Detrás de la aparente estabilidad del útero adulto se esconde una historia de transformación celular intensa, plástica y fundamental para la salud reproductiva. Comprender cómo se forma el epitelio uterino, y qué se desajusta en las enfermedades, podría cambiar la forma en que diagnosticamos y tratamos el cáncer de endometrio y otras patologías ginecológicas.
Un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) aporta respuestas a esta compleja biología. Utilizando organoides uterinos neonatales y modelos cocultivo (assembloids), investigadores de la Universidad de Missouri identificaron los mecanismos celulares y moleculares que guían la diferenciación epitelial del útero.
El trabajo, liderado por Jason Rizo y Andrew Kelleher, revela que muchas de las vías que gobiernan el desarrollo uterino también se reactivan en patologías como el cáncer endometrial. Estos hallazgos abren la puerta a nuevos biomarcadores de diagnóstico temprano y al desarrollo de terapias dirigidas.
Plasticidad epitelial: una ventana celular al desarrollo y la enfermedad
El epitelio del tracto reproductivo femenino es altamente maleable en la etapa neonatal. Durante los primeros días de vida, las células epiteliales del útero pueden diferenciarse en estructuras mono o multicapa, dependiendo de las señales que reciben de su entorno.
El estudio demuestra que esta plasticidad se reduce con el tiempo. Conforme avanza el desarrollo postnatal, las células adquieren destinos más estables y restringidos. Esta transición está influida tanto por propiedades intrínsecas de las células como por la interacción con el estroma mesenquimal.
Comprender este proceso es crucial, porque patologías como el cáncer o la endometriosis pueden implicar una "reactivación" de esta plasticidad, generando estructuras anómalas.
"Estos mecanismos todavía se entienden mal", dijo el autor del estudio Andrew Kelleher, profesor asistente de Obstetricia, Ginecología y Salud de la Mujer en la Escuela de Medicina de la Universidad de Missouri e investigador de salud de precisión NextGen.
"Al entender cómo es el desarrollo uterino normal, podemos detectar anomalías que podrían ser indicadores del crecimiento del cáncer u otras enfermedades endometriales", añadió.

Organoides y assembloids: modelos de un útero en miniatura
Para estudiar estos fenómenos, el equipo utilizó organoides endometriales derivados de ratones neonatales. Estos mini-órganos tridimensionales replican muchas de las funciones del tejido uterino real.
Al combinar organoides con células del estroma uterino en modelos tipo assembloid, recrearon el entorno celular complejo que regula el destino epitelial.
Esta aproximación permitió observar en tiempo real cómo las células epiteliales responden a las señales del estroma y cambian de forma y función. Se identificaron vías moleculares conservadas que también se ven alteradas en condiciones patológicas.
Estos modelos ofrecen una herramienta poderosa para investigar el desarrollo uterino y simular enfermedades, permitiendo probar tratamientos potenciales en un sistema fisiológicamente relevante.
Células basales: cuando aparecen donde no deberían
Uno de los hallazgos clave del estudio es la aparición de células basales en contextos patológicos. Estas células estructurales no suelen encontrarse en el útero sano, por lo que su presencia puede ser un marcador temprano de transformaciones cancerígenas.
Detectar estas células de forma temprana podría ser una herramienta diagnóstica para cáncer de endometrio o endometriosis, enfermedades que a menudo se identifican tarde, cuando ya afectan la fertilidad o generan síntomas graves.
El estudio sugiere que muchas mujeres no reciben diagnóstico hasta que intentan quedar embarazadas, por lo que identificar estas señales celulares a tiempo podría mejorar su calidad de vida y sus opciones reproductivas.
"Además, el cáncer de endometrio es el cáncer ginecológico más común en los Estados Unidos, y muchas mujeres sufren de endometriosis y otras enfermedades. Si podemos diagnosticar estas enfermedades antes, podríamos mejorar la calidad de vida y proteger la fertilidad", dijo Jason Rizo, autor del estudio y candidato a doctorado en la División de Ciencias Animales de la Universidad de Missouri.

Desarrollo normal como base del diagnóstico temprano
El Dr. Andrew Kelleher destaca que estudiar el desarrollo sano del útero es esencial para identificar lo que se desvía en las enfermedades. Comprender las reglas celulares y moleculares que guían la diferenciación epitelial permite detectar con precisión las anomalías que podrían dar origen a patologías.
En este sentido, las trayectorias celulares observadas en modelos neonatales pueden compararse con las muestras de pacientes para identificar firmas patológicas.
Las células que toman un camino atípico o se activan en momentos inadecuados pueden delatar el inicio de la enfermedad.
El conocimiento básico del desarrollo uterino es una guía clave para diseñar pruebas de detección precoz y terapias personalizadas en patologías ginecológicas.
Implicancias para el futuro de la salud reproductiva
El trabajo tiene múltiples aplicaciones: desde mejorar el diagnóstico de enfermedades comunes como la endometriosis, hasta avanzar en medicina regenerativa y diseño de terapias dirigidas para el cáncer de endometrio.
El equipo espera seguir investigando la capacidad regenerativa de las células estructurales y cómo estas cambian en los distintos estados de salud y enfermedad.
La meta final es diseñar fármacos que puedan actuar sobre estas vías específicas y detener la progresión de enfermedades antes de que comprometan la fertilidad o la vida.
Este estudio se suma a un creciente cuerpo de evidencia que utiliza modelos celulares avanzados para descifrar la biología del sistema reproductivo femenino. La medicina de precisión aplicada a la salud ginecológica ya no es una promesa futura: es una realidad en construcción.

Cuando el útero habla, la ciencia aprende a escuchar
Gracias a modelos innovadores como los organoides neonatales, los científicos han comenzado a descifrar los patrones que rigen la formación del tejido uterino. Estos patrones, cuando se alteran, podrían dar lugar a patologías como el cáncer de endometrio.
Estudiar el desarrollo no solo explica el origen de enfermedades: también permite anticiparlas. Este tipo de investigación es fundamental para pasar de la medicina reactiva a la medicina preventiva.
"El objetivo final es utilizar este conocimiento para diseñar terapias específicas para identificar y tratar enfermedades ginecológicas como el cáncer de endometrio y la endometriosis", dijo Kelleher.
En un mundo donde muchas mujeres no son diagnosticadas hasta que enfrentan problemas de fertilidad, cada avance en el conocimiento celular del útero representa una victoria silenciosa. Porque cuidar la salud uterina es también proteger la salud futura.
Referencias
- Rizo JA, Ahmad V, Pru JM, et al. Uterine organoids reveal insights into epithelial specification and plasticity in development and disease. Proc Natl Acad Sci U S A. (2025). doi:10.1073/pnas.2422694122