Las habas, aunque nutritivas, pueden ser mortales para personas con favismo, una condición desencadenada por la deficiencia de la enzima glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD).
¿Qué es el favismo?
Definición y características del favismo
El favismo es una condición médica que se manifiesta tras la ingesta de habas en individuos con una deficiencia enzimática específica. Esta deficiencia afecta la capacidad del cuerpo para manejar el estrés oxidativo, lo que resulta en la destrucción prematura de los glóbulos rojos. La ruptura de estas células sanguíneas provoca una serie de síntomas, que pueden variar desde leves hasta potencialmente mortales.
La enzima glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD)
Verás, comer judías no es el problema, el problema es tener una alteración genética que provoca un déficit de una enzima. Una enzima es una molécula que ayuda a que se produzcan reacciones químicas en el cuerpo. Así, cuando no tenemos suficiente cantidad de esta enzima, nuestros glóbulos rojos empiezan a descomponerse más rápidamente.
Esta respuesta extrema a las habas se denomina favismo y se asocia a niveles bajos de una enzima llamada glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD). Esta enzima protege a tus hematíes de unas moléculas llamadas radicales libres de oxígeno. Estas moléculas son una parte natural de la vida, se producen cuando las células producen energía, por ejemplo. Pero también pueden acumularse y ser dañinas. En condiciones normales, tenemos nuestros mecanismos de protección, como la enzima G6PD, pero si fallan nuestros escudos, podemos tener problemas.

Relación entre las habas y el favismo
Propiedades nutricionales de las habas
Hay una familia de semillas que, junto con los cereales y algunas frutas y raíces tropicales, ha sido la base de la alimentación humana durante miles de años, y su consumo ha sido una parte inextricable del desarrollo humano. Estamos hablando de las leguminosas (Leguminosae) o fabáceas (Fabaceae), y de sus semillas, las legumbres.
Algunas de las legumbres más frecuentemente consumidas son los guisantes, las judías (también conocidas como frijoles, alubias o habichuelas), los garbanzos, las lentejas, los cacahuetes (o maní), la soja o nuestras protagonistas en este artículo: las habas (Vicia faba).
Las habas son un milagro de la naturaleza. Por un lado, están llenas de proteínas y otros nutrientes, y por otro provocan muchos gases (a veces en situaciones incómodas). Pero por alguna razón, comer habas puede provocar algo más que hinchazón y una orquesta de flatulencias. Las habas pueden inducir una ruptura repentina y grave de los glóbulos rojos en algunas personas, empeorando así su estado general.
Efectos negativos de las habas en personas con deficiencia de G6PD
Para las personas con deficiencia de G6PD, las habas representan un riesgo significativo. La ingesta de habas puede llevar a la producción excesiva de radicales libres, que los glóbulos rojos no pueden neutralizar eficazmente debido a la falta de G6PD. Esto resulta en la hemólisis, o destrucción de los glóbulos rojos.
Síntomas y consecuencias del favismo
Ruptura de glóbulos rojos y anemia hemolítica
Los hematíes (otro nombre para los glóbulos rojos) son especialmente importantes en el transporte de oxígeno por todo el cuerpo. Por eso, una destrucción rápida y repentina de los eritrocitos (otro nombre para los hematíes) puede provocar una escasez de oxígeno en los tejidos del cuerpo. Básicamente se ha roto el "camión" que debía transportar el oxígeno, así que el oxígeno no llega a donde debería. Como podréis imaginar, esto puede ser muy grave.
Para transportar el oxígeno, los glóbulos rojos están formados, entre otras cosas, de una molécula que se llama hemoglobina. Y cuando tenemos la hemoglobina baja (tal vez porque nuestros glóbulos rojos se estén perdiendo -sangrados- o destruyendo -favismo, por ejemplo-), llegamos a una condición que te sonará más: anemia.

El asunto es que hay varios tipos de anemia, según la causa de que suceda. En este caso, se trata de una anemia hemolítica. La anemia hemolítica es un grupo de trastornos de la sangre que causan la disminución de la masa de glóbulos rojos sanguíneos. A diferencia de las anemias no hemolíticas (por ejemplo, por déficit de hierro -otro componente de la estructura de la hemoglobina-), en las anemias hemolíticas la vida de los glóbulos rojos en sangre periférica (normal entre 90 y 120 días) está acortada.
Dicho de otro modo, no solo tenemos menos glóbulos rojos, sino también los tenemos más frágiles. Y lo que ocurre es que cuando se rompe un glóbulo rojo no solo libera hemoglobina y hierro, también libera el resto de su contenido (bilirrubina, colesterol, etc). Esto tiene muchas implicaciones. Por ejemplo, al liberar bilirrubina, podemos desarrollar ictericia (nos ponemos amarillos), al liberar colesterol nuestra vesícula tendrá que trabajar extra y podrá generar cálculos biliares y, desde luego, también tendremos fatiga.
En los casos más graves, esta enfermedad puede provocar la muerte de quien la padece. ¿Lo peor de todo? Que ni siquiera tienes que comer habas para que esto ocurra. Algunas personas pueden tener esta respuesta solo por respirar el polen de las plantas. Por cierto, los científicos, que a veces son demasiado prácticos, llamaron a esta condición favismo (por eso de que "la familia de la fabáceas", o de que el nombre científico de las habas sea "Vicia faba").
Síntomas comunes: dificultad para respirar, mareos e ictericia
¿Cuáles serán los síntomas de esta condición? Pues ahora que entendemos que el oxígeno no llega donde debe, es fácil comprender que los síntomas puedan incluir la dificultad para respirar, debilidad, mareos y confusión. Hay varias cosas en medicina que nos pueden causar un cuadro similar, pero una pista muy grande es que estos síntomas comiencen poco después de haber comido habas. La ruptura de los glóbulos rojos también libera bilirrubina, lo que puede provocar ictericia, un amarillamiento de la piel y los ojos.
Factores de riesgo y prevalencia
Deficiencia de G6PD como trastorno genético
Hay más de 400 millones de personas en el mundo que tienen niveles bajos de esta enzima y que NO tienen favismo. Esto es porque el favismo es una enfermedad genética, y la mayoría de esos 400 millones son biológicamente varones. ¿Por qué esto es importante? porque el gen responsable de la producción de G6PD está en el cromosoma X (es una enfermedad ligada al cromosoma X). Y las mujeres tienen dos de esos cromosomas X (los varones tienen solo uno). Por suerte, para desarrollar la enfermedad se suelen necesitar mutaciones en ambos cromosomas X.
Por tanto, la deficiencia de G6PD es transmitida por madres que llevan una copia del gen en uno de sus cromosomas X a la mitad de sus hijos; los hijos varones estarán afectados (al carecer de una segunda copia), y las hijas que reciben el gen son portadoras.
Las habas contienen compuestos que, al ser digeridos, potencian la producción de radicales libres. Así que hay aún más de estas moléculas en tu cuerpo y, sin su enzima guardián para protegerlos, tus glóbulos rojos están algo indefensos y acaban sufriendo muchos daños, rompiéndose y provocando esa anemia hemolítica de la que hablábamos antes.
Lo malo es que estamos hablando del defecto enzimático más común que tiene nuestra especie y no existe un tratamiento específico.
Prevalencia en la región mediterránea y grupos de riesgo
El favismo prevalece, sobre todo, en la región mediterránea, así como en partes de África y Asia. Esto se debe en parte a la alta frecuencia de consumo de habas en estas áreas, así como a factores genéticos que aumentan la susceptibilidad a la deficiencia de G6PD. La migración y la movilidad global han llevado a un aumento en la detección de casos en otras regiones.
Diagnóstico y manejo del favismo
Importancia de la historia clínica y del estudio genético
El diagnóstico del favismo se basa en una combinación de historia clínica detallada y pruebas genéticas. La historia clínica ayuda a identificar síntomas típicos y antecedentes familiares que puedan sugerir una deficiencia de G6PD. Las pruebas genéticas confirman la presencia del gen defectuoso y ayudan a planificar el manejo adecuado de la condición. El diagnóstico precoz es crucial para prevenir complicaciones graves.
Prevención y manejo de síntomas
El manejo del favismo se centra tanto en la prevención como en el tratamiento de los síntomas. La prevención implica evitar el consumo de habas y otros desencadenantes conocidos. En caso de un episodio hemolítico, es esencial buscar atención médica inmediata para manejar los síntomas y prevenir complicaciones. El tratamiento puede incluir transfusiones de sangre en casos severos de anemia hemolítica.

Consejos dietéticos y prevención
Alimentos y medicamentos a evitar
Para las personas con favismo, es crucial evitar no solo las habas, sino también alimentos como los arándanos y ciertos productos de soja, y medicamentos que puedan desencadenar hemólisis. Algunos medicamentos, como ciertos antibióticos y antipalúdicos, pueden ser especialmente peligrosos y deben evitarse. Es importante consultar a un médico antes de tomar cualquier medicamento nuevo.
Recomendaciones para llevar una vida normal
Aunque el favismo puede ser una condición seria, las personas afectadas pueden llevar una vida normal si toman las precauciones adecuadas. La clave está en la educación y el manejo proactivo de la condición. Conocer los desencadenantes y evitarlos es fundamental para prevenir complicaciones. Mantener una dieta equilibrada que excluya alimentos peligrosos y seguir las recomendaciones médicas ayuda a minimizar los riesgos asociados con el favismo.
Preguntas frecuentes sobre el favismo
¿Las habas engordan?
Las habas son un alimento bajo en calorías y rico en nutrientes, lo que las convierte en una opción saludable para la mayoría de las personas. En general, las habas no engordan por sí mismas, pero es importante considerar el método de preparación y el contexto dietético general.
Desventajas y contraindicaciones de las habas
Como ya hemos dicho, las habas tienen desventajas significativas para las personas con deficiencia de G6PD. Para aquellos sin deficiencia de G6PD, las habas pueden ser una adición saludable a la dieta, siempre que se consuman con moderación y se preparen adecuadamente. Eso sí, las habas pueden causar problemas digestivos, como hinchazón, en algunas personas, independientemente de su estado enzimático.
Referencias
- Jameson, J.L. et al. 2019. Harrison. Principios de medicina interna. McGraw Hill.
- Rozman, C. y F. Cardellach, F. 2020. Farreras Rozman. Medicina Interna. Elsevier.