Al hablar de alimentación, la palabra ‘natural’ es, tal vez, uno de los términos más viciados. Asumiendo una dicotomía en oposición a lo artificial —y en ocasiones, a lo ‘químico’, otro término más que tergiversado—, ‘lo natural’ se tiende a asimilar a ‘lo bueno’, y ‘lo artificial’ a ‘lo malo’; ignorando el hecho de que la cicuta, las heces o el arsénico son sustancias naturales, y entre lo artificial hay técnicas como la higiene, o productos como las vacunas, que salvan vidas a diario.
Las definiciones en este asunto importan. Por supuesto, si aceptamos que el ser humano forma parte de la naturaleza, todo lo que hacemos, sin excepción, ha de ser natural. Incluso un teléfono móvil o una sonda espacial. En este sentido, todo lo que existe sería natural. Pero, efectivamente, cuando se habla en términos de alimentación, lo opuesto sería ‘artificial’, y esto es algo fácil de definir: aquello que está hecho por la mano humana. Y, por lo tanto, ‘natural’ es aquello que se puede encontrar en la naturaleza sin que haya habido intervención antrópica.
¿Qué significa "natural" y "artificial" en los alimentos?
La percepción errónea de lo "natural"
La palabra "natural" se ha convertido en un término viciado en la industria alimentaria. Se asocia a menudo con lo saludable, lo puro y lo deseable. Sin embargo, esta percepción es errónea. Muchas sustancias naturales son peligrosas, como el arsénico o la cicuta. Por otro lado, lo "artificial" no siempre es sinónimo de dañino. Las vacunas, por ejemplo, son productos artificiales que han salvado innumerables vidas. Es importante entender que la categorización de un alimento como natural o artificial no determina su valor nutricional ni su seguridad.

El papel del ser humano en la creación de cítricos
El ser humano ha jugado un papel fundamental en la creación de los cítricos que consumimos hoy. Antes de la intervención humana, no existían naranjas ni limones en la naturaleza. Estos frutos son el resultado de la hibridación de especies ancestrales de cítricos. La mandarina silvestre es el único cítrico que se encuentra en la naturaleza sin intervención humana. A través de la selección y cruce de especies, se han desarrollado las variedades comerciales que conocemos. Este proceso, aunque artificial, ha permitido la creación de frutas con características deseables como el sabor dulce o la facilidad de pelado.
La evolución de los cítricos: ¿qué es realmente natural?
Un zumo de naranja natural, por favor
Es muy común en las cafeterías españolas, al pedir un desayuno, que el camarero pregunte si se quiere con ‘zumo de naranja natural’, refiriéndose a aquel que ha sido exprimido en el momento. Por supuesto, va en oposición al que venden embotellado o envasado en Tetra Brik, incluso aunque sea un zumo exprimido y no un reconstituido a partir de concentrado. Curiosamente, se entiende por ‘natural’ incluso aunque sea una máquina la que extraiga el jugo de la fruta, siempre que se haya exprimido ahí mismo, justo antes de servir.
Se podría pensar que el mero procesamiento de la fruta, ya sea manual o mediante un electrodoméstico diseñado a tal efecto, es un proceso artificial en el que interviene la mano humana, una forma de obtener algo de la naturaleza y convertirlo artificialmente en otra cosa. Cualquiera estará de acuerdo con que el zumo de naranja no se encuentra en esa presentación en la naturaleza. Para poder beberlo, primero hay que obtener la fruta del árbol, cortarla y exprimirla. Por muy manual que sea el proceso, es algo artificial. Desde este punto de vista tan estricto, el único zumo de naranja natural sería el que se disfruta al masticar la fruta.
Pero, si nos quedamos en esa visión estricta del término ‘natural’, recordemos, aquello que aparece en la naturaleza sin intervención de la mano humana, entonces ni siquiera esa naranja es natural. Porque las naranjas naturales no existen.

Cítricos artificiales: una realidad poco conocida
No me he vuelto loco. No estoy diciendo, ni mucho menos, que la naranja sea un aparato diseñado por un ingeniero y construido en una fábrica, ni nada parecido. Pero sí que es artificial. Antes de que las personas comenzaran a domesticar a los cítricos, no existían naranjas en la naturaleza. Es un producto del ingenio humano.
Los cítricos como las naranjas y los limones son, en realidad, productos de la manipulación humana. Antes de la domesticación de los cítricos, no existían en la naturaleza. La naranja, por ejemplo, es un híbrido creado a partir de varias especies de cítricos ancestrales. La mandarina silvestre, la pamplemusa, el cidro y la combava son las especies que dieron lugar a los cítricos que conocemos hoy. Este proceso de hibridación ha permitido desarrollar frutas con características específicas, como el sabor y la resistencia a enfermedades, que no se encuentran en la naturaleza.
La genealogía de una naranja: híbridos y más híbridos
El árbol genealógico de los cítricos es realmente complejo, digno de Juego de Tronos. De todos los cítricos comerciales que se consumen en España, solo uno tiene presencia en la naturaleza: la mandarina. Pero no todas las mandarinas; bajo esta denominación hay varias frutas muy similares, pero de orígenes distintos. Específicamente, son esas mandarinas de piel muy fina, que tienden a ser ácidas, y que suelen ser muy difíciles de pelar. Su nombre científico: Citrus reticulata.
Existen dos tipos principales de naranjas: la amarga (Citrus × aurantium) y la dulce (Citrus × sinensis). Ambas son híbridos, resultado de la hibridación de especies ancestrales. La naranja amarga, utilizada en la industria cosmética y para la elaboración de mermeladas, es un híbrido de pamplemusa y mandarina. La naranja dulce, por otro lado, es el fruto de hibridaciones entre naranjas amargas. Este proceso de hibridación ha dado lugar a una amplia variedad de naranjas, cada una con características únicas.
El resto de mandarinas y clementinas, así como las distintas variedades de naranja, pomelo, limón, lima, y otros frutos más exóticos como la bergamota —muy usada en perfumería y, sus flores, para aromatizar tés e infusiones— proceden todos de múltiples hibridaciones entre cuatro especies ancestrales —que también se utilizan en algunas culturas—: la ya citada mandarina silvestre, la pamplemusa (C. maxima), el cidro (C. medica) y la combava (C. hystrix, antiguamente conocida como C. mycrantha).

Más allá de las naranjas: otros cítricos "artificiales"
Limones y limas: ¿naturales o artificiales?
Los limones y las limas, al igual que las naranjas, son cítricos artificiales. El limón (C. × limon) es un híbrido, resultado de cruzar la naranja amarga con el cidro. Las limas, agrupadas bajo el nombre científico C. × aurantifolia, son también el resultado de hibridaciones entre el cidro y la combava. Estas frutas no existen en la naturaleza sin intervención humana. La creación de estas variedades ha permitido el desarrollo de frutas con sabores y características específicas, adaptadas a las necesidades y preferencias del ser humano.
El caso de las bergamotas y clementinas
La bergamota y las clementinas son otros ejemplos de cítricos artificiales. La bergamota (C. × bergamia) es un híbrido de naranja amarga y limón, apreciada por su aroma en la industria de la perfumería. Las clementinas, por su parte, son el resultado de la hibridación de mandarinas y naranjas dulces. Estos cítricos, aunque no existen en la naturaleza, han sido seleccionados por sus características deseables, como el sabor y el aroma. La manipulación genética y la selección han permitido crear frutas que satisfacen las necesidades del mercado y del consumidor.
La ciencia detrás de la hibridación cítrica

Investigaciones actuales sobre la evolución de los cítricos
La ciencia continúa explorando la evolución y genealogía de los cítricos. Investigaciones actuales buscan desentrañar los misterios de cómo surgieron las diferentes variedades de cítricos a lo largo del tiempo. La genética y la biotecnología juegan un papel crucial en este proceso, permitiendo a los científicos entender mejor la historia evolutiva de estas frutas. A través de estudios genéticos, se pueden identificar las especies ancestrales que dieron lugar a los cítricos modernos, proporcionando información valiosa para el desarrollo de nuevas variedades.
El impacto de la biotecnología en los cítricos
La biotecnología ha revolucionado la forma en que se desarrollan y cultivan los cítricos. Mediante técnicas avanzadas, es posible crear variedades más resistentes a enfermedades y adaptadas a diferentes condiciones climáticas. La manipulación genética permite mejorar las características de los cítricos, como el sabor, el tamaño y la resistencia a plagas. Estos avances han permitido aumentar la producción y la calidad de los cítricos, beneficiando tanto a los productores como a los consumidores. La biotecnología sigue siendo un campo en expansión, con el potencial de transformar la industria cítrica en el futuro.
Referencias:
- Luro, F. et al. 2018. Recent insights on Citrus diversity and phylogeny. En G. Fiorentino et al. (Eds.), AGRUMED: Archaeology and history of citrus fruit in the Mediterranean : Acclimatization, diversifications, uses. Publications du Centre Jean Bérard. DOI: 10.4000/books.pcjb.2169
- Sun, Y.-L. et al. 2015. TAXONOMY AND PHYLOGENY OF THE GENUS CITRUS BASED ON THE NUCLEAR RIBOSOMAL DNA ITS REGION SEQUENCE. 47(66), 95-101.