Efectivamente, los gatos son muy ágiles, y por supuesto, ellos mismos no van a tirarse desde alturas que no controlen. Esto no significa que, en determinadas circunstancias, puedan sufrir accidentes al dar un traspié o correr en exceso y caer.
Tres situaciones en las que nuestro gato puede sufrir un accidente por la altura
1. Escaleras voladas
En general, en casas con varios pisos, las escaleras suelen tener seguridad, ya sea por barrotes, o con mamparas de cristal. No tanto por nuestros queridos gatos, sino por seguridad con niños pequeños. Aunque existen en diferentes lugares, escaleras voladas que no tienen esta seguridad y que pueden ser candidatas a que nuestro gato sufra una caída.
Suponemos, y es verdad, que nuestro gato es suficientemente inteligente para no tirarse. Y es así, aunque existen algunas situaciones, como puede ser una carrera sin control, que pueden causar su caída. No será la primera vez que vemos en consulta este tipo de situaciones, causando en nuestros gatos lesiones de columna muy graves, que en ocasiones no tienen recuperación.
Así que, por muy bonitas que nos puedan parecer, debemos controlar los posibles puntos ciegos por los que nuestro gato puede caerse y así evitar sustos innecesarios.
2. Ventanas abiertas
En cuanto empieza el buen tiempo, otras de las causas frecuentes que vemos en las clínicas son las caídas por las ventanas.
Cuántas veces habremos escuchado, “mi gato nos se va a caer, lo tiene controlado” o “tranquila, mi gato no se asoma a la ventana porque le tiene miedo, así que puedo abrir sin problemas”.
Y cuántas veces, después de esa frase, han vuelto a la clínica con el susto en el cuerpo y el gato herido.
De hecho, es tan frecuente este problema que tiene su propio nombre “High Rise Syndrome” (en español síndrome del gato paracaidista) y se asocia a caídas de gatos de alturas mayores a 8 metros o dos pisos de altura.
Los gatos son curiosos por naturaleza. Que un gato en un momento determinado no quiera asomarse a la ventana, no significa que no vaya a hacerlo si hay algo al otro lado que le interesa. Y claro que va a tener cuidado, pero puede resbalarse, ver algo más allá que le llame la atención, dar un traspié y caer al vacío.
Si bien es cierto que hay gatos que han sobrevivido, sin ningún rasguño, a alturas de 7 pisos, hay mucho otros que desde un primer piso han tenido consecuencias fatales. Cuando se ven videos de gatos cayendo desde alguna altura, vemos como gira el cuerpo para así caer con las cuatro patas en el suelo. Esta forma de aterrizar, puede provocar desde fracturas de los huesos, epistaxis (sangrado por nariz) neumotórax (acúmulo de gas dentro del tórax que le impide respirar bien) o fracturas del paladar blando que vemos como una línea abierta en el paladar de nuestro gato.
Como vemos, estas posibles consecuencias no merecen la pena, pudiendo aprovechar varias soluciones que existen en el mercado, como pueden ser las redes de nylon, que al ser transparentes no parece que estemos encerrados en nuestra propia casa. De hecho, muchas de estas redes están fabricadas para evitar las caídas de niños, por lo que el peso que soportan es muchísimo mayor al de cualquier gato, dándonos una seguridad absoluta. Ojo siempre controlando que no las muerdan y revisándolas de vez en cuando.

3. Zonas elevadas en casa sin vías de escape
Los veterinarios especialistas en gatos siempre recomendamos realizar un buen enriquecimiento ambiental en casa para así intentar proporcionar a nuestro gato casero las mismas posibilidades que sus congéneres en la naturaleza.
Para ello, una de las herramientas que recomendamos es habilitar nuestra casa con plataformas y zonas elevadas, para que puedan acceder a las alturas, convirtiendo nuestra casa en un parque de atracciones para ellos.
El inconveniente puede ser, que al hacerlo no controlemos bien las distancias, o que si existe algún tipo de rencilla entre nuestros gatos (en casas multigatos) no proporcionemos vías de escape alternativas y puedan ocurrir accidentes como caídas.
Para evitar estas caídas, pensaremos que posibles alternativas tienen si quieren bajar de esas alturas de forma rápida, colocando en este caso baldas a alturas accesibles para ellos, en forma de escalera para que puedan descender sin ningún problema.
Como vemos, todos estos posibles accidentes podemos evitarlos si de antemano pensamos en ello. Nuestro gato seguirá siendo feliz en casa y nosotros evitaremos sustos innecesarios.
Referencias