La Navidad se celebra de manera diversa en todo el mundo, reflejando la riqueza cultural de cada país. En Filipinas, las celebraciones comienzan en septiembre, con luces y música navideña, destacando los parols, farolillos que simbolizan la guía de los Reyes Magos. En Centroeuropa, la figura de Krampus acompaña a San Nicolás, castigando a los niños traviesos en un evento que combina folclore y festividad. Finlandia celebra con saunas y el día de Santa Lucía, mientras que en Polonia, la Wigilia incluye doce platos y una silla vacía para simbolizar hospitalidad.

Japón destaca por su tradición de comer pollo frito de KFC, y en Bélgica y Países Bajos, Sinterklaas reparte regalos con su ayudante, Pedro el Negro. Grecia decora veleros en lugar de árboles, y en Australia, las barbacoas en la playa son la norma, reflejando un estilo de vida veraniego y festivo. Estas tradiciones únicas muestran cómo la Navidad se adapta y enriquece en diferentes contextos culturales.
La extensa temporada navideña en Filipinas
Desde septiembre hasta diciembre: La Navidad más larga
En Filipinas, la Navidad se convierte en un verdadero maratón de celebraciones que comienza en septiembre y se extiende hasta diciembre. Este prolongado periodo festivo, conocido como la temporada de "ber", transforma el ambiente en un espectáculo de luces y música navideña. Las calles y casas se adornan con parols, farolillos en forma de estrella que simbolizan la guía de los Reyes Magos. La música navideña resuena por doquier, creando una atmósfera de alegría y anticipación que se prolonga durante meses, culminando en las festividades de Año Nuevo.
El parol es el adorno navideño más emblemático de Filipinas. Fabricado tradicionalmente con papel y bambú, este farolillo se cuelga en las ventanas de las casas, iluminando las noches con su suave resplandor. La elaboración y diseño de los parols se han convertido en un arte, con concursos que premian la creatividad y originalidad. La tradición de los parols no solo embellece el entorno, sino que también fomenta un sentido de comunidad y colaboración entre los vecinos.
Durante estos meses, las familias filipinas se reúnen para disfrutar de comidas especiales y participar en misas de aguinaldo, que son servicios religiosos celebrados al amanecer. Estas misas culminan en la Misa de Gallo, celebrada en Nochebuena, seguida de un festín conocido como Nochebuena, donde se comparten platos tradicionales como el lechón, un cerdo asado que es el centro de la mesa navideña. La generosidad y la hospitalidad son valores fundamentales en estas celebraciones, donde nadie se queda sin un plato en la mesa.

El temido Krampus en Centroeuropa
Una tradición para castigar a los niños traviesos
En Centroeuropa, la Navidad tiene un lado oscuro y fascinante con la figura de Krampus, un ser demoníaco que forma parte del folclore navideño. La noche de Krampus, o Krampusnacht, se celebra el 5 de diciembre, la víspera del día de San Nicolás. Según la leyenda, Krampus acompaña a San Nicolás en su recorrido, pero mientras San Nicolás premia a los niños buenos, Krampus se encarga de castigar a los que se han portado mal.
Con su aspecto aterrador, cuerpo de cabra y cuernos prominentes, Krampus es una figura que provoca tanto miedo como fascinación. En esta noche, las calles de ciudades y pueblos se llenan de desfiles donde personas disfrazadas de Krampus recorren las calles, asustando a los espectadores y recreando escenas de la leyenda. Este evento, aunque intimidante, es una parte esencial de las tradiciones navideñas en países como Austria, Alemania y Suiza.
La tradición de Krampus no solo es un recordatorio de las consecuencias de un mal comportamiento, sino que también es una celebración de la dualidad de la Navidad, donde la luz y la oscuridad coexisten. Los desfiles de Krampus son eventos comunitarios que atraen a turistas y locales por igual, ofreciendo una experiencia única que combina el folclore antiguo con el espíritu festivo moderno.

Fiestas navideñas en Finlandia: Sauna y Santa Lucía
La sauna como ritual de Nochebuena
En Finlandia, la Navidad se celebra con una mezcla de tradiciones que reflejan tanto la espiritualidad como el bienestar físico. Una de las costumbres más singulares es la visita a la sauna en Nochebuena, una práctica que simboliza la purificación y el comienzo de un nuevo ciclo. Las familias finlandesas se reúnen en la sauna para relajarse y disfrutar de un momento de tranquilidad antes de las festividades.
El día de Santa Lucía, celebrado el 13 de diciembre, es otro evento importante en el calendario navideño finlandés. En esta fecha, se elige a una joven que representa a Santa Lucía, quien lidera un desfile vestida con una túnica blanca y una corona de velas. Esta tradición, que simboliza la luz en la oscuridad del invierno, es un homenaje a la santa mártir y se celebra con canciones y procesiones en todo el país.
Además de la sauna y las festividades de Santa Lucía, las familias finlandesas también visitan los cementerios en Nochebuena para encender velas en las tumbas de sus seres queridos. Este acto de recuerdo y respeto es una parte fundamental de las celebraciones navideñas, uniendo a las generaciones en un vínculo de amor y memoria. La combinación de estas tradiciones hace de la Navidad en Finlandia una experiencia profundamente conmovedora y espiritual.

Tradiciones polacas: Doce platos y una silla vacía
Hospitalidad y banquetes en Nochebuena
En Polonia, la cena de Nochebuena, conocida como Wigilia, es un evento cargado de simbolismo y tradición. Durante esta cena, se sirven doce platos, cada uno representando a uno de los apóstoles. Esta opulenta comida es una expresión de abundancia y gratitud, donde se comparten platos tradicionales como la sopa de remolacha, el pescado y los pierogi, que son empanadillas rellenas de diversos ingredientes.
Una de las tradiciones más conmovedoras de la Wigilia es dejar una silla vacía en la mesa. Este gesto simboliza la hospitalidad y la apertura a recibir a cualquier persona que necesite un lugar donde cenar en Nochebuena. Es una forma de honrar a los ausentes y de recordar que, en el espíritu de la Navidad, nadie debe sentirse solo. Esta tradición refleja la profunda importancia de la comunidad y la familia en la cultura polaca.
Además, antes de comenzar la cena, las familias polacas comparten el opłatek, una oblea bendecida que se rompe y se comparte entre los presentes con deseos de paz y prosperidad. Este ritual es un momento de unión y reflexión, donde se expresan buenos deseos y se fortalecen los lazos familiares. La Wigilia es, sin duda, una celebración que encapsula el verdadero espíritu de la Navidad, lleno de amor, generosidad y esperanza.

Navidad al estilo japonés: Pollo frito en familia
En Japón, donde solo una pequeña parte de la población es cristiana, la Navidad ha adoptado un carácter único, alejándose de las tradiciones religiosas para convertirse en una celebración más comercial y romántica. Una de las costumbres más curiosas es la de cenar pollo frito del famoso restaurante de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC). Esta práctica se ha convertido en una tradición navideña desde la década de 1970, cuando una campaña publicitaria popularizó la idea de disfrutar de un "banquete de Navidad" con pollo frito.
El día de Navidad en Japón es también una ocasión para las parejas, similar al Día de San Valentín en otros países. Las parejas suelen salir a cenar, intercambiar regalos y disfrutar de la iluminación navideña en las calles de las grandes ciudades. Esta celebración de la Navidad como un evento romántico es un reflejo de cómo las tradiciones occidentales se han adaptado a la cultura japonesa.
Además del pollo frito, otro elemento típico de la Navidad en Japón es el pastel de Navidad, un bizcocho esponjoso decorado con fresas y nata. Este postre se ha convertido en un símbolo de la Navidad japonesa, y su consumo es casi obligatorio durante las festividades. La Navidad en Japón es, por tanto, un ejemplo fascinante de cómo las tradiciones pueden evolucionar y adquirir nuevos significados en diferentes contextos culturales.

Sinterklaas y Pedro el Negro en Bélgica y Países Bajos
Repartiendo regalos y alegría
En Bélgica y los Países Bajos, la figura de Sinterklaas es central en las celebraciones navideñas. Sinterklaas, vestido de obispo, llega desde España para repartir regalos a los niños el 5 de diciembre, en la víspera de su festividad. Acompañado por su ayudante, Zwarte Piet o Pedro el Negro, Sinterklaas es una figura querida por los niños, que esperan con ansias su llegada cada año.
Pedro el Negro, con su piel oscura y trajes coloridos, es el encargado de repartir dulces y caramelos a los pequeños, añadiendo un toque de diversión y misterio a las festividades. Aunque la figura de Zwarte Piet ha sido objeto de controversia en años recientes, sigue siendo una parte integral de la tradición navideña en esta región, donde se realizan desfiles y eventos en honor a Sinterklaas.
La llegada de Sinterklaas marca el inicio de la temporada navideña en Bélgica y los Países Bajos, con celebraciones que incluyen canciones, juegos y la preparación de galletas especiadas llamadas speculaas. Estas festividades reflejan la importancia de la tradición y la comunidad, uniendo a las familias en un ambiente de alegría y generosidad. La figura de Sinterklaas es, por tanto, un símbolo de la magia y el espíritu navideño en esta parte del mundo.

Grecia: Veleros decorados en lugar de árboles
En Grecia, las celebraciones navideñas se distinguen por la tradición de decorar veleros en lugar de los típicos árboles de Navidad. Esta costumbre, especialmente popular en las islas griegas, tiene sus raíces en la estrecha relación del país con el mar. Los veleros, decorados con luces y adornos, simbolizan la esperanza y la prosperidad para el año venidero, rindiendo homenaje a la herencia marítima de Grecia.
El 24 de diciembre, los niños griegos recorren las calles cantando kalanda, villancicos tradicionales, a cambio de dulces y pequeñas propinas. Esta tradición es una forma de compartir la alegría navideña y de mantener vivas las costumbres ancestrales. Además, durante las festividades, las familias se reúnen para disfrutar de platos típicos como el baklava y el melomakarona, dulces elaborados con miel y nueces que son imprescindibles en cualquier mesa navideña.
La celebración de la Epifanía, el 6 de enero, marca el final de las festividades navideñas en Grecia. En esta fecha, se lleva a cabo la ceremonia de la bendición de las aguas, donde se lanza una cruz al mar y los jóvenes se zambullen para recuperarla, simbolizando el bautismo de Cristo. Estas tradiciones reflejan la rica herencia cultural y religiosa de Grecia, haciendo de la Navidad una época de reflexión y alegría compartida.

Navidad veraniega en Australia: Barbacoas en la playa
Celebraciones al aire libre bajo el sol
En Australia, la Navidad se celebra en pleno verano, lo que da lugar a tradiciones únicas que aprovechan el clima cálido y soleado. Las barbacoas en la playa son una de las formas más populares de celebrar esta festividad, donde las familias y amigos se reúnen para disfrutar de un día al aire libre. El menú típico incluye mariscos frescos como langostinos y langostas, acompañados de ensaladas y postres ligeros.
La imagen de Santa Claus en traje de baño y surfeando en las olas es una representación icónica de la Navidad australiana. Las playas se convierten en el escenario principal de las celebraciones, con eventos comunitarios que incluyen juegos, concursos de castillos de arena y conciertos al aire libre. Esta forma de celebrar la Navidad refleja el estilo de vida relajado y al aire libre que caracteriza a Australia.
Además de las festividades en la playa, las ciudades australianas se iluminan con espectaculares decoraciones navideñas y eventos como los Carols by Candlelight, donde miles de personas se reúnen para cantar villancicos bajo las estrellas. Estas celebraciones combinan la tradición con el ambiente festivo veraniego, creando una experiencia navideña única y memorable. La Navidad en Australia es, por tanto, una celebración de la comunidad, la naturaleza y el espíritu festivo que une a las personas en esta época del año.