara a soportar ese peso adicional, lo que arroja nueva luz sobre los mecanismos evolutivos de esta especie.

Otro gran protagonista del hallazgo han sido los caballos primitivos, que constituyen el 75% de los fósiles encontrados. Su abundancia indica que Florida era en aquel entonces una pradera abierta, muy distinta del paisaje boscoso que domina la región en la actualidad. La excelente conservación de los dientes ha permitido a los investigadores estudiar el desgaste y extraer valiosa información sobre su dieta y hábitos alimenticios.

Los restos de perezosos terrestres, como Megalonyx y Paramylodon, refuerzan la idea de un ecosistema con grandes mamíferos herbívoros. Estos perezosos, de varias toneladas de peso, habitaban Florida mucho antes de que los primeros humanos llegaran al continente, y su presencia en el yacimiento es otro indicio de la diversidad de la megafauna que deambulaba por la región.

¿Una nueva especie de tapir?

Uno de los hallazgos más desconcertantes es un cráneo de tapir, un mamífero con aspecto similar a un cerdo con trompa corta. Lo que hace especial a este fósil es que presenta una combinación de características nunca antes vistas en otras especies de tapir conocidas. Aunque aún es pronto para afirmar que se trata de una nueva especie, los investigadores no descartan esta posibilidad.

Sin embargo, existe otra explicación: podría tratarse de un individuo anómalo dentro de su población, un "caso raro" dentro de la variabilidad normal de la especie. Para determinarlo con certeza, los científicos necesitarán encontrar más restos que confirmen si estas diferencias anatómicas son consistentes o simplemente una variación individual.

El fósil de un tapir podría pertenecer a una especie desconocida o simplemente ser un ejemplar atípico dentro de una población antigua
El fósil de un tapir podría pertenecer a una especie desconocida o simplemente ser un ejemplar atípico dentro de una población antigua. Fotos: Kristen Grace / Florida Museum

Un descubrimiento hecho por aficionados

Uno de los aspectos más fascinantes de este hallazgo es que no fue realizado por paleontólogos profesionales, sino por dos buscadores de fósiles aficionados que han trabajado en estrecha colaboración con expertos del Museo de Historia Natural de Florida. Este es un ejemplo perfecto de cómo la comunidad de coleccionistas puede aportar descubrimientos significativos a la ciencia cuando colabora con instituciones académicas.

Florida, a diferencia de muchos otros estados, cuenta con un sistema de permisos que permite a los coleccionistas buscar fósiles en terrenos estatales, una política que ha contribuido a enriquecer la paleontología de la región con hallazgos como este.

Excavaciones futuras y desafíos

A pesar de la riqueza del sitio, la recolección de fósiles es un proceso lento y complicado. Bucear en el Steinhatchee no es tarea fácil: el agua está cargada de taninos, lo que la hace oscura y turbia, dificultando la visibilidad bajo la superficie. Los investigadores han descrito la experiencia como “bucear en café”, lo que añade un reto adicional a la exploración del yacimiento.

Las próximas fases de excavación estarán marcadas por la paciencia y el uso de técnicas especializadas para extraer y estudiar los restos. A medida que se recuperen más fósiles, los científicos esperan obtener una visión aún más detallada de la fauna de Florida durante el Irvingtoniano medio.

Este descubrimiento representa una pieza clave en el rompecabezas evolutivo de América del Norte y un testimonio de la importancia de la exploración en la paleontología. Los hallazgos de Steinhatchee River 2A podrían reescribir lo que sabemos sobre la fauna prehistórica de Florida y proporcionar información invaluable sobre los procesos evolutivos de las especies que habitaron el continente hace medio millón de años.

Referencias

  • Hulbert RC Jr., Narducci RE, Sinibaldi RW, Branin JR. An Equus-Dominated Middle Pleistocene (Irvingtonian) Vertebrate Fauna from Northcentral Florida, USA. Fossil Studies. 2024; 2(4):294-339. doi: 10.3390/fossils2040014

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