En artículos anteriores hablamos de cómo sobrellevar la pérdida de una mascota aportando algunos consejos para enfrentarnos al duelo en cada una de esas cinco etapas que las personas sufrimos y se conocen como negación, ira, negociación, depresión y aceptación. ¿Pero te has parado a pensar qué es lo que sienten los perros cuando pierden a un compañero canino?
Los animales también sufren cuando un amigo fallece o desaparece pero su dolor toma una forma diferente al nuestro. ¿A qué nos referimos? Las mascotas acostumbradas a vivir en compañía sufren un cambio en su rutina y pierden la seguridad que les proporciona ser dos perros o dos gatos y esto no es una tontería ya que puede llegar a causarles una depresión.
¿Notas a tu perro afectado por la pérdida de otro can? No te preocupes, se pueden seguir algunos consejos para ayudarle a adaptarse a su nueva vida. Lo más importante de todo es que continúes con normalidad su rutina diaria. Sabemos que es duro porque tú también has perdido a un ser querido pero tienes que pensar que continuar con las actividades, los paseos y los horarios de siempre disminuirá la sensación de estrés del perro y os ayudará a lidiar con la pérdida. Uno de los datos curiosos y únicos de los perros es que entienden las emociones de los humanos. Son animales muy sensibles que empatizan con los sentimientos de sus dueños por eso será mucho más útil que le transmitas alegría y tranquilidad que que te vea abatido.
Para saber si tu mascota está triste tendrás que analizar su comportamiento. Algunas de las señales más comunes son: falta de apetito, buscar más atención de la normal, no querer salir a pasear o no querer jugar. Asimismo, si tu perro duerme más horas de las habituales es otro de los síntomas clave de que está pasando por una mala etapa.
A continuación te dejamos algunos consejos para ayudar a tu peludo a superar la pérdida de su compañero. No obstante, te aconsejamos que acudas al veterinario o al etólogo para que analice el caso y te recomiende lo mejor para tu perro.
Comprender el duelo canino
¿Cuánto dura el duelo de un perro por otro perro?
El duelo en los perros, al igual que en los humanos, no tiene una duración establecida y puede variar considerablemente de un animal a otro. Algunos perros pueden mostrar signos de tristeza durante unas pocas semanas, mientras que otros pueden necesitar varios meses para adaptarse a la ausencia de su compañero. Durante este tiempo, es crucial observar cualquier cambio en su comportamiento y estar atentos a las señales que puedan indicar que el duelo está afectando su bienestar. La duración del duelo también puede depender de la relación que tenía con el perro fallecido, su personalidad y su entorno.
Es importante recordar que cada perro es único y su proceso de duelo también lo será. Algunos pueden mostrar una recuperación rápida, mientras que otros pueden necesitar más tiempo y apoyo para volver a su estado normal. Lo esencial es proporcionarles un ambiente seguro y estable, donde se sientan amados y comprendidos. La paciencia y la empatía son clave durante este proceso, permitiendo que el perro exprese sus emociones de manera natural.
Además, los cambios en el entorno y la rutina pueden influir en la duración del duelo. Mantener una rutina constante y ofrecerle al perro actividades que le gusten puede ayudar a reducir el tiempo de duelo. Sin embargo, si después de un tiempo considerable el perro sigue mostrando signos de tristeza intensa, puede ser necesario buscar ayuda profesional para asegurarse de que no haya problemas subyacentes más serios.
Depresión en perros por muerte de otro perro: síntomas y señales
La depresión en perros tras la muerte de un compañero es un fenómeno que puede manifestarse de diversas maneras. Entre los síntomas más comunes se encuentran la pérdida de apetito, la apatía, la falta de interés en actividades que antes disfrutaban, y cambios en los patrones de sueño. Un perro deprimido puede dormir más de lo habitual o, por el contrario, tener dificultades para descansar adecuadamente. También es común que busque más atención de sus dueños o que se muestre más retraído y distante.
Además de estos síntomas, algunos perros pueden desarrollar comportamientos inusuales como ladrar en exceso o volverse más vocales en su intento de expresar su confusión o tristeza. Es fundamental observar estos cambios y actuar de manera adecuada para ayudar al perro a superar este estado emocional. Aunque la tristeza es una respuesta natural a la pérdida, si los síntomas persisten durante un periodo prolongado, podría ser indicativo de un problema más serio que requiere intervención profesional.
Es vital proporcionar un entorno de apoyo emocional, donde el perro se sienta seguro y amado. La interacción positiva, el juego y los paseos pueden ser herramientas efectivas para ayudar a aliviar los síntomas de depresión. Sin embargo, si los cambios de comportamiento son persistentes o se agravan, se recomienda consultar con un veterinario o un especialista en comportamiento animal para recibir orientación y apoyo adecuados.

¿Qué hacer cuando un perro pierde a su compañero?
Continúa con la rutina normal
Mantener la rutina diaria es uno de los pasos más importantes para ayudar a un perro a adaptarse a la pérdida de su compañero. Los perros son animales de costumbres, y su bienestar emocional está estrechamente ligado a la estabilidad y previsibilidad de su entorno. Continuar con los paseos habituales, las horas de comida y los momentos de juego puede proporcionarles una sensación de normalidad que les ayude a sobrellevar el duelo.
La consistencia en la rutina no solo ofrece seguridad al perro, sino que también puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad que pueden surgir tras la pérdida. Aunque puede ser tentador cambiar de hábitos para intentar animar al perro, es mejor mantener la estructura diaria tanto como sea posible. Esto no significa que no se puedan introducir nuevas actividades, pero deben integrarse de manera que no alteren significativamente el ritmo al que el perro está acostumbrado.
Además, seguir con la rutina permite que el perro se concentre en actividades que conoce y disfruta, lo que puede ser un alivio en momentos de tristeza. La familiaridad de las actividades diarias puede actuar como un ancla emocional, ayudando al perro a sentirse más seguro y menos vulnerable ante los cambios que la pérdida de su compañero ha provocado.
Actúa con normalidad si el perro no come
Es común que un perro en duelo pierda el apetito como parte de su proceso de adaptación a la pérdida. Enfrentarse a un perro que no muestra interés en su comida habitual puede ser preocupante para cualquier dueño, pero es importante actuar con normalidad en estos casos. Ofrecer su alimento en los horarios regulares sin forzarlo a comer es una forma de mostrarle que, a pesar de la pérdida, su entorno sigue siendo confiable y seguro.
Evitar el exceso de atención o la introducción de cambios drásticos en su dieta puede ser beneficioso. Aunque puede ser tentador ofrecerle comida más sabrosa o darle de comer a mano, esto podría crear hábitos alimenticios poco saludables a largo plazo. Es crucial mantener la calma y no mostrar preocupación excesiva, ya que los perros son muy perceptivos a las emociones de sus dueños y pueden reflejar su ansiedad.
Si la falta de apetito persiste durante un periodo prolongado, es recomendable consultar con un veterinario para descartar problemas de salud subyacentes. Un profesional puede ofrecer consejos sobre cómo incentivar al perro a comer sin alterar su rutina y asegurarse de que está recibiendo la nutrición adecuada durante este tiempo de duelo.

Apoyo emocional: cómo transmitir tranquilidad y alegría
Mi perro está triste por la muerte de otro perro: cómo animarlo
Animar a un perro que está de duelo por la pérdida de su compañero requiere un enfoque delicado y comprensivo. Los perros son extremadamente sensibles a las emociones de sus dueños, por lo que transmitirles tranquilidad y alegría puede tener un impacto positivo en su estado emocional. Mantener una actitud positiva y ofrecerle momentos de juego y cariño puede ser una forma efectiva de levantar su ánimo.
Incorporar actividades que el perro disfrutaba antes de la pérdida puede ser una estrategia útil. Esto no solo le proporciona distracción, sino que también le recuerda que hay cosas que aún puede disfrutar. Las actividades al aire libre, como paseos en nuevos entornos, pueden estimular su curiosidad y ofrecerle un cambio de escenario que ayude a mejorar su estado de ánimo.
Además, es importante ser paciente y respetar el ritmo del perro. Forzarlo a participar en actividades que no le apetecen puede ser contraproducente. En cambio, ofrecerle opciones y estar disponible para él cuando lo necesite es una forma de mostrarle apoyo y comprensión. La clave está en equilibrar el tiempo de actividad con momentos de descanso, permitiéndole procesar su duelo a su manera.
¡Una vez al año no hace daño! Caprichos ocasionales para mejorar su ánimo
Ofrecer caprichos ocasionales puede ser una manera efectiva de mejorar el ánimo de un perro que está de duelo. Estos pequeños gestos, como darle su golosina favorita o una nueva experiencia positiva, pueden ayudar a romper la monotonía y proporcionar un estímulo emocional positivo. Sin embargo, es importante hacerlo con moderación para evitar crear expectativas poco realistas o hábitos poco saludables.
Los caprichos no solo deben limitarse a alimentos especiales, sino que también pueden incluir actividades que el perro disfrute particularmente, como un paseo extra largo o un juego especial. La clave es asegurarse de que estas experiencias sean positivas y no se conviertan en una forma de sobrecompensar la pérdida. Mantener el equilibrio entre la indulgencia y la rutina diaria es fundamental para evitar que el perro desarrolle dependencia de estos caprichos.
Además, estos momentos de indulgencia pueden servir como una oportunidad para fortalecer el vínculo entre el perro y su dueño. Compartir tiempo de calidad y experiencias agradables puede ayudar a ambos a superar el duelo, creando nuevos recuerdos que contribuyan a sanar la pérdida. Siempre es importante recordar que el objetivo es proporcionar consuelo y alegría, no reemplazar al compañero perdido.

Consultas profesionales y alternativas
Especialistas en psicología canina: ¿cuándo consultar?
Consultar con un especialista en psicología canina puede ser una opción valiosa si un perro muestra signos persistentes de tristeza o depresión tras la pérdida de su compañero. Estos profesionales están capacitados para identificar problemas de comportamiento y emocionales en los perros, y pueden ofrecer estrategias y consejos personalizados para ayudar al perro a superar su duelo.
Es recomendable considerar la consulta profesional si el perro presenta cambios drásticos en su comportamiento que no mejoran con el tiempo, como agresividad, retraimiento extremo o alteraciones significativas en su apetito y sueño. Un especialista puede ayudar a identificar si estos síntomas son parte de un duelo normal o si hay otros factores que podrían estar contribuyendo al malestar del perro.
Además, los especialistas en psicología canina pueden proporcionar herramientas y técnicas para ayudar al dueño a manejar mejor la situación. Esto incluye ejercicios de comportamiento, cambios en el entorno o incluso la introducción de nuevas rutinas que puedan beneficiar al perro. La intervención oportuna puede marcar una gran diferencia en el proceso de recuperación del perro, asegurando que reciba el apoyo necesario para volver a un estado de bienestar.
¿Utilizo feromonas para ayudarle?
Las feromonas son una herramienta que algunos veterinarios recomiendan para ayudar a los perros a manejar la ansiedad y el estrés, especialmente en situaciones de duelo. Estos productos, que imitan las feromonas naturales que los perros liberan para comunicarse entre sí, pueden tener un efecto calmante y ayudar a reducir la ansiedad en momentos difíciles.
El uso de feromonas puede ser particularmente útil si el perro muestra signos de estrés prolongado, como ladridos excesivos, comportamientos destructivos o temores inusuales. Sin embargo, es importante consultar con un veterinario antes de utilizar estos productos, para asegurarse de que sean apropiados para el perro en cuestión y no haya contraindicaciones.
Las feromonas no son una solución mágica, pero pueden ser una parte efectiva de un enfoque integral para ayudar al perro a superar su duelo. Combinadas con cambios en la rutina, apoyo emocional y, si es necesario, intervención profesional, pueden contribuir significativamente al bienestar del perro durante este periodo de ajuste.

¿Es buena idea tener una nueva mascota?
La decisión de introducir una nueva mascota en el hogar tras la pérdida de un perro debe tomarse con cuidado y consideración. Aunque puede ser tentador intentar llenar el vacío que ha dejado la mascota fallecida, es importante asegurarse de que tanto el dueño como el perro sobreviviente estén preparados para aceptar a un nuevo miembro en la familia. La llegada de una nueva mascota no debe ser vista como un reemplazo, sino como una nueva oportunidad para compartir amor y compañía.
Antes de tomar esta decisión, es recomendable evaluar cómo se siente el perro actual con la idea de tener un nuevo compañero. Observar su comportamiento en presencia de otros perros puede proporcionar pistas valiosas sobre su disposición a aceptar una nueva mascota. Algunos perros pueden estar listos para recibir a un nuevo amigo poco después de la pérdida, mientras que otros pueden necesitar más tiempo para adaptarse a la idea.
Es crucial considerar también el impacto emocional en el dueño. Adoptar una nueva mascota debe ser una decisión tomada desde el deseo de compartir una vida juntos, y no como una forma de mitigar el dolor de la pérdida. Tomarse el tiempo necesario para procesar el duelo y asegurarse de que todos están listos para dar este paso puede facilitar una transición más suave y positiva.
Pon a prueba a tu peludo con otros perritos antes de adoptar
Antes de decidir adoptar una nueva mascota, es útil evaluar cómo se siente el perro actual en compañía de otros perros. Una forma efectiva de hacerlo es organizar encuentros con perros de amigos o familiares para observar su comportamiento y disposición. Este tipo de interacciones pueden proporcionar información valiosa sobre si el perro está listo para aceptar un nuevo compañero en su entorno.
Durante estas pruebas, es importante observar cómo el perro interactúa con los otros perros. Si muestra interés y juega de manera amistosa, podría ser una señal de que está preparado para aceptar a un nuevo miembro en la familia. Sin embargo, si se muestra ansioso o agresivo, puede ser mejor esperar un poco más antes de introducir una nueva mascota.
Además, estos encuentros pueden ayudar al dueño a entender mejor las necesidades y preferencias de su perro, lo que es crucial para elegir un nuevo compañero que se adapte bien a la dinámica del hogar. La paciencia y la observación son esenciales durante este proceso, asegurando que cualquier decisión tomada sea en el mejor interés del perro y del nuevo miembro potencial.

¿Dejo que el perro vea el cuerpo de su compañero fallecido?
La cuestión de si permitir que un perro vea el cuerpo de su compañero fallecido es una decisión personal que cada dueño debe tomar basándose en su conocimiento del temperamento y las necesidades emocionales de su mascota. Aunque algunas personas creen que esto puede ayudar al perro a comprender la pérdida, no hay evidencia científica que respalde esta práctica. En última instancia, lo más importante es hacer lo que se sienta correcto para el dueño y el perro.
Para algunos perros, ver el cuerpo de su compañero puede proporcionar un cierre, mientras que para otros podría ser una experiencia perturbadora. Es fundamental considerar cómo reaccionan generalmente a situaciones nuevas o estresantes antes de tomar esta decisión. Si el perro es naturalmente curioso y ha demostrado ser capaz de manejar el estrés de manera saludable, podría ser beneficioso permitirle este momento de despedida.
Independientemente de la decisión que se tome, es esencial proporcionar al perro un entorno de apoyo y amor durante este tiempo de ajuste. La presencia y el consuelo del dueño pueden ser más importantes que cualquier otra cosa, ayudando al perro a navegar por su dolor de una manera segura y saludable.
Los juguetes interactivos como estímulo mental
Los juguetes interactivos son una excelente herramienta para mantener a un perro mentalmente estimulado, especialmente después de la pérdida de un compañero. Estos juguetes no solo proporcionan entretenimiento, sino que también pueden ayudar a aliviar el aburrimiento y la ansiedad al ofrecer al perro un desafío que requiere concentración y esfuerzo mental. Incorporar estos juguetes en la rutina diaria puede ser una forma efectiva de distraer al perro de su tristeza y fomentar un estado de ánimo más positivo.
Existen numerosos tipos de juguetes interactivos en el mercado, desde rompecabezas hasta dispensadores de golosinas, que pueden adaptarse a las preferencias y habilidades de cada perro. Elegir los adecuados puede proporcionar horas de entretenimiento y ayudar al perro a redirigir su energía de manera constructiva. Además, estos juguetes pueden ser una excelente manera de reforzar el vínculo entre el perro y su dueño, ya que pueden jugar juntos y compartir momentos de diversión.
Es importante introducir estos juguetes gradualmente y observar cómo reacciona el perro. Algunos pueden necesitar tiempo para acostumbrarse a la nueva actividad, mientras que otros pueden mostrarse entusiasmados desde el principio. La clave está en ser paciente y alentar al perro a explorar y disfrutar de estos nuevos estímulos a su propio ritmo.

No consientas en exceso: evitar hábitos perjudiciales
Durante el proceso de duelo, es natural querer consolar a un perro que está triste, pero es importante evitar caer en el exceso de consentimiento, ya que esto puede llevar a desarrollar hábitos perjudiciales a largo plazo. Consentir en exceso puede incluir dar demasiadas golosinas, cambiar la rutina diaria drásticamente o permitir comportamientos que normalmente no se tolerarían. Aunque estas acciones pueden parecer inofensivas, pueden crear expectativas poco realistas y dificultar la adaptación del perro a su nueva realidad.
Mantener una estructura y límites claros es crucial para ayudar al perro a sentirse seguro y estable. En lugar de consentir en exceso, es más beneficioso ofrecer apoyo emocional a través de la presencia constante, el cariño y la comprensión. Esto ayuda a reforzar la idea de que, aunque su compañero ya no está, su entorno sigue siendo confiable y seguro.
Además, es importante recordar que los perros son muy sensibles a las emociones de sus dueños. Mostrar una actitud calmada y positiva puede influir en el estado emocional del perro de manera más efectiva que cualquier forma de consentimiento excesivo. El objetivo es proporcionar un entorno de apoyo que permita al perro procesar su duelo de manera saludable y adaptarse a su nueva situación.
¿Ha fallecido el perro líder? Encontrar su nuevo lugar
Cuando un perro que era considerado el líder del grupo fallece, el perro sobreviviente puede experimentar una sensación de inseguridad y confusión. La pérdida de un líder puede alterar la dinámica del hogar y dejar al perro restante sin una guía clara. En estos casos, es fundamental ayudar al perro a encontrar su nuevo lugar y sentirse cómodo en su entorno sin la presencia de su compañero.
El proceso de adaptación puede incluir la introducción de nuevas rutinas o actividades que fomenten la independencia del perro. Esto puede ser tan simple como permitirle explorar nuevos lugares durante los paseos o enseñarle nuevos trucos que refuercen su confianza. La paciencia y el apoyo son esenciales durante este tiempo, ya que el perro puede necesitar tiempo para ajustarse a su nuevo rol dentro del hogar.
Además, es importante observar cualquier cambio en el comportamiento del perro que pueda indicar que está luchando por adaptarse. Si muestra signos de ansiedad o inseguridad, puede ser útil consultar con un especialista en comportamiento animal para obtener orientación y apoyo adicionales. Con el tiempo y el cuidado adecuado, el perro puede encontrar su nuevo lugar y sentirse seguro y feliz en su entorno renovado.
Referencias
- Flórez, S. D. (2002). Duelo. In Anales del sistema sanitario de Navarra (Vol. 25, pp. 77-85).
- Oviedo Soto, S. J., Parra Falcón, F. M., & Marquina Volcanes, M. (2009). La muerte y el duelo. Enfermería global, (15), 0-0.
- Kübler Ross, E. A., Kessler, D. A., & Guiu, S. T. (2016). Sobre el duelo y el dolor.