En las últimas décadas hemos perdido la capacidad de disfrutar del cielo nocturno desde nuestras ciudades e incluso desde zonas próximas a ellas. Es por ello que hay un creciente interés por proteger las zonas con los cielos más oscuros de España, para potenciar el conocido como astroturismo.
La contaminación lumínica es un problema creciente que no solo afecta a la astronomía, sino también a la salud de los seres humanos y a la de los seres vivos y ecosistemas en contacto con nuestra forma de vida.