Familiar lejano de las palomas, el dodo era un ave columbiforme del tamaño del cisne, con una cabeza enorme y un pico robusto. Sus alas eran muy cortas e impropias para levantar el vuelo.
Los ejemplares de esta ave estaban repartidos en dos especies: el dodo común (Raphus cucullatus), que vivía en la isla Mauricio, y el dodo blanco (Pezophaps solitaria), que anidaba en la isla vecina de Reunión. La primera especie se extinguió entre los años 1665 y 1670, y el último ejemplar de dodo blanco murió en 1761, según algunos autores. La desaparición de esta maravillosa ave vino de manos de los cazadores, que las abatían por miles y sin control para hacerse con sus preciadas plumas. También contribuyó a su extinción la introducción en estas islas del océano Índico de otras aves que competían con ellas. Los exploradores portugueses lo llamaron "estúpido" debido a su torpeza y vulnerabilidad ante los humanos, sin embargo eran más inteligentes de lo que se pensaba originariamente.
Se conservan muy pocos restos de dodos completos y en buen estado, sin embargo huevo de dodo está expuesto en el museo de East London (Sudáfrica). En 2005, en una zona de las Islas Mauricio, se encontró una fosa común de dodos.