Tomar esta vitamina diariamente podría ayudarte a frenar el envejecimiento celular, según un nuevo estudio

Un ensayo clínico con más de 1.000 participantes revela que un suplemento diario podría ralentizar el envejecimiento biológico al proteger la longitud de los telómeros en las células inmunitarias. El hallazgo abre nuevas vías para prevenir enfermedades relacionadas con la edad.
Tomar esta vitamina diariamente podría ayudarte a frenar el envejecimiento celular, según un nuevo estudio
La vitamina D protege los telómeros del ADN: hallazgo clave en el envejecimiento saludable. Fuente: iStock (composición).

No todos los signos del envejecimiento se ven en el espejo. En lo profundo de nuestras células, estructuras llamadas telómeros —pequeñas secuencias de ADN que protegen los extremos de los cromosomas— se acortan con el tiempo, marcando el ritmo de nuestro deterioro biológico. Ahora, un nuevo estudio clínico muestra que un suplemento diario de vitamina D3 podría proteger estos fragmentos esenciales del ADN, ralentizando el envejecimiento celular y mejorando nuestra salud a largo plazo.

El nuevo análisis del ensayo clínico revela que la suplementación diaria con 2.000 UI de vitamina D3 durante cuatro años reduce el deterioro de la longitud de los telómeros en leucocitos. Los resultados fueron publicados en The American Journal of Clinical Nutrition, y surgen de un subestudio del VITamin D and OmegA-3 TriaL (VITAL), un ensayo aleatorizado y controlado con placebo que incluyó a más de 25.000 personas mayores de 50 años. En este caso, se analizaron más de 2.500 muestras de telómeros en sangre en un subgrupo de 1.054 participantes.

La investigación aporta una nueva capa de evidencia a los posibles beneficios de la vitamina D más allá de la salud ósea o inmunitaria. Estudios anteriores habían mostrado asociaciones inconsistentes entre esta vitamina y la longitud de los telómeros. Sin embargo, este nuevo trabajo, de diseño riguroso y duración prolongada, sugiere que podría existir un efecto protector medible que merezca ser tenido en cuenta en futuras estrategias de prevención del envejecimiento acelerado.

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Telómeros más largos y envejecimiento más lento: lo que la vitamina D puede hacer por tus células. Fuente: iStock (composición ERR).

Telómeros: los relojes biológicos de nuestras células

Los telómeros son estructuras que funcionan como protectores naturales del ADN y determinan la capacidad regenerativa de las células. Cada vez que una célula se divide, sus telómeros se acortan un poco más. Cuando alcanzan una longitud crítica, la célula pierde su capacidad de división, entra en senescencia o muere. Este proceso es normal, pero su aceleración está relacionada con el envejecimiento patológico y el desarrollo de enfermedades como el cáncer, patologías cardiovasculares y trastornos inmunitarios.

La longitud de los telómeros en los leucocitos (células blancas de la sangre) es un marcador sensible del envejecimiento biológico. A diferencia de la edad cronológica, que solo mide el tiempo transcurrido desde el nacimiento, la longitud telomérica ofrece información sobre el estado de salud celular.

Además, integra el impacto acumulado de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida, lo que la convierte en un biomarcador valioso para evaluar el envejecimiento prematuro.

El acortamiento excesivo de los telómeros se ha vinculado a procesos inflamatorios crónicos, disfunción inmunitaria y mayor susceptibilidad a enfermedades ligadas a la edad. Por eso, la identificación de intervenciones que ralenticen este proceso es una prioridad en investigación biomédica. En ese contexto, el papel de nutrientes como la vitamina D o los ácidos grasos omega-3 ha generado gran interés científico.

El estudio y subestudio sobre telómeros

El ensayo VITAL es uno de los más grandes y ambiciosos realizados sobre suplementación nutricional en adultos mayores. Diseñado como un estudio aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, incluyó a 25.871 personas (mujeres de 55 años o más y hombres de 50 años o más) residentes en Estados Unidos. Durante cinco años, los participantes recibieron vitamina D3 (2.000 UI/día), ácidos grasos omega-3 (1 g/día), ambos suplementos o placebo.

El subestudio sobre telómeros incluyó a 1.054 voluntarios que acudieron en persona al Harvard Clinical and Translational Science Center. En ellos se midieron los telómeros en leucocitos al inicio del estudio, y a los dos y cuatro años de seguimiento.

Se utilizaron técnicas de PCR cuantitativa para determinar la longitud telomérica absoluta, lo que permitió detectar pequeñas variaciones con alta precisión.

El análisis reveló que la vitamina D3 redujo la pérdida de longitud telomérica en 0,14 kilobases (140 pares de bases) a los cuatro años, un efecto que se traduciría en aproximadamente tres años de envejecimiento biológico evitado. Este resultado fue estadísticamente significativo (p = 0,039), mientras que la suplementación con omega-3 no mostró beneficios en este aspecto.

Una dosis diaria de vitamina D3 reduce el deterioro del ADN relacionado con la edad
Una dosis diaria de vitamina D3 reduce el deterioro del ADN relacionado con la edad. Fuente: iStock (composición ERR).

Mecanismos potenciales: inflamación, antioxidantes y telomerasa

Los efectos de la vitamina D sobre los telómeros podrían deberse a su acción sobre la inflamación crónica y el estrés oxidativo. Ambas condiciones contribuyen al acortamiento telomérico acelerado.

La vitamina D ha demostrado capacidad para reducir los niveles de proteína C reactiva ultrasensible (hs-CRP), un marcador clave de inflamación sistémica, en estudios previos del mismo ensayo VITAL.

Otra posible vía es la activación de la telomerasa, una enzima que puede alargar los telómeros y prolongar la vida celular. Aunque este estudio no midió directamente la actividad de telomerasa, investigaciones anteriores sugieren que la vitamina D podría influir en su regulación, especialmente en contextos de daño celular o envejecimiento acelerado.

La acción antioxidante de la vitamina D podría también contribuir a preservar la estabilidad del ADN. Al reducir el daño oxidativo en el material genético, se podría frenar la velocidad de acortamiento telomérico y proteger la integridad cromosómica. Estos mecanismos complementarios ayudarían a explicar los beneficios observados en el estudio.

Por qué los omega-3 no mostraron efecto sobre los telómeros

Aunque los ácidos grasos omega-3 tienen reconocidas propiedades antiinflamatorias, no mostraron un impacto significativo sobre la longitud de los telómeros en este estudio. Una posible explicación es que los efectos antioxidantes y antiinflamatorios del omega-3 no son suficientes para influir en la dinámica telomérica en un período de cuatro años, o que se requieren dosis mayores.

Otra hipótesis es que el omega-3 actúa de forma distinta sobre otros biomarcadores del envejecimiento, pero no sobre los telómeros directamente. Estudios previos han observado beneficios del omega-3 en salud cardiovascular, regulación lipídica o función cognitiva, pero su relación con la longitud telomérica sigue siendo inconsistente y depende de muchos factores individuales.

También es posible que el efecto del omega-3 esté más influido por la dieta de base, la composición corporal o el perfil genético. Estos elementos no fueron el foco del estudio y podrían haber modulado la respuesta al suplemento. En cualquier caso, el hallazgo subraya la especificidad de la vitamina D como factor protector de los telómeros.

D3
¿Puede la vitamina D ralentizar el reloj biológico? Un ensayo clínico sugiere que sí. Fuente: iStock (composición ERR).

Aplicaciones clínicas y líneas futuras de investigación

El descubrimiento podría allanar el camino para nuevas estrategias de prevención del envejecimiento biológico y enfermedades asociadas. 

Al preservar la longitud de los telómeros, la suplementación con vitamina D3 podría convertirse en una herramienta accesible y segura para mejorar la salud celular en adultos mayores, especialmente en aquellos con deficiencias nutricionales.

Sin embargo, los autores señalan que los resultados deben interpretarse con cautela y requieren confirmación en otros grupos poblacionales. La mayoría de los participantes eran adultos blancos o hispanos mayores de 50 años, lo que limita la generalización. Además, el subestudio fue análisis post-hoc de un ensayo no diseñado originalmente para evaluar telómeros.

Futuros estudios podrán explorar qué subgrupos se benefician más y si hay efectos acumulativos a más largo plazo. También se podría investigar si la vitamina D actúa de forma sinérgica con otros nutrientes o intervenciones como el ejercicio físico. Mientras tanto, este estudio ofrece una valiosa evidencia de que un nutriente común podría tener un impacto profundo en nuestra biología del envejecimiento.

Referencias

  • Zhu H, Manson JE, Cook NR, et al. Vitamin D3 and marine ω-3 fatty acids supplementation and leukocyte telomere length: 4-year findings from the VITamin D and OmegA-3 TriaL (VITAL) randomized controlled trial. Am J Clin Nutr. (2025). doi:10.1016/j.ajcnut.2025.05.003

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